Hipotermia

244 21 2
                                    




                   

Mi mente estaba procesando todo lo que mi amigo estaba diciéndome. Lo juro, trataba de concentrarme en todo lo que decía, pero el movimiento de sus labios me distraían bastante.

-...Y bueno, así saqué la conclusión que debo casarme cuanto antes.

-¿Casarte?

-Sí, no me estás escuchando.-Parecía molesto. Bajo la tenue luz de nuestra cocina, sus ojos se veían un poco más claros de lo normal.

Levantándose de su asiento tomó su plato vacío de la cena, yo apenas había tocado la mía, y se fue de ahí a paso apurado.

-¡Cam! Espera, por favor.- me levanté y lo seguí a su cuarto.

-¿Por qué estás tan distraída? No entiendo qué es lo que te ha estado pasando durante las últimas dos semanas... Necesito que me expliques.

Bien, te lo voy a explicar. Jamás estás conmigo, Tessa tiene toda tu atención, estudias mucho, y yo simplemente no puedo formalizar lo mío con Chris sin que tú te des cuenta. Mi problema eres tú, son mis tontos sentimientos por ti.

-Es el trabajo, me ha traído muy ocupada y necesito un breve descanso de eso.

-¿Poner abono a plantas te tiene exhausta?-lo miré mal y hora soy yo la que me molesté.- Bay, no quise decir eso... Yo...

-¿Piensas que mi trabajo es un chiste, no?- finjo una falsa carcajada- Claro, lo dice el doctor, el gran maestro de la vida.

-Bayley no seas así, no me refería a eso.

-Sí, ¿sabes cuál es mi problema?- nos quedamos un momento en silencio.- ¡Tú!

Oh Dios, lo he dicho. He confesado una parte de mí.

-¿Yo?

-Has estado distante estos últimos meses, ¿crees que no me siento sola cuando llego a esta casa y no estás? ¿O cuando estás solo estás con Tessa?

-Ya salió el problema, Tessa.

-No,- Sí- mi problema es que no encuentro sentido al hecho de vivir juntos si jamás estás aquí, ¡patético!

-Pues si no te gusta, ¡vete!

Todo se quedó en completa incomodidad, oía como mi corazón se partía en pedacitos al escucha que él hablará así conmigo. ¿A caso yo era su problema en todo esto? Sabía que en todo caso hacia el mal tercio. Cameron ya no me necesitaba, él ya había tenido la fortuna de encontrar a su otra mitad, el complemento que todos merecemos. Y esa no era yo, aunque quisiera.

-Bueno, pues me voy.

-No seas melodramática.-dijo con arrogancia.- ¿Dónde te quedarías de todas formas? Yo pago más de la mitad del alquiler aquí.

-Eres un idiota, Cameron.- Lágrimas salieron de mis ojos, una tras una hasta que mi rostro estuvo empapado de ellas.

Terminé de empacar lo necesario, un par de mudas y el cardador de mi celular. Para entonces el que es, o era, mi mejor amigo estaba viendo uno de sus programas favoritos.

-¿Bay?-se acercó a mi dejando a un lado en control y apagando la tele.-¿Qué haces?

-Me voy, ¿no es obvio?

-Bay, soy un estúpido...

-Sí.

-...Pero por favor no me hagas esto. Yo soy el que te necesita.

-No Cameron. No me necesitas.-me fui directo a la puerta principal, sentí cómo Cam me taba del brazo.-Cameron, lo dejaste muy claro, soy un estorbo. Sólo necesitamos algo de tiempo, ¿sí?

-No lo hagas.

-Adiós.- y salí de ahí con mis maletas, un nudo en l garganta y mi rostro lleno de lágrimas.

(...)

Estaba en un parque que se encontraba a unas cuadras de la casa de Christian. Indecisa por ir y tocarle, decidí quedarme un buen rato a pensar las cosas que recientemente me habían estado sucediendo.

Sabía que estar dentro de esa casa me hacía mal, y que haberme ido de ahí fue lo mejor que pude haber hecho. Aún tenía demasiados pendientes en mi vida: decirle a mi madre que no había quedado en la universidad, conseguir un lugar donde pasar la noche, y sobre todo olvidarme de mi mejor amigo. Olvidarme de él completamente, sabiendo que eso sería una misión suicida.

-Bay, ¿qué mierda?- la voz de la persona que ahora, más que nunca, deseaba escuchar.- Mírate, tus labios están morados.

Traté de pronunciar algo, pero las palabras no salían de mi boca, sentía como si me los hubieran sellado con alguna especie de cemento. Pronto me percaté que en realidad no podía sentir varias extremidades de mi cuerpo, mis ojos me pesaban y sentía la sangre congelándose. Claro, había pasado el tiempo en aquél parque demasiado tiempo y con aquél clima tan frío que se sentía; estábamos entrando a invierno y yo ni siquiera llevaba un abrigo decente puesto.

-Ven, te llevaré a mi casa.-me tomó por los brazos y sentí un extraño calor que inundó mis huesos sintiéndose un leve dolor.- Bianca se va a poner como loca cuando te vea.

Christian, siempre tan oportuno.

Al sentirme protegida entre él, pude tomarme la libertad de cerrar mis ojos y dejarme caer en un profundo sueño. Lo único que pude oír antes de caer en él fue una maldición por parte de Chris, y luego negro.


¿Adivinen quién ya subió nuevo capítulo? Pos yooooo!

jeje no olviden votar y seguirme y amarme y comentar y comer y todo...

Recuerden que los amo mil 8 mil forever.

BAI.

Gay por conveniencia [ SIN EDITAR ] Where stories live. Discover now