Capitulo 29

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Capítulo 29

Narra Malú

Cogí fuerte la mano de Vanesa, no iba a soltarla nunca más. Les miré esperando una respuesta, una acción que me diera la razón de una vez. Pero, su orgullo pudo mucho más que el cariño que me tenían. Rosa me miró desafiante, iba a hablar pero el timbre la cortó. Miré a Vanesa, asintió y fue a abrir. Sonreí al ver quién era.

-Lo... lo siento... (Dijo entrando en la sala) No quería molestar.
-Ana, no molestas nunca. (Le dije acercándome a ellas)
-¿Pasa algo? (Le preguntó Vanesa)
-No... te he llamado y no cogías el teléfono, he ido a tu casa y no estabas, he pensado que... (Me miró y le sonreí) estarías con Malú. (Miró hacia un lado y se encontró a los otros dos mirándonos) Veo que no estáis solas... (Miró a Vanesa)
-Tranquila... (Le contestó)

Asentí, di unos pasos hacia ellos y les miré.

-Ellos ya se iban, ¿verdad?

Rosa se rio, me miró desafiante, me quedé quieta enfrente de ella mientras recogía su bolso y pasaba por mi lado.

-Esto no quedará así Malú, esto...
-No. (Me giré hacia ella) No quedará así, tendrás noticias de mis abogados.

Se puso sería, se giró hacia la puerta y antes de irse mandó a Gonzalo que fuera con ella, le miré mientras le hacía caso, me dio pena, le tenía tan manipulado que no podía abrir sus ojos. Oí cerrarse la puerta y sentí frio, un frio que se me quitó cuando noté las manos de Vanesa en mi espalda, la miré y me sonrió.

-Todo estará bien.

Asentí, si ella estaba aquí, a mi lado, todo estaría bien.

-Voy a coger algo de ropa, el neceser... ¿Puedo quedarme en tu casa esta noche? (Se rio)
-Esta, y todas las que quieras.

Le sonreí, le di un beso rápido y subí hasta mi habitación. Una pequeña malaeta fue la que llené, no nceesitaba mucho para irme de allí, giré mi cabeza y abrí el armario donde estaba la caja de recuerdos guardados, sonreí.

-Prepárate para estar más que nunca. (Susurré mientras la acariciaba)

Narra Vanesa

Le contamos a Ana todo lo ocurrido durante el camino a casa, no dejé que cogiera un taxi ni mucho menos, además la notaba algo distante, y aun no me había contado porque me vino a buscar a mi casa, ni las insistentes llamadas que me encontré en el móvil cuando lo saqué del bolso. Minutos después llegamos a mi piso, Malú dejó la maleta en la habitación y nosotras nos sentamos en el sofá.

-Voy a darme una ducha... necesito relajarme un rato.

Asentí mientras Malú se metía en el baño. Cuando lo hizo miré a Ana, estaba ausente, y era tan raro en ella. Me senté encima de la mesita pequeña que tengo delante del sofá, para quedar en frente de ella. La miré.

-¿Qué te ocurre?
-Nada... (Alcé una ceja, no me lo creía) Estaba preocupada por ti y...
-Ana, sabes que si no te contesto es porque estoy corriendo por algún parque, o comprando... Te hubiera llamado en cuanto hubiera podido... Pero, hay algo más... (Cogí sus manos)
-Es... es Alba...

Carraspeé, separé nuestras manos y me senté mejor en la mesa. Respiré, no quería que me dijera que todo esto es culpa de ella, ni volviéramos al principio de la llegada de Alba a nuestras vidas, no...

-Para de pensar lo que estés pensando.

La miré, y lo hice. Paré de pensar cuando me cortó y dijo eso. Tapó su cara con sus manos.

-Me... me gusta... (Sonreí) Me gusta mucho... (Apartó un poco sus manos de la cara) Y no solo como trabajadora... (Me reí) Sino, como chica... Es... (Se quitó totalmente las manos de la cara y me sonrió) Es maravillosa. Me hace reír, me hace sentir que puedo con todo, me da total confianza, me calma. Es magia...
-Conozco esa magia.
-No, no lo compares.

Me reí, cogí sus manos y la miré.

-Puedo compararlo, sabes perfectamente como me sentía al principio cuando conocí a Malú. Y aunque no lo quieras ver... es así.
-¿Y si no es correspondido? Y si ella...
-¿De verdad crees eso? Ana... he visto como te protege, como te calma, incluso como te hace reír. ¿Qué pierdes intentándolo?
-No sé Vane...
-No tengas miedo. (Le sonreí y apreté fuerte sus manos) Me has dicho cientos de veces que luche por lo que quiero, que lo intente, que el 'no' lo tenemos, pero ¿y si llega el 'sí'? Ve a su casa Ana, no esperes a mañana, no tienes que darle más vueltas, no pienses más, actúa. Corre hasta que te duelan los pies.

Me sonrió, me soltó las manos y me abrazó. Me susurró un te quiero fugaz antes de coger su bolso y salir de mi casa. Seguí sonriendo, cerré los ojos deseando que Alba estuviera allí, esperando que el timbre de su casa sonase y fuera Ana.

-Corre hasta que te duelan los pies...

Abrí los ojos y me encontré a Malú sentada donde estaba Ana hace apenas un par de minutos. Le sonreí, acaricié su cara y la besé.

-Es de muy mala educación oír detrás de las puertas.
-Lo sé... pero no he podido resistir escucharte... (Sonreí) Espero que le vaya bien...

Asentí, me iba a sentar al lado de Malú cuando mi móvil sonó. Alargué mi brazo y lo cogí de la mesa, sonreí cuando vi el nombre de Ana en la pantalla.

'Me he encontrado a Inma en el portal, está subiendo'

Arañando el destinoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ