Películas.

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Recién me había salido de bañar, el timbre, el cuál era el himno nacional de los Estados Unidos, comenzó a sonar en todo el departamento.

-¡Un momento!- grité mientras me ponía un suéter de Cam y unos pantaloncillos cortos.

En cuanto terminé de amarrarme mi cabello aún húmedo, salí corriendo hacia la entrada. Al abrirla Ana entró casi corriendo hacia en baño- claro que sabía dónde estaba- gritando lo mucho que le urgía, y los demás entraron saludando. Tal parece que "una pequeña" reunión aquí era algo así como "venga, invita a todos los que conozcas". Dentro de la casa habíamos ochopersonas: Christian (el cuél fue el primero en saludarme con un pico, tomándome totalmente desprevenida), Jan, Ana y su novio Gabriel, Bianca y John junto con su acompañante.

-¿Dónde puedo dejar esto?- preguntó Jan alzando un gran plato con la comida.

-La cocina está a tu derecha.- le sonreí mientras acomodaba nuestros sillones para poder caber todos.

- ¿Estás segura que quieres quedarte a ver aburridas películas? Aún podemos escaparnos.- Christian me susurró en el oído mientas me abrazaba por atrás.

-Sí, no estoy muy segura en dejarlos a cargo del departamento.-volteé hacia un sillón, el cuál ya estaba ocupado por los dos tortolitos caliente de Ana y Gabriel.

-Perfecto, pero tú te vienes conmigo.- tomó mi brazo, y me arrastró hacia mi habitación.

Una vez dentro de ella, Christian me empujó hacia la pared y comenzó a besarme. Sus labios eran tan suabes y perfectos. Lo tomé de la nuca acercándolo más a mí, como si eso fuera posible, pegando nuestros cuerpos y fundiéndonos en un abrazo. Cogió mis piernas para así poder enredarlas en sus estrechas caderas.

Nuestras respiraciones se mezclaban hasta llegar a un punto en no saber dónde comienza la mia y terminala de él. Las miles de sensaciones que sentía en este preciso momento eran agradable, y el que él repartiera suabes y húmedos besos en mi cuello para luego regresar a mi boca, era único.

-Creo que...-dije con el aliento entrecortado.- deberíamos regresar.

-No lo sé, yo estoy muy agusto.- volvió su atención a mi cuello. Succionó con bastante fuerza que tue miedo a que pudiera dejar una marca.

- Chris...-lo separé lentamente.- debemos regresar.

- De acuerdo, pero no me basta con sólo besar a mi chica.-me sonrió y me depositó un suabe beso en mi frente para así acomodar su camisa y que yo pudiera arreglar mi cabello.

-Yo no soy tu chica, no que yo recuerde.- tomé uno de los cepillos de mi tocador y lo pasé por mi cabello lentamente.

-¿Lo quieres hacer más formal?- se puso detrás de mí y masajeó mis sienes.- Ser exclusivo me suena bastante bien...

-Yo...- estába con contestar una estupidez, cuando volví mi mirada al espejo y ahogué un grito.- ¡Qué demonios, Christian!

-Es bastante bonito, hice un muy buen trabajo.- tocó la marca que había dejado por entre mi oreja y mi clavícula.- Deberías lucierlo allá afuera.

-Tonto, debemos ir con ellos.- decidí dejar mi cabello suelto y fui a la puerta.

Por detrás de mí pude oír la ronca risa de Chris. Este hombre me está volviendo completamente loca. Durante toda la noche estuve cerca de Chris, él acariciaba mi cabello, le daba besos ocacionales a mi nuca y masajeaba mis hombros de vez en cuando. En cuanto a los demás, Jan y Bianca estuvieron compartiendo algunas críticas sobre las películas que habían llevado, Johnny y su acompañante Shawn estuvieron bastante cerca y cariñosos, Shawn tomaba la mano de mi amigo y lo miraba con cierto brillo en sus ojos, bastante bonito de ver. En cuanto a Ana y Gabe, bueno... no hace falta describir lo cariñosos y sensuales que habían estado.

Gay por conveniencia [ SIN EDITAR ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora