Capítulo 19: Mañana.

292 20 66
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Subí corriendo las escaleras del colegio mientras intentaba no tropezar con mis propios pies y comencé a pensar en que no quería generarle problemas por mi tardanza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Subí corriendo las escaleras del colegio mientras intentaba no tropezar con mis propios pies y comencé a pensar en que no quería generarle problemas por mi tardanza. El recreo había terminado hace cinco minutos y yo no pude seguir la fila que me correspondía. Y ya que mi curso se había quedado sin profesor, yo unicamente tenía que seguir al curso de Levi. Pero me había quedado demasiado tiempo absorta en las cuestiones que habíamos empezado a discutir con mis dos únicas mejores amigas.

Las tres discutimos sobre la actitud que Eva había tomado durante los últimos días en los que se había ido completamente del grupo, todo por la abrupta actitud que ella había comenzado a implementar con todos.

Evangelina, la chica que había sido mi mejor amiga, se había despegado del grupo de nuestros amigos y se había ido al grupo de sexto en dónde fácilmente podías ver a su líder poseedor de tristes ojos color plata. Fabricio, el chico por el cuál Eloísa suspiraba, se había hecho amigo de Eva y parecía que se llevaban bastante bien.

Irina y Eloísa estaban tan preocupadas como yo y por ésa razón me habían implorado que les contara todo lo que sabía sobre su cambio de actitud. Recordar todas las palabras que Eva me había soltado tenía un efecto dañino en mí. Yo la había considerado como una hermana y después de un momento a otro ella dejó de ser mi amiga. No cabía en mi cabeza que la razón de su abrupta decisión fuera mi amistad con Miquéas y Levi. No me parecía lo suficientemente importante como para abandonar una amistad de años.

Reconozco que yo al notar el brusco cambio de humor que Eva había comenzado a tener no busqué otra forma de que me hablara sobre sus posibles problemas y aunque lo había intentado y ella no quiso decírmelo, yo le había dado la libertad de confesármelo cuando ella estuviera preparada. Pero parecía que a ella nunca se le pasó por la cabeza el hablarme sobre tales cosas que yo desconocía. Pensaba que al menos ella creía en mi confianza, que simplemente yo podría ser el cofre de sus secretos. Pero mientras iba subiendo cada escalón con toda la velocidad que mis piernas podían brindarme, era consciente de que ella nunca logró creer en mí.

Y qué tonta fui al no darme cuenta de su actitud evasiva, que siempre mezcle con simple timidez. Era consciente de que no todos los cambios que pueden presentarse en nuestras vidas iban a llegar a ser positivos. Sabía que la vida no puede ser perfecta y que es muy difícil encontrar un periodo largo de felicidad ininterrumpida. Pero hay cosas que simplemente te dejan desencajado, que hacen que al plantarte en la cuerda floja te caigas sin previo aviso y que al ver los restos de lo que alguna vez fué de una parte nosotros nos quedemos estáticos sin saber qué hacer para seguir adelante. Nunca creí que ella dejaría de ser mi amiga, que llegaría a abandonar a su grupo de amigos y se iría a otro al que no pertenece.

Ojos color primavera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora