Capitulo 61 ADVERTENCIA(+18)

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El siguiente capítulo contiene escenas explicitas y fuertes, se recomienda discreción.

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Las cosas subieron de tono. Los besos eran cada vez mas desesperados. La necesidad había tomado el lugar de la cordura. El deseo había encadenado la razón y la había tirado al vacío.

Las manos escurridizas de Gabe viajaron hasta mis caderas y poco a poco fueron subiendo, despacio y pero con decisión. Se separo de mis labios para pasar a mi mandíbula y luego empezar a tocar mi cintura y de allí a mis pechos. Reprimí un pequeño grito y lleve mis manos tímidas a su cuello y empece a acriciarlo. Fue entonces cuando me saco la camisa de un movimiento tan rápido que me costo creerlo. Quede en un sujetar deportivo negro que apretaba mis pechos y los hacia relucir más. Nunca me había sentido cohibida cuando apreciaban mi cuerpo, pero ahora, siendo él, no me siento segura de mi misma. Ví como sus dientes apresaban su labio inferior y lo soltaban lentamente, una imagen que nunca borrare.

Con un poco mas de seguridad empecé a subir su camisa, con su ayuda logre sacarla y tirarla a algún lugar. Mire su torso desnudo y remoje mis labios. Era esculpido y bronceado, perfectos y marcados abdominales, me encantaba. No me había percatado que Gabe me miraba fijamente mientras yo estaba concentrada en su torso. Tenía una enorme sonrisa,aun mas grande que la del gato de Alicia en el país de las maravillas.

-- Todo tuyo -- ronroneo a mi oído y luego mordió el lóbulo de mi oreja. Gemi sin cuidado cuando apretó mi pecho izquierdo-- y esto es todo mio-- solto junto a un gruñido tan jodidamente ardiente que no pude evitar morder levemente mi lengua para comprobar que esto era real. Asentí sumisa y rasguñe sus brazos.

Gabe volvió a gruñir y bajo hasta mi cuello dando chupetones y besos húmedos. Los jadeos se liberaban de mi boca como prisioneros con oportunidad de escape.

Pongo todo mi control para evitar dar un respingo al notar su labios sobre el monte de mis pechos. Sus manos, expertas, lo que me molesta pero me encanta a la vez, van levantando el sujetador, retengo el impulso de detenerlo y me dejo llevar. Saca la prenda por mi cabeza  y se queda observando mis pechos. Cerre mis ojos hasta que ya no sentí su mirada, ahora sentía su boca. Arque mi espalda y enrede mis manos en su cabello.

Apreto mi cintura y siguio su trabajo. Gemidos leves escapaban de mis labios. Dejo uno y se movio al otro, mordí mi labio para retener todo posible ruido que saliera de mi. Una vez satisfecho fue bajando hasta que llego a mi ombligo, dio un pequeño beso y deslizó su mano hasta mis pantalones. Abrí mis ojos repentinamente y lo mire, estaba concentrado en lo que hacía. Desabrocho el botón y luego bajo el zipper. Suavemente los deslizo por mis piernas y los dejo caer al suelo. Me sentía expuesta y mas allá de cohibida. Acaricio mis piernas, tan suave que me pareció tortura.

Cuando estuvo a punto de deshacerse de las bragas lo detuve. Le dí una sonrisa picara algo forzada y señale sus pantalones. Sonrió y se irguió, dejándome el trabajo. Trague disimuladamente saliva y me acerque. Me concentre en desabrocharlo, cosa que despues de unos segundo pude, milagrosamente. Baje el zipper un tanto incomoda, vamos, estaba rozando su amigo. Baje los pantalones y roze su piel. Una vez en sus rodillas el solo se los saco y los tiró a alguna parte.

Mi atención fue directa a su paquete, un provinente paquete. Mi corazón empezó a palpitar desenfrenado. Lo que estaba a punto de pasar no tenia vuelta atrás. ¿Lo haría? Ya no me quedaba de otra.

Gabe se tumbo sobre mi con delicadeza, despues me beso de una manera tan dulce que podría empalagar hasta al niño mas glotón. Tan ensismada estaba en el beso que no me percate cuando la única prenda en mi cuerpo desapareció. Mis nervios volvieron, tensandome por completo.

Gabe frunció el ceño ante mi acción y luego cerro sus ojos fuertemente, como si se estuviera reteniendo a hacer algo.

-- ¿cuantos? -- pregunto en un gruñido. ¿a que se refería? Cuando abrio sus ojos y me miro, lo supe. Queria la cifra de los hombres con los que habia "dormido" antes. Empezo a acariciar y besar de forma brusca y posesiva mi cuerpo.

-- cero-- susurro, ni yo me escuche.

-- habla fuerte y claro-- ordeno. Mordio levemente mi hombro y luego lo beso.

-- cero-- susurre, se detuvo y salio de mi cuello. Me miro, y miro, sin creerme-- con ninguno.

-- tu, habías dicho que-- se quedo callado y luego sonrió --me engañaste-- asentí con una leve sonrisa-- eres perfecta-- y me beso, salvaje y ferozmente. Sus caricias aumentaron y yo me deje llevar una vez más. Perdí total y absoluto control sobre mi.

Arrastre mis manos por su espalda hasta llegar al elastico de sus boxers. Los baje un poco y aprete su trasero, gruñó y siguió besando mi cuello. Tome valor y saque el pedazo de tela. Gabe lo saco por completo y lo tiro lejos. No sabia que hacer de ahora en adelante. Mi mirada bajo directamente a su masculinidad. ¡Dios! Es... Es...bueno, esta dotado el chico.

Bien, veamos la situacion. Yo no soy tonta, he visto otros antes, Evan, Gian ¡hasta Doroteo! El chico mas egocéntrico que piso la escuela, pero ese otro tema. Conste que los que he visto a sido por accidente, menos Evan, el era un libertino y andaba desnudo por todos lados.

Sacudi mi cabeza borrando las perturbadoras imagenes de mi mejor amigo corriendo desnudo por el vecindario y si, lo hizo en su momento. Gabe me miraba divertido y con picardia.

-- lindo-- salio de mi boca, reí nerviosa y aparte la mirada. El rio levemente y se posicionó entre mis piernas, Dios y la Santa Maria.

-- hermosa-- mordió su labio y me beso-- perdoname-- y entro. Iba despacio pero dolía horrores, hundí mis uñas en su espalda y mordí mi labio.-- aguanta amor, ya va a pasar-- asiento como puedo y escondo mi cara en su cuello. El gime y gruñe mientras yo retengo el aire y las lagrimas. Luego de unos segundo se detiene, el dolor se apasigua y suelto todo el aire que había retenido. -- ¡Por la Diosa Luna! -- murmura extasiado. Se mueve un poco, me siento extraña y incomoda. Empieza a moverse lento y poco a poco algo me va llenando, el placer. Suelto un gemido y beso su cuello.

Ese fue el detonante para que aumentara su ritmo, iba cada vez mas rapido y rudo. Aruñe su espalda y por instinto deje mi cuello al descubierto. Nos miramos a los ojos, los suyos dorados, los mio rojos, sabia que me estaba preguntando si podia hacerlo. Asentí y baje mis manos hasta su trasero. Sonrio con picardia y me beso. Fue bajando por mi mandíbula hasta mi cuello, donde lamió, beso y chupeteo para al final morder.

Senti sus colmillos clavarse en mi piel, grite y lo mordí a el, justo donde el me habia mordido a mi. Gruñó y embistió con rudeza. Gruñí en respuesta, pero no eran gruñidos de advertencia o rencor, eran de placer.

El resto de la noche pasó de esa manera. Disfrutamos el uno del otro y nos conectamos como nunca. Ya estaba echo, eramos mates, yo era su Luna y el mi Alpha.

Aprecio su rostro relajado, su cincelada mandibula, su labios rosado y sus largas pestañas descansando sobre sus pómulos. Él era el hombre mas hermoso que había visto en mi vida.

Recargue mi cabeza de su pecho y cerré los ojos, mañana sería un largo día.

Tú...mi otra MitadOù les histoires vivent. Découvrez maintenant