Un nuevo comienzo Canadá.

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Bien dicen que un nuevo comienzo es bueno en la vida de alguien; ayuda a abrirte puertas, conocer nueva gente o quizá encontrar al amor de tu vida.

Sí...ese no era mi caso.

Poco antes de mi décimo noveno cumpleaños, mi madre había decidido- o más bien, nos había obligado- en mudarnos de nuestro hermoso, caluroso y soleado condado de Orange, para dirigirnos a Ontario, Canadá. No sabía mucho sobre esa ciudad, pero lo que sabía era que era una de las más frías ciudades de aquél lugar. ¡VIVAN LAS CLASES DE GEOGRAFÍA Y A GOOGLE MAPS!

Mi madre era escritora, o bueno, eso creía. En toda su vida había estado escribiendo libros para niños pequeños, cuentos en su totalidad. Pero hacía unos meses, una editorial había decidido patrocinarla y darle un puesto fijo. Sonaba genial, de no ser porque teníamos que mudarnos hasta el otro lado del mundo. Mi madre, mis dos hermanos y mi padre estaban maravillados con la noticia, y yo por mi parte me sentía devastada; dejar el lugar en el que prácticamente crecí, me hacía sentir un tanto melancólica. Los días soleados, los campamentos con mis primos, días de campo, paseos por la playa, grandes olas y sin mencionar los turistas estúpidos que se habían quemado por no usar bloqueador solar... todo eso había acabado.

-Bayley, no seas pesimista, todo va a salir bien.-mi padre cerró la puerta de nuestra vieja mini van, para luego ponerla en marcha.- Verás que todo saldrá bien; harás nuevos amigos, tu nueva escuela te va a encantar, ¡la nueva casa!

-Es que papá, ¡ese es el problema!- mientras el semáforo estaba en rojo, mi papá aprovechó para lanzarme una mirada confusa y fulminante.- No quiero nada nuevo, lo viejo me agradaba, era lo que me convertía en "Bayley".

-¿Y cómo te resultó eso, pequeña Ducky?- la voz de mi hermanó se escuchó por detrás de mí, me giré para lanzarle una almohada.- ¡Mamá!, tu hija está loca ¿Es muy tarde para dejarla aquí o en algún manicomio?

-Sí, Justin, es muy tarde.- mi madre me guiñó un ojo.- Vamos, cariño, todo saldrá de maravilla. Deberías aprender de Sofía, ella no se queja.

-¡Tiene dos años, mamá!- apunté hacia el asiento para bebés que estaba a un lado mío.- Dudo que sepa lo que está pasando en este momento.- las palmaditas y la risa de Sofi, hicieron que mamá sonriera ampliamente y se acomodara en su lugar, dando fin a nuestra fugaz discusión. Y prácticamente así transcurrió todo el viaje al aeropuerto.

Dando un rápido resumen de mi familia, podría decir que éramos "diferentes".

Derek, era algo parecido a mi padre. Después de que el primer esposo de mi madre nos abandonara, Derek nos ayudó a salir a delante, económica como emocionalmente. Para mí, él siempre será mi padre. No podía culpar a mi madre, Derek era especialmente guapo, atento, y por no decir la infinidad de veces que me había salvado de una tremenda regañada por parte de mi madre.

Justin, mi hermano mayor. Todo un rompecorazones, este año va a la universidad de medicina allá en Canadá. Mi madre había conseguido que le dieran una beca económica por parte de la editorial. Si bien, mi hermano podía ser un verdadero idiota, pero ese idiota era el idiota más dedicado al estudio y a su familia. A pesar de que tenía un parecido enorme a mi padre biológico, Justin era todo lo contrario a él.

Sofía, mi hermanita menor. Era hija de Derek y mi madre, su único trabajo – y el cual le resultaba de mara villa- era lucir adorable las veinticuatro horas al día. Y es que con esos grandes ojos verdes y su cabello rizado, podía conquistar a cualquier persona. A sus cortos tres añitos de vida, sabía conquistar a todos... Bien, no estoy celosa, de verdad que no. Debería ser irónico que ella encanta a más personas que yo a los chicos.

Elizabeth (Beth Lee, para sus fieles lectores), mi extravagante y a veces inapropiada madre. Después de su primer desastroso matrimonio, comenzó a escribir deprimentes novelas "románticas"; y no es porque crea que sus historias eran malas. Para nada, eran excelentes, pero sus títulos no convencían a las editoriales, títulos como "El amor, una decepción con cara y cuerpo" o tal vez "Después de un amor, sigue la decepción" o sin duda, mi favorito "A la v*rga el amor". Así que decidió escribir cuentos infantiles en su totalidad. Y hace apenas cuatro años encontró a Derek, un hombre que merecía tenerla, y el cual lo quiero mucho.

Y por último, estoy yo. Bayley Lee, alias Ducky. La verdad no hay mucho que decir de mí, simplemente soy la hija de en medio; ni muy grane para salir sin permiso de mis papás, ni muy pequeña para ser consentida por éstos. Solo Bayley, la hija incomprendida por su familia. Amante de los cómics y películas del cine gore. Esa soy yo.











Nota del autor.

Hola lectores hermosos y pechochos voten por este trabajo que es de todos y que con todo el amor que mi kokoro les puede brindar, yo hago. Quiero recordarles que tengo mis redes sociales, en las cuales pueden enviar sus sugerencias, saludos, preguntas o fotos para agregar en multimedia (Por ahora no uso Facebook por cuestiones personales, pero.si en un futuro lo llegara a utilizar de nuevo, se los haré saber)

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Y también por aquí, en sus comentarios. Gracias por todo su apoyo, si les gusta la novela no olviden en compartirla con sus amiwitos y así :3 Hasta el próximo lunes, pequeños unicornios del Señor.

Los ama mucho, Mrs Breathless, su puerquita de Guinea

Gay por conveniencia [ SIN EDITAR ] Where stories live. Discover now