Capitulo 5

1.7K 70 1
                                    

Capítulo 5

-De nuevo solas pequeña...

Le dije a Carmela mientras lamía mi mano y yo apretaba en la otra la nota que Inma había dejado encima de la mesa. Hacía ya varias semanas que decidimos dejar nuestra relación, supongo que el miedo volvió a invadirme de nuevo, el qué dirán, el que inventarán... Y ella, que se escondía conmigo y por mí, llegó al límite en aquella presentación de mi libro. Recuerdo la mirada que me hizo cuando negué ante la prensa que teníamos alguna relación más allá que una bonita amistad después de unas fotos en el parque con los perros, recuerdo esa discusión aquella noche, la reconciliación de la mañana de después, y aquellos silencios que llegaron días más tarde y que ella al final rompió hace apenas unas semanas. Había tenido toda la paciencia del mundo, y la entendí. Y yo... yo no tenía ganas de luchar por esto. Ya no. Pensé que me había acostumbrado a ella y que lo pasaría realmente mal, pero no, me da pena que no esté aquí cuando llego de alguna larga reunión, o no recibir un mensaje de buenas noches... esa primera noche que no lo recibí, me di cuenta que siempre lo enviaba ella, Inma se merecía algo mejor, ese 'mejor' que yo no podía darle, ese trozo de mí que se llevó Malú. El que le di y no pedí nunca, por cobardía, por miedo, por no querer tenerlo yo sino que lo guardase ella, o quizás, porque solo con ella puedo sacar ese lado mejor de mí. No lo sé.
Seguí ahí toda la tarde, mientras Carmela subía y bajaba del sofá y yo miraba capítulos en Netflix de una serie americana. El teléfono hizo que reaccionara, me levanté y lo busqué dentro del bolso. Vi el nombre y tragué el nudo que se me había hecho en la garganta, y contesté.

-Hola José...
-¿Qué quieres Vanesa?
-¿Yo? Pero...
-No juegues con ella, está tranquila, feliz... déjala...
-José... espera... escúchame...
-Te escuché una vez y me fallaste. Creí en ti, en ella... en vosotras...
-Por favor...

Noté como me hacía pequeña, y una lagrima caía por mi mejilla, los pitidos insistentes del teléfono me indicaron que había colgado sin apenas dejarme decir nada. Pero esto no quedaría así, esta vez no. Cogí de nuevo el teléfono, y mientras frenaba mis lágrimas, abría las redes sociales y buscaba el concierto de Malú más cercano que había, faltaban apenas dos días para que su tour parase en Sevilla. Llamé rápido a Ana.

-Cancela lo que tenga para mañana y pasado, me voy a Sevilla.
-¿Sevilla? ¿Tenemos algo allí y no lo sé? (Dijo riendo)
-Ana... necesito hablar con José...
-¿José? (Dejo de reírse, y la noté seria y como bajaba la voz, aun estaría en la oficina) Pero Vanesa.
-He estado comiendo con Alba y...
-Bueno, Alba... me lo suponía.
-¿Qué?
-No me gusta Vanesa.
-A mí sí, es directa, sencilla, no quiere nada más que trabajar... me gusta.
-Muy bien... ¿Y que tiene ella que ver con José?
-Nos lo hemos encontrado en el restaurante, y estaba con Malú...
-¿Y...
-No... no hemos hablado, me han visto y José la ha estirado para fuera...
-Lo siento cariño.
-Lo peor ha sido hace apenas unos minutos (dije sentándome en el sofá), me ha llamado y me ha dicho que deje en paz a su hermana... Que está tranquila, feliz... No me ha dejado ni explicarle que no tenía ni idea de que ellos estaban ahí...
-¿Y necesitas que le quede claro?
-Sí, si Ana. La cagué una vez prometiéndole algo que luego no cumplí... No puedo dejar las cosas así.
-¿Quieres que venga contigo?
-Es mejor que no... tengo que hacerlo yo solita...

Cuando colgué me fui a la habitación, cogí una pequeña maleta y metí lo necesario, recibí un correo con el billete que Ana se había encargado de comprarme. Salí por la puerta con tiempo para poder coger un taxi que me dejara en Atocha. Envié un mensaje a Alba, tenía la necesidad de contarle lo que iba a hacer. Me contestó rápidamente con un 'No olvides que eres increíble', sonreí.

Horas después llegué a Santa Justa, subí en las escaleras mecánicas, por suerte la estación no estaba muy llena y el tren a esas horas de la tarde no estaba completo, de todos modos no olvidé mis gafas de sol y la gorra, no me gustaba ir así pero iba mucho más tranquila, llegué al final de la subida cuando levanté mi cabeza y vi que había alguien esperándome.

-¿Qué haces aquí?
-No voy a dejar que esto lo hagas sola... (Dijo sonriente)
-No te he visto en el tren.
-Ay Vanesa... (Dijo poniéndose a un lado) Una asistente como yo no puede permitirse un asiento preferente como tu...

Me reí, aunque le dijese a Ana que no quería que me acompañase, me hacía ilusión que Alba hubiese decidido venir por su propio pie, supongo que ya estaba conociéndome un poquito y sabía que si me lo preguntaba le hubiera dicho que no, y es verdad. Así que no lo hizo, y aquí esta.

-Anda vamos, (dije cogiendo de nuevo mi maleta) que tenemos que mirar algún hotel...
-¡Uy! (Miró en su bolso y sacó su móvil) ¿No sabias que se pueden hacer reservas por Booking desde el móvil?

Me quedé sin palabras, cogí y leí la pantalla de su móvil mientras reía, y ahí estaba la reserva. Un hotel en el centro de Sevilla, cerca de la Giralda, todo un privilegio.
Me tiró del brazo mientras yo seguía en blanco, subimos en un taxi y nos dirigimos al hotel. Dejamos las maletas en la habitación doble que había cogido y fuimos a cenar. Unas tapas y unas cañas amenizaron el final de un día algo raro, intenso diría. Llegamos al hotel después de un pequeño paseo.

-¿Puedo preguntarte algo? (Me dijo Alba mientras se metía en su cama, asentí para que continuase) ¿Por qué vas a hablar con José y no con Malú?

Y de nuevo Alba había puesto la quinta en su cambio de marchas y me había dejado atrás con su pregunta, sabía que si no le contestaba a aquello no pasaba nada, ella me estaba empezando a conocer bien y creo que al inversa también yo a ella. Me senté en la cama y la miré. Tenía la sensación que no tenía por qué esconderle nada a ella, así que empecé a hablar.

-Es bastante simple... Supongo que antes de hablar con ella tengo que pasar una barrera aún más difícil. Y ese es su hermano. ¿Recuerdas aquel 3 de septiembre?
-Gala de Cadena Dial... (Contestó rápidamente sonriendo)
-Pues... Cuando bajamos del escenario José vino a abrazarme, (dejé de mirarla y bajé mi vista a mis manos, y estas se movían nerviosas haciendo pequeñas arrugas en las sabanas) me dijo que hacía mucho que no la veía sonreír así... Desde el Tour Sí. (Sonreí) Recuerdo lo feliz que éramos cuando horas antes de un concierto decidíamos que esa noche salíamos juntas al escenario, recuerdo los gritos del público cuando nos abrazábamos... (Volví a mirar a Alba, sonreía mientras yo estaba emocionada) Era tan feliz...
-¿Alguna vez te has vuelto a sentir así de libre?
-(Negué con la cabeza) Volví a serlo ese 3 de Septiembre... Y le prometí a su hermano que volvería a por ella para sentirnos así de nuevo, encima y debajo de un escenario. Como aquellas tardes de guitarra y vino... (Sonreí recordándolo)
-Pero no volviste...
-No... (Me puse de nuevo seria) No volví, fui de nuevo una cobarde, decidí no marear a nadie y opté en hacerme solo daño a mi misma.




-------------------------
Perdonar mi ausencia, he tenido mucho trabajo... pero aquí estoy! Y para compensarlo os he traído capitulo larguito, y si tengo tiempo esta tarde subo otro😜
Gracias por leer y comentar❤️

Arañando el destinoWhere stories live. Discover now