№9

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Jimin y yo nos encaminamos por las calles iluminadas por las farolas

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Jimin y yo nos encaminamos por las calles iluminadas por las farolas. Al principio estaba muy callada pero al poco rato me animé con él y hablábamos sobre algunas cosas sin importancia. De pronto, él sacó su móvil y tecleó un par de palabras.

- Por cierto, antes de dirigirnos a la fiesta tenemos que pasarnos a recoger a Helen. - me informó aún mirando su móvil.

- Ah... Vale. - contesté intenté no sonar tan seca. Lucharé para no perder la cabeza en el caso de que Helen intente algo esta noche con Jimin. Ciertamente esas palabras rondaban en mi cabeza durante un buen rato. Tenía que mentalizarme que en el caso que ella hiciera algo no me tendría que afectar.  

Al rato nos paramos delante de su piso y él tocó el timbre. A los dos minutos la vimos bajando las escaleras y me sorprendí por como iba. Wow, a esta muchacha le quedaba todo genial. Llevaba un top parecido al mío con una falda que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, sus medias eran de encaje y llevaba unos tacones que para mi sería imposible poder andar con esos.

- ¡Hola, chicos!- saludó con una sonrisa bien amplia. - ¡Qué guapos!

- Estas guapísima, Helen - le dijo Jimin con una sonrisa. Ella sonrió y me miró.

- ¡Arii~! ¡Mírate, estas muy guapa!- me dijo animada cogiéndome de las manos. Me reí un poco. - Estoy segura que esta noche vas a llamar mucho la atención a los chicos, eh, eh- dijo con picardía. No quería eso para nada. Yo solo quería llamar la atención del chico que me miraba ahora.

- Entonces voy a tener que estar vigilando.- declaró Jimin. Helen se río y se acercó a él. Le cogió del brazo con seguridad y comenzamos a andar.

- ¡Qué sobreprotector! - espetó ella.

Cuando al fin llegamos, la música estaba tan fuerte que se escuchaba desde a fuera, se veían muchos coches aparcados en la calle y algunos jóvenes que llegaban. La casa era enorme y cuando entramos la sala principal estaba saturada de personas bailando, bebiendo, riendo, gritando... Hasta había un DJ pinchando.

- Seguidme - gritó Jimin cuando nos adentramos en esa casa. Nos metimos entre la muchedumbre que bailaba. Algunos chicos me analizaban de arribabajo y me enseñaban sonrisas que me perturbaban un poco. El ambiente olía a alcohol y a cigarros. Inesperadamente, un chico se interpuso en mi camino con la intención de querer bailar conmigo.

- No, lo siento, no quiero bailar- dije inocentemente pero como era imposible que me escuchara él seguía insistiendo moviendo su cuerpo cada vez más cerca al mío. Le miré incrédula hasta que alguien tomó de mi mano y me tiró. Fue Jimin. Él seguía andando entre la gente y no soltó mi mano hasta que salimos de ahí.

- ¡Lo siento!- le grité, él se acercó a mi para escucharlo y negó con la cabeza. Me gustó mucho que tomara mi mano, la tenía caliente y suave... Qué pena que la soltó. Jimin se dirigió  a la cocina y cuando entré me llevé una sorpresa.

Perfect Man » Park JiminWhere stories live. Discover now