Capítulo 42.Que esperar

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-No quelo.

-Si quelo - juego con ella, mientras froto mi nariz con la suya.

Los ladridos de Pooh nos hacen verlo, y el muy inquieto mueve la cola y se abalanza a jugar con Mia. Las dos estallamos a carcajadas cuando sus ladridos resuenan por la casa y empieza a lamer nuestras caras y a morder las cobijas.

-No, no, noo - ríe Mia, mientras su pequeño cachorro juega con ella montándose encima de ella, causándole millón de risas.

-Mami, mami - me grita para que lo detenga y así lo hago, alcanzo una pelota de plástico del cajón y se la entrego para que juegue con ella.

-Masha

-Vale, ya te la pongo princesa.

Cuando Martha nos trae el desayuno, casi no me cuesta trabajo dárselo a mi pequeña, ya que ella está concentrado viendo su serie de niños y se me hace fácil hacer que se coma su desayuno. Yo por mi parte como el mío y creo que algo raro sucede. Esto no lo creí posible. No hasta ahora.

-¿Desea algo más?

-Martha lamento el abuso, pero será que me puedes traer fresas y miel.

-¿Fresas y miel?

-Si, por favor.

-De acuerdo, se los traeré en un momento.

-Gracias.

Vaya, mi primer antojo.

POV ETHAN

Me alegra tanto, me entusiasma tanto tenerla aquí, verla sonreír, verla jugar con Mia, pero a la vez mi felicidad está envuelta en mis errores. No me habla, Lia no me habla, sé que me lo merezco y por ahora me conformo con tenerla cerca mío, aunque tenga que escabullirme en las noches a su cuarto para verla dormir, aunque este con un bobo parado tras la puerta al escucharla reír junto a Mia, pero todo eso aunque me lástima, me hace ser mejor por ella cada día.

-Señor - dice Martha cuando choca conmigo.

-¿A dónde llevas eso? - señalo el jarro de fresas y miel.

-La señorita Lia me lo pidió.

-Dámelas, se las llevare yo.

-Claro - me extiende el jarro.

Escucho desde el pasillo las risas de Mia y paso seguido las de Lia y aun con el miedo por dentro, me armo de valor y entro donde la mujer que amo.

-Hola - saludo. Me ve y de inmediato baja la mirada y mira la ventana.

-Papá Eth - grita mi pequeña y se lanza a mis brazos, dejo el jarro de fresas y miel a un lado y la abrazo y lleno de besos. Unos pequeños ladrillos me distraen y su pequeño cachorro nos hace reír a los dos, quien no deja de jugar con su cola.

Mia regresa a la pequeña alfombra del cuarto de Lia, donde están sus juguetes esparcidos y empieza a jugar con ellos.

-Martha, me dijo que pediste que te trajeron esto a la recámara - le estrecho el jarro con las fresas y miel.

-Gr...grracias.

Me quedo mudo, llevo semanas intentando que Lia hable conmigo y ahora que lo hace no sé cómo actuar. La veo zabullir una fresa en la miel y comerla con tanto justo que me admiro, entonces una idea se cruza por mi cabeza.

-¿Un antojo?

-Si- responde casi en un susurro y con la mirada clavada en sus pies.

Al ver que por fin puedo convivir con ella me recargo en la silla de su habitación y juego con Mia, pero mi mirada se clava en ella. En la mujer que amo, la cual come con tanta delicadeza y ansias su bocadillo, que me hace sonreír un poco, pero entonces mi mirada va hacia sus manos, las cuales descubren un poco el edredón de su cuerpo, y su pequeña panza de casi cinco meses se nota y demasiado. Entonces ella sonríe admira por primera vez y toca su vientre feliz.

No sé lo que paso, pero en un impulso me encuentro a solo metros de ella y cuando siente mi presencia ahí, se tensa, pero sus manos siguen acariciando su abdomen, entonces lo veo, a través de su pijama, como pequeños movimientos sobresalen de su vientre.

-¿Puedo? - Hablo sentándome a su lado y con la voz muy temblorosa. La veo asentir por mi petición, y con el mayor de los cuidados coloco mis manos en su panza y pequeños golpecitos sobresalen de ahí, mi mirada se posa en Lia, la cual tiene pequeñas lágrimas en los ojos y cuando yo perdí la noción de lo que hago, me doy cuenta que mis ojos también tiene gotas saladas saliendo de ellos. Entonces la miro y ella a mí y llevo mi boca a su vientre y repartos varios besos ahí, la escucho sollozar en alto y mojo su pijama con mis lágrimas.

-Hola pequeños. Soy papá.

Escucho un sollozo más fuerte de Lia y ella limpia sus lágrimas con el dorso de su mano. Agarro con mis manos su cara y me encargo de limpiar sus lágrimas, con mis manos, con mis besos, con mi ser.

-Te amo Lia - susurro cerca de sus labios y ella hipa por las lágrimas - Te amo - presiono mis labios en los suyos y empiezo a mover mi boca, y aunque al principio no soy correspondido, con el paso del tiempo, lo hace y aun con lágrimas saliendo de sus ojos nos besamos como nunca lo hemos hecho.

-No puedo más - llora cerca de mis labios y yo me asusto con lo que dirá - Te amo Ethan. Ya no puedo más - solloza.

-Nena, perdóname. Te amo - la abrazo.

-Solo quiero un poco de paz en mi vida, solo quiero ser feliz.....y tu prometiste hacerlo.

-Nena....

-Prometiste no dejarme y lo hiciste, no solo a mí, a tus hijos también. Me dejaste sola cuando más te necesite - llora y yo con ella.

-Soy el peor hombre del mundo Lia, soy una basura - limpia sus lágrimas y me mira.

>>Solo quise lo mejor para ti, y yo no soy lo mejor Lia. Ellos - toco su vientre - Merecen alguien mejor que yo, merecen a un buen padre. No ha está basura de hombre.

-Ethan ¿qu....

-Es mejor que las deje solas.

-¡No! - me regaña enojada.

-Lia ¿qué?

-¡Me harte Ethan me harte! ¿Por qué no asumes tus responsabilidades? ¿Por qué no me dices la verdad? Te deje que huyas la última vez, ahora si quieres irte, vete, pero encárgate de no volver nunca más a mi vida. Si quieres decirme algo solo dilo, pero no me dejes con la incógnita. Si hoy no me dices que pasa, olvídate de mí y tus hijos Ethan. No soportare más vivir así.

Llamo a Martha y le pido que se lleve a Mia, vivir con tato dolor en el pecho, me ha causado herir a quienes amo, talvez y ahora se resuelvan tantos misterios que me atormentan desde ese día, quizá y ahora Lia me ayude a superar varias cosas.

-Ethan, estoy esperando.

Entonces miro la ventana y me acerco a ella.

-¿Ethan?

-Su nombre era Samuel

-¿Samuel? ¿Quién era Samuel?

-El....él era mi hijo - hablo con un nudo en garganta.

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Sin duda alguna, uno de mis capitulos favoritos.

Espero sus votos.

Besos.

No te atrevas a Amarme®Where stories live. Discover now