No te atrevas a Amarme®

Capítulo 50.Aiden y Adam

Ayudo a Lia a ponerse de pie de la cama y ella apena se puede sostenerse bien. No me imagino el dolor que tuvo que soportar y más al saber que a pesar de que no existió cirugía, igualmente tiene algunos puntos.....ahí.

Acomodo se vestido maternal de hospital y una enfermera llega con una silla de ruedas y sienta a mi mujer en ella.

-Vamos a conocerlos - dice feliz y puedo ver que un brillo especial se ha formado en esos ojos hermoso cafés que tiene.

-Vamos a conocerlos amor - camino junto a ella.

Entonces localizamos una habitación la cual se abre por completo, calentándonos enseguida. Nos llevan a un lugar donde solo existen una clase de termocunas, donde se puede ver que dos bebes ocupan las dos únicas que hay. Mi corazón se acelera y respiro pausadamente al saber que voy a conocer a mis hijos.

Mis hijos: mis campeones, mis hombrecitos.

-¿Son ellos? - pregunta Lia llorando.

-Lo son - afirma la enfermera .

Ayuda a levantarse a Lia, la cual hace una mueca de dolor y me acerco donde ella.

-¿Estas bien?

-Quiero verlos.

-Yo igual. Te amo.

-Yo más.

Entonces un pequeño llantito inunda el lugar y paso seguido otro igual. Lentamente y con miedo los dos nos acercamos a conocemos a nuestros hijos. Su cabello es claro como el de Lía, casi blanco por así decirlo y aunque no tienen mucho cabello su color se distingue de inmediato. Sus facción son como las mías, ¡Joder! Son las cositas más hermosas que he visto. Los dos tiene las mejillas sonrojadas y sus labios son tan carnudos como los de Lia. Son simplemente perfectos...son mis hijos y los amo.

-Son hermosos - llora mi mujer - ¿Puedo...tocarlos? - pregunta temerosa.

-Solo hay que lavarnos las manos. Por el momento no podrán cargarlos, solo ingresar sus manos y acariciarlos.

Y esas palabras bastan para que los dos nos lavemos las manos y aunque mi espalda duele un poco, lo ignoro al saber que podré tocarlos.

Lia me sonríe y yo a ella, a pesar de que sus cuerpecitos son muy pequeños todavía, son perfectos para nosotros.

La enfermera abre uno de los compartimientos de cada uno y mientras Lia se encarga de Aiden yo lo hago con Adam. ¿Que como se cual es cuál? , simplemente es algo que lo sé.

El cuerpecito de Adam se calma cuando mi mano roza suavemente su cara y sus pequeños sollocitos cesan de poco a poco hasta convertirse en nada. Su cuerpecito levanta sus manitos y atrapa mi debo y yo sonrió feliz, ni siquiera noto cuando una lágrima cae de mi ojo, así que dejo que la emoción fluya, y cuando menos lo espero Adam bosteza y me deja ver sus ojos grises.

-Ellos son tan hermoso - habla Lia y me mira y al igual que yo, tiene lágrimas en los ojos.

-Hola Aiden, soy Mami - habla Mia y mi hijo se remueve feliz en su tacto.

-¿Quieres estar con mami un ratito Adam? - y un pequeño gorgojo sale de su boquita y sus manitas se levantan.

-¿Y tú Aiden quieres estar con papi?

El no hace nada, solo abre los ojos y me mira. Creo que ya sabré cuál de los dos será el hijo más tranquilo.

Cambiamos papeles con Lia y vuelvo a mirar a mi otro hijo. Son tan perfectos que por un momento no puedo crear que Lia y yo seamos capaces de crear algo simplemente.....es que ni la palabra hermoso los describe, ellos son mi paz, mi vida. Mi familia la igual que mi hija y claro está mi mayor bendición: Lia Smith.

Juego un poco con Aiden ya que agarra mi mano a juega con mi dedo mientras patalea y sacude sus manitos.

Veo a Lia quien le habla con amor a Adam y él lo mira atento.