Capitulo 28

1.5K 66 2
                                    

Capítulo 28

Narra Vanesa

Estaba apoyada en la pared, apenas podía moverme, y menos lo iba a hacer cuando ella entró en el salón. Me miró cuando cerró la puerta, bajé mi vista.

-Gonzalo, basta. (La miré) Deja a Malú, le estás haciendo daño.
-Pero Rosa...
-He dicho que la sueltes.

Le hizo caso, y Malú la abrazó, le susurró 'ya está mi niña...', y volví a respirar. Gonzalo clavó su mirada en ellas.

-Es lo que me pediste. (Dijo él, Malú se separó de Rosa, dio un paso atrás)
-¿Tu...?
-No... Malú... Yo no le pediría nunca que te hicieran daño.... Eres...
-Eres su futuro... (Comenté, y todas las miradas fueron a parar a mi persona) Sus ganancias, su riqueza, su poder... (Miré a Malú) Solo quieren hacerme daño a mí.

Ahora sí lo entendía todo, no podía creer que alguien que estuviese con Malú y que le hubiera hecho feliz, a su manera, al final terminase haciéndole daño. Vemos miles de casos cada día de maltratos, de cabezas locas, pero nunca le había visto así, ni mucho menos podría creer que lo fuera. Malú me lo hubiera dicho, habría salido de su vida a la mínima sospecha. Malú miró a Gonzalo, él con su mirada fija en el suelo sin moverse. Y Rosa, ella tenía la cabeza bien alta mirándome y sonriendo.

-Él no es así... no le haría daño a nadie...
-Ay Malú... tan inocente... (Intentó acariciarle el brazo pero Malú se apartó)
-No le haría nada a nadie (hablé yo) hasta que alguien llega y te manipula... (Miré a Rosa) Te come la cabeza, te hace perder los papeles, te hace caer bajo...
-¡Cállate! (Gritó Gonzalo, le miré)
-No eres tú quién habla... (Le dije calmada) es ella...
-Gonzalo no le hagas caso, (dijo Rosa) solo quiere estar con Malú y que tú te vayas de su vida.
-No... (Di un paso hacia él, me miraba con rabia) No la escuches.

Intenté dar otro paso pero Rosa se interpuso en mi camino, me levantó la mano pero detrás de ella Malú se la cogió a tiempo.  Iba a hablar cuando la mano de Rosa cayó en su cara, la miró con miedo, y Rosa se paralizó. No quería hacerle daño, pero era demasiado tarde. Malú miró avergonzada a Gonzalo. Observé a Rosa, ni ella misma podía creerse lo que acaba de hacer. Él se acercó a Malú, le miré suplicando que no le hicera daño, negó con la cabeza.

-Todo esto es culpa tuya... (Clavó sus ojos en los míos) No tenías que haber vuelto. No. (Dejé de mirarlo, y solo le escuché) Vuelves a marear, vuelves a quitarnos la estabilidad, nuestro amor.
-¿De qué amor hablar Gonzalo?

Volví a levantar la cabeza, Malú delante de él, mirándole a la cara, respiró, se tomó unos segundos y continuó.

-Si de verdad piensas que lo nuestro era amor, estás muy equivocado.
-Malú, yo...
-¿Tu, qué? Cariño... sí, claro. Pero amor... Amor es una palabra demasiado grande, demasiado mágica. (Me miró) Solo hay amor cuando hay destino. Ese destino que arañas hasta que lo consigues, porque sabes que puedes, porque por amor todo es posible. (Le sonreí, y volvió a mirar a Gonzalo) Amor es querer que la otra persona sea feliz aunque no esté contigo porque ese no es el momento. Es esperar y tener paciencia, porque sabes que al final del camino aquella persona está ahí. (Miró a Rosa)
-No... No quería hacerte daño... (Dijo mientras señalaba su mejilla, y Malú sonrió de medio lado, mientras sus ojos se humedecían)
-Te puedo asegurar que el dolor del bofetón no es comparable a lo que siento por dentro cuando te miro. (Rosa dejó de mirarla) Te he querido, te he hecho caso, he perdido el tiempo contigo Rosa... He perdido el mejor tiempo de mi vida. Y no... no me has cuidado, no me has hecho mejor, yo te he hecho mejor a ti.

Dio unos pasos, pasó por su lado y me miró, acarició mi cara y cerré los ojos. Se puso a mi lado y cogió mi mano.








--------------------------
Y la historia va llegando a su final... 😢

Arañando el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora