Capitulo 59

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Al despertar me sentí desorientada y confusa. ¿No había sido un sueño? No, esta era mi realidad. Había vuelto a casa. Me quede al menos una hora analizando todo, tomando decisiones y planeando mi día. Evan, fue lo primero en cruzar, mi mente. Mi vampiro, lo necesitaba.

Me di una ducha y me envolví en una toalla. No tenia más, rebusque en el armario y en las cómodas hasta que encontré unos bóxers y algo decente que ponerme. Una sudadera azul junto a unos pantalones que supongo a él le quedan apretados, a mi me quedan sueltos pero me las apaño. Recojo mi cabello en un moño desaliñado y salgo de la habitación.

La casa estaba silenciosa y oscura. Camine suavemente hasta la sala y luego busque la salida. Una vez descubierta fui hasta ella.

-- ni se te ocurra salir por esa puerta-- doy un brinco y miro sobre mi hombro. Gabe me miraba intensamente, estaba en el umbral de la cocina con unos chandales y el torso descubierto. Había cambiado, ahora lucia mas maduro, su físico era mas marcado, su piel bronceada y sus facciones varoniles salieron a relucir más de lo que ya se notaban. Su cabello estaba desordenado y su mirada era tan penetrante y intimidante que en ese instante, me intimide un poco.

-- yo queria... -- me corto antes de terminar.

-- me importa lo que quieras-- escupió frío y cortante. Asentí y mordí mi lengua.

-- Evan me necesita-- lo sentía, sabia que el estaba mal.

-- lo hubieras pensado antes de irte-- cerre mis ojos y respire profundo. Sabia que su reproche era mas que valido, pero aun así dolía saber que yo era la causante del estado de Evan.

-- por favor, volveré, lo prometo, solo quiero ver a mi mejor amigo-- su rostro no cambia ni un segundo, solo asiente. Tomo aire y salgo por la puerta.

-- y Kaylianiz-- lo miro-- cuando vuelvas, hablaremos. -- asiento y salgo de la casa.

Gabe:

Allí estaba, la tenia justo frente a mi. Se veía tan o más hermosa de como la recuerdo. Su rostro reflejaba madurez, había madurado, desde que la ví en la cabaña de aquellos brujos no hizo mas que ser sumisa. Me sorprendió y en algún profundo lugar, me decepcionó. Por mas estupido que suene extraño a la Kay agresiva y contestona.

La miraba y no podía evitar que lo que hizo vagara en mi mente y capturara las ganas de tomarla entre mis brazos y besarla. Me había abandonado luego de aceptarme. Dolió como si me hubieran amputado todas mis extremidades a sangre fría. Estuve todo un año buscándola por cielo, mar y tierra hasta que di con ella. O mas bien la bruja, Yenna, me había dicho su ubicacion, me pidió encarecidamente que cuidara de Kay, me había dicho que ya estaba preparada y podía volver, pero ¿para que estaba preparada? Aun no entiendo sus argumentos. Solo se que le agradezco que me devolviera a mi mate.

La escucho hablar y vuelvo a la realidad.

--...solo quiero ver a mi mejor amigo-- aunque los celos me dominen asiento. Lo hago porque he visto el estado del vampiro y sé que esta realmente mal y en verdad necesita a Kay, y sé también que ella necesita de él, aunque me cueste admitirlo es la verdad.

Ella se va luego de asegurarle que hablaremos. Cuando por fin estoy solo suelto un gruñido. No evito que la imagen de ella vestida con mi ropa y oliendo a mi me pueda. ¿Cuantas veces fantaseé con eso? Muchas, incontables veces, con eso y con más. Vuelvo a gruñir al percatarme de mi situación actual. Desde que se fue, no pude si quiera mirar otra chica, me era imposible hacerlo sin pensar en ella. Diambulaba horas y horas en mis pensamientos, solo imaginando que la tenia junto a mi y que era mía, completamente.

La necesitaba, necesitaba mi mitad. Y ahora que la tengo no la dejare ir.

Kay:

Corrí por medio pueblo hasta que llegue al apartamento de Evan. Varias personas me miraban y cuchicheaban entre ellas, pero les ignore solo tenia una persona en mente, Evan.

Al llegar a su piso fui lo mas rápido que pude hasta su puerta. Fruncí el ceño al ver que estaba entreabierta. Entre sigilosamente y mire los alrededores. Estaba echo un completo desastre. La mayoría de las cosas estaban rotas y esparcidas. Seguí mi camino hasta que pase por la cocina, esta estaba igual que la sala, vidrios rotos por todos lados. Suspire y seguí hasta la habitación de Evan, esperando encontrarlo. Pero, allí no estaba. Solo había un desastre peor que los anteriores. Solo me quedaba mi antigua habitación y solo imploraba verlo alli.

Al entrar todo estaba igual a como lo deje, con la excepción de que había un bulto debajo de mis sabanas. Sonreí un poco y camine hasta él. Me sente en la orilla de la cama y le quite las sabanas. Mi corazon dejo de latir y tuve que llevar una mano a mi boca para evitar gritar. Evan estaba alli y no lo reconocía. A primera vista podia ver una momia, pero sabia que era él. Su piel estaba palida, tenia ojeras extremas y estaba delgado, practicamente en huesos. Estaba vivo, era mi unico sustento. Pero su palpitar era lento. Sus ojos estaban cerrados y sus labios resecos y pálidos entre abiertos.

¿Que debo hacer? Mire alrededor en busca de algo que me ayudase, en realidad no sabía que buscaba exactamente. Toque su frente con un delicado toque, tenia miedo a romperlo. Su piel estaba demasiado fría. Me empecé a desesperar.

-- Evan-- lo llame pero ni siquiera hacia esfuerzo por abrir sus ojos.-- Evan-- nada.

Me levante de la cama y fui hasta la cocina. Busque agua y algunas sabanas.  Volví a la habitación y lo arrope con dos sabanas más. Abrí la botella de agua y moje sus labios, más no paso nada. ¡Demonios! Mire con angustia y dolor su cuerpo inerte y solo hay fue que la salvacion paso por mi mente. Sangre.

Subi la manga de mi camisa y hice un corte con mis colmillos en mi muñeca. De ella empezó a salir un delgado hilo de sangre. Lo acerque rapidamente a sus labios y los moje con el liquido carmesí. Suspire aliviada cuando los movió. Pegue mi muñeca su boca y la deje alli, dejando las gotas caer en su lengua.

-- vamos, toma-- lo insite, ya que no hacia ningún movimiento, solo estaba igual, ni siquiera tragaba.

De un momento a otro sentí una pequeña succión, luego una mas fuerte para terminar con dos manos tomando mi muñeca y apretándola con fuerza. Evan clavo sus colmillos en mi muñeca y empezó a beber desesperadamente. Aun no abría sus ojos, solo tomaba y yo le dejaba. A los minutos paro y se dejo caer de nuevo acostado. Aleje mi muñeca y la deje sanar. Me quede quieta mientras recuperaba fuerzas.

-- ¿Kay? -- mire rapidamente el rostro de Evan, ya se notaba mejor, mucho mejor.

-- Evan-- y lo abraze con todas mis fuerzas, el envolvió sus brazos a mi alrededor y me subió a su regazo. Envolví mis piernas en su cintura y lo pegue más a mi. Lo necesitaba y extrañaba demasiado.

Evan en la imagen;)

Tú...mi otra MitadWhere stories live. Discover now