Capítulo 6: Casi imposible.

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03:27

Insomnio, cómo te odio.

Llevaba cuatro días sin mirar a la casa de en frente, aunque tampoco es como si alguna vez lo hubiera hecho. Pero desde que Miqué me dijo sobre la chica estuve intentando cumplir la promesa que le hice. Pero en ése instante la idea de mirar por la ventana era tan aguda en mi cabeza que no me dejaba dormir. Y tenía tanto sueño...

—Ay, Miqué. No sabés lo que te odio en éste momento.

Volví a girar sobre la cama, me acosté boca arriba y empecé a pensar en cualquier cosa para matar el tiempo. Mejor dicho, comencé a pensar en Eloísa. Me preguntaba tantas cosas sobre ella. Cada vez que la saludaba y no me animaba a hablarle, me daba un cachetazo mental. Tenía tantas preguntas...

¿Qué le gusta hacer? ¿En qué piensa? ¿Le gustarán las mismas cosas que a mi? ¿Ella puede soñar? ¿Sueña conmigo?

Me reí de mí mismo. ¿Porque ella iba a soñar conmigo, cuando solo cruzamos tres palabras locas? Me acomodé sobre mi costado y empecé a cerrar los ojos.

—Me gustaría que Eloísa soñara conmigo —pensé en voz alta—. Sí, me gustaría mucho que ella soñara conmigo; me encantaría...

Comencé a parpadear, dándome cuenta de que el sueño me estaba empezando a nublar los pensamientos y, entre espacios en blanco, me quedé dormido.

Comencé a parpadear, dándome cuenta de que el sueño me estaba empezando a nublar los pensamientos y, entre espacios en blanco, me quedé dormido

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