Capitulo 3

1.8K 81 6
                                    

Capítulo 3

-¿Cómo ha ido ese café?

Esperé unos segundos antes de contestarle a Ana cuando llegué de nuevo a la oficina, me senté en el sofá después de cerrar la puerta y dejar mi bolso en el colgador.

-Bueno... (No la miré)
-¿Ha habido algún problema? (Dijo sentándose a mi lado)
-No...
-No te veo muy contenta.

La miré al fin, me conocía demasiado para poder engañarla, sacó una media sonrisa y se acercó más a mí hasta que pude abrazarla. Es la única persona, ahora mismo, que entiende cuando necesito un abrazo. Me separé a los pocos segundos, y volví a mirarle a los ojos.

-Tiene razón...
-¿Alba? (Asentí) ¿En qué?
-Me refugio en mis canciones, en mis letras... Pero, el dolor sigue aquí... (Volví a mirar hacia delante) Monta una pequeña reunión con la discográfica y los productores, (la miré de nuevo) voy a ir a 'La voz'.

Me levanté sin dejar a hablar a Ana, sabía que si la escuchaba y volvía a darle vueltas a mi cabeza acabaría no yendo al programa, pero no. Esta vez no había vuelta atrás. Salí del despacho. Con mi pequeña mochila en la espalda me dirigí a un parque cercano, encontré una sombra bajo un viejo árbol y me senté. Necesitaba respirar y mi cabeza se calmase. Cogí mi teléfono cuando oí que me llegaba un mensaje, era Ana, 'Dentro de dos horas en Warner'. Le conté rápidamente con un 'Ok', y volvía dejarlo en la bolsa. Me estiré en la hierba mojada a causa del frio de la noche, y la sombra de aquel árbol, cerré los ojos. Cuantas veces había soñado con todo esto, y a veces creo que no lo hago de todo bien... Volvió a sonar mi móvil, varias veces, sonreí pensando que era mi tropa votando mi canción en alguna radio nacional, que suerte tenerlos. Cogí el móvil, iba a mandarles un mensajito dándole las gracias por tanto, pero, los mensajes que me habían llegado no eran de ellos. Sonreí al ver el nombre de quien me escribía, abrí la conversación, '¿Reunión dentro de un par de horas? ¿Hay cambios de opinión?'. Le contesté rápidamente, 'No seas impaciente Alba... nos vemos después'.

Me levanté después de unos minutos más en ese parque, me encantaban los niños y verles jugar pero también la paz que sentía cuando llegaban estos meses de colegio y los jardines se quedan solos, con sus diferentes olores. Y en ese en especial, cuando a finales de verano y los jazmines me daban la bienvenida.
Llegué cinco minutos tarde a la reunión, no tenía mucho que decir, entré y todos se giraron para mirarme, respiré, me senté al lado de Ana, enfrente de Alba como esa misma mañana, le sonreí, miré a mi productor jefe y lo solté sin pensarlo.

-Alba tiene razón... Estamos desaprovechando una gran oportunidad...
-Vanesa.. no vamos hacer nada que no quieras, ya lo sabes. (Dijo él)
-Lo sé y os lo agradezco. Pero, se acabó. Quiero ir a los directos, si la cadena está conforme.
-Vane, podemos esperar a la versión Kids...

Miré a Ana mientras me levantaba, me reí.

-¡Mira! También podéis apuntarlo.

Oí a Alba reír tras aquel comentario que dije antes de salir por la puerta, bajé las escaleras sonriendo, envié un mensaje a Ana diciendo que nos variamos mañana, que se tomara la tarde libre y paseara con sus perros, quedaban días largos de promociones y entonces no tendríamos tiempo de nada. Guardé el móvil cuando oí mi nombre detrás de mí, sonreí, paré antes de salir a la calle y me giré.

-¿Contenta? (Le pregunté)
-¡Muchísimo! (Dijo sonriendo ella también) No te lo voy a negar...

Me reí mientras me daba la vuelta y ella se ponía a mi lado, salimos por la puerta y nos dirigimos a la calle. La miré de reojo y seguía sonriendo.

-Yo también estoy contenta. (Me miró sorprendida) Si... no me mires así. (Le dije) Te debo unos gin-tonics. (Sonreí)
-¡Bieeeeen! (Dijo dando palmaditas mientras seguíamos andando) Vamos hacer algo mejor... (Dijo mirándome sonriente)
-¡Uy! Miedo me das...
-Que no boba... (Alcé mis cejas esperando que continuase) Tú invitas al gin-tonic y yo a la comida... (Sonrió) Conozco un restaurante de cocina mediterránea fusión que te va a encantar.

Tiró de mi mano y en unos segundos me vi sentada en un taxi dirección de 'La bodega de los secretos', había oído hablar de él pero no había tenido tiempo de ir. Pero había llegado el momento, allí estábamos sentadas en aquel restaurante precioso tomándonos una ensalada con una salsa oriental deliciosa. Con un vino blanco que sabía a gloria. Todo eso junto la compañía de Alba estaba siendo una comida perfecta. Hablamos de todo, de cómo había llegado a estar e n nuestro equipo, sus inicios en una radio toledana haciendo cafés a un jefe prepotente hasta llegar a como me descubrió.

-Un dio te oí en esa radio, estaba haciendo café (rio al recordarlo)... recuerdo que cuando terminó el líquido había sobresalido de la taza, y mi jefe me echó la bronca.... Por tu culpa.
-¡Qué morro!
-¿Yo? No hagas canciones tan intensas...
-(Me reí) Me parece a mí que tú eres más intensa que yo.
-¡Uy! No lo dudes.

Volví a reírme cuando el postre llegó y por fin lo gin-tonics que habíamos acordado estaban delante de nosotras. Quedaban apenas dos mesas a nuestro alrededor, no sabía qué hora seria ni me importaba, me lo estaba pasando tan bien. Hasta que, después de darle el primer sorbo a mí bebida, miré a Alba y estaba pálida.

-Ey... ¿Estás bien?

No me respondió, miraba a lo lejos y sin pestañear, así que me giré. Y en qué momento lo hice... Dejé de sonreír, me apagué por dentro cuando les vi, y mi cabeza me decía que volviera a girarme pero mi corazón no podía, y mi cuerpo le hizo caso a él, y me quedé quieta cuando sus ojos se clavaron en los míos, y aun dolió algo más por dentro cuando miré a su hermano y giró su cara al verme mientras cogía el brazo de Malú y la obligaba a irse de aquel restaurante.

Arañando el destinoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon