Capitulo 58

3.1K 240 5
                                    

- Nos vamos-- tomó fuertemente mi brazo y me jalo fuera de la cabaña.

- Ten cuidado como la tratas-- Kilian salió a mi defensa, pero una delicada y pálida mano se posó en su pecho.

- La trato como se me de la gana, imbécil, Es Mía-- le envió una mirada llena de odio y salio conmigo de la cabaña.

- quiero... Despedirme-- susurro, pero Gabe ni siquiera se inmuta. -- Gabe, por favor -- para y suelta mi brazo, cuando me dispongo a dar la vuelta y ir hacia los brujos vuelve a tomar mi brazo.

- un minuto-- me suelta, asiento y corro hasta Yenna.

- gracias por todo.

- no hay de que cariño, recuerda visitar a esta bruja ¿si? -- asiento con una sonrisa.

- claro, cuidate-- bese su mejilla, y memorice su sonrisa.

- tu igual y recuerda que siempre estaré aquí, siempre-- asentí, le di una ultima sonrisa y me gire hacia Kilian, estaba serio y no apartaba la mirada de Gabe.

- oye-- bajo su mirada y la conecto con la mia-- gracias-- asintió con una pequeña sonrisa. Me sorprendí cuando acerco su rostro al mio, retuve todo el aire cuando acercó sus labios a mi oído.

- gracias a ti, pequeña. Considerate mi hermanita menor-- se alejo y dio un tierno beso en mi frente. Lo mire sorprendida, sonreí al ver una gran sonrisa en su rostro, primer vez que  veía una así, en él.

- ten, solo llamame-- me tendió un pequeño cristal de un lila claro, casi transparente con un pequeño infinito grabado en el. La asegure en mi mano.

- muevete-- Gabe tomo mi brazo y me alejo de Kilian. Lo seguí sin protestar. ¿que lograría? Nada, solo hacerlo enojar más, cosa que en este momento no quería.

Cuando menos cuenta me había dado ya estábamos en un coche. No preste atención a nada, solo mire mis manos unidas en mi regazo. No sabia que decir, o hacer. Después de algunas horas de viaje me quede dormida pensando en que pasaría al llegar a casa.

*

Sentía que me movía, abrí lentamente los ojos. Lo primero que ví fue una mandíbula perfectamente cincelada. Y con una pequeña barba de no mas de dos días.

Mire hacia abajo y note que me llevaba cargada como una bebe. Mire detalladamente el suelo de madera y note algunas marcas de rasguños... De garras. Alce mi mirada y jadee al ver que Gabe me miraba fijamente. Su rostro era neutro, no demostraba algún sentimiento o expresión.

No aparte mi mirada hasta que me dejo sobre una superficie suave, la cama. Me arropó con una sabana y salió de la habitación, sin decir una sola palabra. Mire a mi alrededor, era una habitación grande, las paredes eran de un crema oscuro contrastado con marrón. La cama en la que me encontraba era matrimonial y tenia sábanas blancas con almohadas marrones. Habían diferentes fotos repartidas por las gavetas y las paredes. Al instante supe que esta era la habitación de Gabe. Pero su olor no estaba del todo impregnado en el lugar. No dormía aquí.

Me acosté y cerré los ojos. Quería escapar de la realidad por algunas horas. Pero, no podía conciliar el sueño ¿como si dormí en el camino?

Me quede allí, mirando el techo blanco. Pensando, cosa que no duro mucho.

- ¿puedes dejar de mirarme y venir aquí y abrazarme? -- pregunte sin mirarlo aun a los ojos. No pasaron minutos cuando tenia sus fuertes brazos envueltos a mi alrededor.

- por el rincón mas obscuro del inframundo Kayilianiz no vuelvas a hacer algo así-- envolví mis brazos en su espalda y respire su aroma. Tan varonil como recordaba.

- te extrañe Matt-- susurre.

- y yo a ti loca, ¿como pudiste irte sin avisar?-- se separo de mi-- nos tenias mal a todos, si tan solo hubieras visto a Gabe y Evan como se pusieron-- nego  y tomo mis brazos-- tu padre esta mal. Piensa que, moriste. ¿donde estabas? Nadie te podía sentir, ni siquiera Gabe o Artemisa, nadie. Aun teniendote aquí casi no puedo percibir tu aroma ¿que hiciste?

- una amiga, me dio una poción y pues.. -- el alzo una ceja-- una bruja-- asintió.

- ven, tengo que llevarte con tu padre, de paso con Lucifer-- abrí mis ojos como plato ¿me llevara con satanas?-- es una bruja -- ah...vale.

- pero..-- no termine de hablar cuando ya estaba envuelta en humo. Cerré mis ojos.

Al abrirlos mi padre estaba frente a mi,ni siquiera nos miraba. Estaba en su trono,sentado despreocupadamente y cabizbajo. Con una copa en su mano colgante,el olor a ron llego hasta mi.

- Señor-- Matt hablo con cautela. De un momento a otro la copa que estaba en la mano de mi padre ahora estaba echa trizas frente a mis pies.

- ¡¿que quieres?! ¡Ordene que no me molestaran!-- su voz grave fue como una puñalada directo al corazón. Se escuchaba roto,casi lloro al ver su rostro. Estaba demacrado,sus ojos rojizos,el azul apagado. Frunció el ceño y río amargamente-- malditas alucinaciones-- murmuro para luego cerrar los ojos-- vete no quiero ver a nadie.-- al instante Matt desapareció.

Camine con precaución hasta el. Una vez frente a el me senté a los pies del trono.

- papa.

- debo dejar de tomar así --rie amargo y me mira.

- papa.

- ya no mas ¡ya no mas!-- grita desesperado. Me mira con tristeza y suelta unas lágrimas. -- estas muerta, tu no estas aquí.

- papa, aquí estoy. Mirame, soy yo-- pongo mi mano sobre la suya. El la mira un rato y luego a mi-- aquí estoy.

- mi niña-- se levanta y a mi con el. -- oh mi pequeña, aquí estas-- me estrecha entre sus brazos.-- no lo puedo creer, aquí estas. No estas muerta, tu estas aquí --me abraza aun más y no puedo evitar llorar. -- te amo tanto mi bebe.

- y yo a ti papa, perdoname-- se separa y limpia mis lágrimas.

- te perdono mi niña, por Zeus que lo hago-- me vuelve a abrazar-- no lo hagas otra vez, no lo aguantaré-- besa mi frente y acaricia mi cabello.

- no lo haré.

Después de unas horas junto a mi padre, volví a la cama de Gabe. El al parecer no se había percatado de mi ausencia. Cuando llegue estaba agotada y no me quedo más que dormir.

Hades en la imagen.

Tú...mi otra MitadWhere stories live. Discover now