Tú...mi otra Mitad

Capítulo 48

Ya había dejado de luchar mis fuerzas se habían agotado o, simplemente esfumado. No puedo hacerle daño aunque lo quisiera me es imposible.

Gabe ya me tenia como quería,  prácticamente desnuda y inmóvil. Quería desaparecer, irme a un rincón y gritarle al mundo que lo odio. Tanta estúpida fuerza, tanto poder y no lo puedo usar, solo por ser "mates" solo porque el es mi otra mitad. Esa otra mitad que en estos momentos me tocaba sin permiso alguno y me besaba sin yo quererlo.

Sentí un peso caer sobre mi, abrí mis ojos aguados y me encontré a Gabe inconsciente sobre mi.

- vamos antes de que despierte- alce mi mirada y ví a Matt mirándome con pena, me tendió una mano, la tome y una vez fuera de la cama me enrede en sus brazos -tranquila- neblina negra nos rodeo.

- Evan y Dan- susurré.

- aquí estamos- alce mi mirada, Encontrándome con la de pena de Dan- perdón por no estar yo debi- se le notaba lo arrepentido, negué y corrí a sus brazos- oh muñeca lo mataría si pudiera- me apretó en sus brazos- maldito- beso mi coronilla y se separo de mi- el vampiro esta como loco- señalo una habitación la cual emitía sonidos de cosas de desastre.

Me gire y busque a Matt, lo ví en una esquina, pensativo. Dejo de mirar el suelo y me miro a mi.

- gracias- emití en voz casi inaudible, el sonrió de lado, se acerco beso mi frente y seco una lágrima.

- siempre preciosa ¿quieres que tu padre lo sepa?

Hay va otro problema, mi padre, seria capaz de todo, no es el Dios de la muerte por nada. Respire hondo y mire el hecho, tratando de controlar las lágrimas.

- no- mi seguridad me sorprendió.

- de acuerdo- apretó sus puños- te quiero Kay- beso mi mejilla y desapareció en niebla.

- yo... - Dan me miraba sorprendido

- te explico luego- le di una leve sonrisa y fui a ver a Evan pero Dan me detuvo.

- no sera bueno que lo veas asi- me señalo de arriba abajo, baje la mirada y mire mi cuerpo, estaba en ropa interior y con chupones y mordiscos regados por todos lados. Trague saliva,  se quito la camisa y me la tendió.

- gracias- susurré mientras me la ponía, me llegaba abajo del trasero, al menos cubría lo chupetones de mi abdomen y parte del cuello.

Me gire y fui a ver a mi mejor amigo. Tan pronto entre ví el desastre que había causado, la habitación estaba patas arriba. Las paredes tenían hoyos hechos por lo que supongo puños. Evan estaba Despaldas agitado mirando a la pared, me acerque y lo abrace.

- aqui estoy- susurré con voz suave intentando tranquilizarlo. Su respiración se volvió calmada y sus músculos se relajaron. Dio un sonoro suspiro y se giro para abrazarme, acepte guatusa y escondí mi cara en su cuello, su aroma era exquisito, bueno el perfume que usa porque de por si su aroma natural se supone que para un licántropo es asqueroso y viceversa, supongo que es todo el tiempo que llevo con él, ya me he acostumbrado.

- dime que no te hizo nada porfavor - soltó en un susurro mientras besaba mi cabello- por favor - me separo de el y me miro a los ojos. Los cerré para que no notara mi tristeza y dolor. Sentí su fuerte mirada sobre mi pero no abrí los ojos- ¡JODER!- solté un sollozo y baje mi cabeza, Evangelio no tardo en envolverme en sus brazos- perdoname - repetía una y otra vez en voz baja mientras acariciaba mi espalda.

- no tienes la culpa, no paso nada- le di un triste sonrisa.

- ¿no paso nada?- pregunto irónico -eso no es nada Kay- me señalo- abuso de ti ¿cierto?- negué rápidamente -no me mientas, Kay te conozco, dime que te hizo el cabrón ese- acunó mi rostro en sus manos, lo mire a los ojos, preocupación, odio y tristeza.

- nada- baje mi mirada.

- Kay- dijo en tono advertencia- no soy pendejo ¿sabes? No lo defiendas,  no lo merece, te conozco y te he cuidado desde que eras una mocosa- reí leve por su sobrenombre- dime por favor- uso un tono de suplica que nunca había oído de el.

- solo- mire la pared echa un desastre- no llego a más - pude decir, el asintió no muy satisfecho.

- mi niña- me tense cuando escuche la voz de mi abuela a mis espaldas- nunca creí que fuera capaz de eso yo.. - me gire suavemente.

- no es culpa de nadie mas que yo, yo busque esto ¿vale?  Yo colme su paciencia -mi abuela me miro con dolor y compasión.

- cariño, no sabes cuanto lo siento - vino a mi y me abrazo, un abrazo lleno de amor, un abrazo como solo una abuela sabe - si pudiera hacer algo lo haría sin dudarlo, pero no puedo hacerle daño sin hacértelo a ti- se separo y me miro arrepentida, me había confundido - mi cielo, son uno, lo que le pase a él, te afecta a ti- acaricio mi mejilla, deje de respirar por unos segundos.

- no - logre articular antes de echarme a llorar, no podía con esto, quería caer en un hoyo y morir alli. Abuela me enrolló en sus brazos y beso mi cabello.

- duele mucho- oí su casi inaudible susurro, la mire con los ojos aguados, ella los tenia igual que yo- me duele verte así mi niña- acaricio mi mejilla- duerme- dijo en un susurro que hizo eco en mi mente, hasta que cerré mis ojos.

Artemisa en la imagen :)