Arañando el destino

Capitulo 11

Capítulo 11

-¡Voy!

Llegué a la puerta de casa con el botín a medio poner, mientras detrás de la puerta insistían.

-¡Qué paciencia! (Grité riendo) ¿No hemos quedado en treinta min...?

Abrí la puerta y me callé, la miré a los ojos, apenas hacia unas horas que no nos veíamos y la había echado de menos. Me eché a un lado y la hice pasar.

-Si estás esperando a alguien... puedo irme...
-No te preocupes Alba. (Le contesté mientras me sentaba al borde del sofá)
-Bueno... he venido porque... yo... bueno...
-Al grano Alba... (Me miró y continuó)
-Necesito que me creas, yo no... (Dejó de mirarme, bajó su cabeza, resopló y volvió a clavar sus ojos en los míos) No haría nunca nada que pudiera dañarte. Nunca. Tienes que cr...
-Lo hago Alba. (Le contesté sonriendo) Ven aquí...

Le tendí mi mano y nos sentamos en el sofá, me arremangué la cazadora, y la miré.

-Siento si esta mañana no he estado a la altura, y siento no haberte defendido delante de Ana... (Bajé mi vista a mis manos) Tengo que confesarte que... bueno...
-Que lo pensaste. (La miré y asentí) Es normal, Vanesa... Entiendo que soy nueva en esto y que no todo será bonito ni fácil. Solo pido que me creáis.
-Y lo haremos. Yo al menos, (sonreí) y con Ana... Paciencia.

Alcé mis ojos y se rio. 'Anda, ven aquí pequeña' le dije antes de abrazarla. Tan poco tiempo juntas y le había cogido un cariño terrible. Era maravillosa, y estaba casi segura de que ella no había hecho nada de eso. Nos separamos, la miré sorprendida por aquella sonrisa enorme que tenía en su cara.

-¿Dónde vas tan guapa?

Me reí, iba a contarle con quien había quedado para cenar, pero el timbre volvió a sonar, miré el reloj, quizás era ella. Me levanté y fui abrir.

-Hola...

Me quedé en blanco, parpadeé un par de veces y reaccioné.

-¿Qué haces aquí?
-Me has enviado un mensaje para que me llevara las ultimas cajas, estaba en la ciudad y me venía bien cogerlo ahora... (Miró hacia dentro) ¿Molesto?

Me aparté de la puerta, le contesté un 'No' algo seco y la dejé pasar. Alba le sonrió pero ella no hizo mucho caso.

-Solo será un momento, tengo el coche en segunda fila.
-Podemos ayudarte Inma...
-No... (Me miró) No quiero molestar más...
-Inma... no molestas...

Apiló dos cajas para bajar, y le quedaban un par de ellas. No eran muy grandes, aun así todas no las podía bajar en un solo viaje, miré a Alba y moví mis hombros, no sabía qué hacer, pero ella se ve que sí. Se levantó y se acercó.

-Soy Alba, encantada (sonreí), yo ya me voy, si quieres te ayudo y lo bajamos todo en un viaje.
-Encantada... Y tranquila... no hace...
-Que sí, no es molestia... No tengo mucho más que hacer.

Me reí mientras observaba como Alba cogía las cajas que quedaban, sonreí a Inma.

-Puedes venir cuando quieras, además, Carmela (miré a la perra mientras daba vueltas por casa) estará encantada de verte, y yo... bueno... yo siempre estaré aquí.

Me sonrió tímidamente y asintió, paso por mi lado despidiéndose con un simple 'adiós', detrás de ella Alba, me sonrió y me guiñó un ojo.

-Mañana a las 9 en la oficina. (Le comenté)
-¡Allí estaré!

Cerré la puerta y continué a lo mío, al final si se me haría tarde, aún tenía que acabar de maquillarme y preparar el bolso... Menos mal que soy bastante rápida y en diez minutos estaba lista, cogí el móvil, mensajes y notificaciones de mi tropa, sonreí, iba abrir twitter un rato para distraerme, pero el timbre me frenó. Respiré antes de abrir la puerta, me animé interiormente y abrí. La encontré sonriente, la miré de arriba abajo y me percate que llevaba un par de bolsas, la miré extrañada.

-Pasa...
-Sigues teniendo el mismo portero.
-Si... ¿Por qué?
-Me ha gustado verle. (Dijo sonriente)

La que también se había alegrado de verla fue Carmela, no la conocía mucho, la adopté más tarde, cuando nosotras ya no éramos nada.

-Carmela, déjala.
-No... me encanta. (Bajó para acariciarla, y la perrita se tumbó boca arriba) Hola pequeña...
-Malú, cuando quieras... (Me miró) podemos irnos...

Se rio, dejó a Carmela sola y se levantó. Se acercó a las bolsas y antes de hacer nada más, me miró seria. Me preocupé, no me gusta verla así, me asusta.

-He cancelado la reserva del restaurante.
-Vaya... (Dejé de respirar por un segundo) ¿Tienes planes?
-Si... (No la miré, bajé mi vista hacia el suelo) He preferido ir al restaurante... coger la comida... (La miré de nuevo) Y cenar aquí... (Sonrió) ¿Te apetece?

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Yo creo que a Vanesa si le apetece... no mucho eh... un poquitín... 😜
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¡Mañana más!❤️