No te atrevas a Amarme®

Capítulo 52.Tan esperado

Día veinte, ya ni siquiera sé cómo sentirme al respecto. Veinte días en los cuales no sé he podido estar con mis hijos y siento que eso cada vez me tiene mal. He perdido un peso considerable y eso que no los he estado amamantando. Incluso el medido me ha tenido que recetar medicamentos para que mis pechos no estén tan sensibles por el tema de la leche, pero el no tenerlos conmigo me está matando cada día más.

-¿Mamá?

-Si hermosa.

-No hay - señala mi vientre y sé que se refiere a sus hermanitos.

-Pronto estarán con nosotros princesa - sonríe y sale corriendo por el pasillo gritando Abu, es así como llama a Laura. Ellos también han sido una parte importante para mi soledad, Peter y Amy, viajaron de regreso, mi primo por su trabajo y Amy porque está a punto de graduarse y debe dar unos exámenes, pero ya todo está planeado, en cuanto el medico nos dé el visto bueno viajaremos con nuestro pequeños de regreso a casa. Ethan hablo con su abuelo y él lo comprendió, aunque la posibilidad y implementar una nueva empresa cerca de casa es lo que ahora estamos pensando. La empresa de mi familia, tristemente tuvo que cerrar, me gustaría decir que todo se pudo resolver, pero a veces las cosas son mas fáciles de lo que pensamos y la realidad nos golpea de la peor manera, entonces la decisión se toma y lo mejor era cerrar el lugar, aunque la auditoría y juicio sigue en pie. Los responsables deben de pagar, así de fácil.

Lo único que quiero y más deseo ahora, es poder llegar a casa y compartir junto a mis hijos todo el amor que me ha guardado al no tenerlos cerca.

-Mi niña ¿todo bien?

-Si nana - respondo triste.

-Oh mi niña - me abraza - Ya verás cómo pronto los tendrás a tu lado.

-Si nana, lo sé. ¿Ya llego Ethan?

-No mi niña, pero debe estar cerca. Tranquila vas a ver que pronto saldrán ya.

-Si nana, esperemos.

Sonrió triste y abro los ojos al ver lo que hay en la puerta. Ethan está de pie con un enorme ramo de rosas color rosado, y sonríe desde el umbral, haciendo que mi corazón bombee a mil. Tan guapo como siempre con esos ojos color verde que tanto me gustan. Mirándome con amor, con cariño, con dulzura, como solo un hombre enamorado mira a su mujer.

-Iré a alistar la ropita de los gemelos - dice mi nana y sale de la habitación.

-¿Cómo está la mujer de mi vida? - pregunta acercándose a mi.

-Sorprendida.

-A si ¿Por qué? - besa mis labios y coloca el arreglo a un lado mío. Agarra una pequeña rosa y la coloca en mi nariz.

-¿Sabes que me trae loco de ti?

Niego con la cabeza

-Tos ojos - los toca con la rosa - Tu nariz - vuelve a tocarla - tus labios - los toca - T.O.D.O.

-¿Todo?

-Todo, eres lo más hermoso de mi vida. Te amo y siempre lo hare, sin importar las horas, los días, los minutos e incluso los años. Fuiste y serás la única mujer que se ganó mi corazón, la única que me hizo saber la diferencia de tener sexo y hacer el amor, la única que me enseño que crear una familia es lo más hermoso del mundo. La única que se llevó mi alma, mi cuerpo y mi corazón - dice lo último y besa mis labios.

-Te amo - susurro en sus labios - No más que yo - vuelve a besarme.

....

-Bien Lia, por favor acuéstate - dice la doctora.

Agarro mi bata y lo hago, la situación es incomoda pero debo hacerlo para que la doctora chequee mis puntos. Coloco las piernas en alto y agarro las manos de mi novio.

-¿Todo bien? - me pregunta nervioso. Sé que él ha estado muy preocupado por mí en estos días, y la verdad fue muy hemos, siempre trataba de que haga el menos esfuerzo posible. Me cuidaba como si fuera un bebe, pero de cierto modo me alegraba saber que se preocupaba mucho por mí.

-Bien veamos - dice la doctora - Todo parece bien Lia, ya casi esta cicatrizado por completo, en unos días más ya podrás empezar toda actividad con normalidad.