Orgasmos de la abuela

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En mi casa se respiraba tensión y comida tailandesa. Desde que Cameron había llegado, mi madre sólo se dedicaba a lanzarme miradas fulminantes y tóxicas. Definitivamente estaba muerta.

-¿Así que tú eres Cameron?-dijo el abuelo, mientras comía la cuarta barra de chocolate.

-Sí, creo que ya había quedado claro la tercera vez que me lo preguntó, señor.-Cameron trató de reprimir una carcajada.

-Cameron.- por primera vez, desde que mi mejor amigo había llegado, mi madre había decidido ser partícipe de nuestra conversación inexistente.-¿a qué debemos tu visita?

Sentí cómo cada músculo de mi cuerpo se contraía, mi corazón comenzó a latir aún más fuerte y las manos me sudaban. Era ahora o nunca.

-Vengo a hablar sobre el futuro de Bayley.-no sé en qué momento pasó todo, ahora el idiota de Cameron estaba encima de la mesa de centro. Tiró todo objeto que estaba en ella, se aclaró la garganta y se ajustó la chamarra (seguramente la más decente que tenía).- Como ustedes ya sabrán, su hija es aspirante a la UMC. Es una estudiante ejemplar, teniendo el mejor promedio de su clase no dudo en que sea la primera opción para una universidad de tanto prestigio.- voltee mi mirada hacia mi madre, la cual parecía aburrida y sin interés alguno de lo que él estuviera hablando.- Mi punto es que se acercan las fechas de aplicación para la UMC, Bayley y yo hemos estado hablando acerca de nuestros futuros, los estudios, los gastos universitarios... Brooklyn es una ciudad con mucho avance en cuestión de tecno-biología, una excelente fuente de trabajo en un futuro para Bay.

-Todo suena de maravilla, hijo-dijo Derek.- pero no entiendo el fin de ésta visita y el inesperado discurso.

-Bueno, yo aspiro a estudiante de medicina.-sonrió ampliamente.- y también iré a la UMC, sería una gran idea si Bay...

-No.-interrumpió mi madre.

-Si me dejara tan solo explicar que...

-He dicho que no, Bayley de ninguna manera se irá contigo a Brooklyn.-dicho eso se paró y se fue a la cocina.

Sentí que todo se movía en cámara lenta, la mirada de todos fija en mí esperando una reacción por mi parte, pero lo único que pude hacer fue correr. Corrí lo más rápido que pude sin rumbo fijo. Mi mundo se caía en mil pedazos, la oportunidad que tenía de conocer nuevas personas, forjar mi carrera en la botánica, Cameron... Cameron, Cameron, Cameron. Era todo en lo que pensaba, debía admitir que estaba terriblemente enamorada de él, de todo él. Sus ojos azules, su largo y ondulado cabello, y su estúpido e inmaduro sentido del humor. Todo él me encantaba de una manera que ni yo misma me lo podía explicar.

Mis pulmones ardían, el frío del invierno comenzaba a calarme los huesos y mis piernas temblaban levemente. Caí en cuenta que estaba sola a la orilla del lago Hutson, me recordaba a la primera vez que me arrestaron. Todo este lugar me recordaba a él, mi corazón se rompe y los cachos que quedan rasgan lo más profundo de mi alma manchando todo dentro de mí. Grité, no por dolor ni por coraje, simplemente grité. Lo hice hasta que me doliera mi garganta, hasta que no quedara ni un solo aliento. Me tiré al suelo y fijé mi vista a la nada, lágrimas caían de mi mejilla, después un torrente de sentimientos salían de mis ojos.

-Bayley, joder corres rápido.-una voz ronca me sacó de mis pensamientos.- creí tener la misma condición que hace veinte años. Debí dejar que Justin viniera por ti.

-¿Abuelo?- limpié mis ojos y enfoqué la mirada lo mejor que pude.

-Y bien niña, ¿quieres quedarte aquí, o prefieres ir por algo de tomar?- me ofreció una mano.-conozco una gran taberna cerca de aquí.

-Abuelo, tengo dieciocho.-solté una pequeña sonrisa.

-Está bien, está bien. Iremos a una pequeña fonda que queda a una cuadra de aquí.-metió sus manos a los bolcillos de su pantalón y luego me miró.- ¿Tendrás veinte dólares que me prestes?

- Viejo avaro.- negué sonriendo.- Vamos abuelo.

Tras unos quince minutos de silencio, llegamos a una pequeña cabaña. Entramos una señora nos trajo un poco de chocolate caliente. Mi abuelo me estudiaba con la mirada una y otra vez hasta que por fin se dignó a soltar una palabra.

-Y bien...- carraspeó para obtener mi total atención

-Bien...

-¿Quién es ese tal Cameron?

-Es un amigo.-se puso serio y levantó una ceja.- de verdad, somos amigos.

-Bayley, te contaré una historia.- dejó a un lado el chocolate para luego mirarme a los ojos.- La verdad es que no tengo nada que contarte, sólo que todas las personas de mi edad tienen algo sabio que decir...

-Eres la persona más extraña que conozco, ¿lo sabías?

-Sí, muchas veces me lo recuerdan.-me sonrió de verdad.- El punto es que si él en verdad te gusta, Bayley, debes decírselo.

-No puedo.- agaché mi mirada.

-¿Por qué no puedes?- tomó mis manos entre las suyas.

-Porque él...- tenía que decírselo a alguien, ¿no? No podía estar así mucho tiempo, debía de confiar en alguien para dejar el peso con el que me cargaba. Y ese alguien debía ser el abuelo, con suerte y sería discreto con eso.- cree que yo le tiro al otro bando.-la confusión se dejó ver en los ojos de él.- Ya sabes, que me gusta el arroz con popote.-aún no captaba.-¡Que soy gay!- todo el mundo se quedó en silencio viéndonos.

-¿Eres gay?

-¡No!

-No lo entiendo entonces ¿por qué él iba a pensar que tu eres gay?

-No lo sé, llegó una noche, me planteó lo de Brooklyn y se fue pensando que soy gay, no lo entendí hasta ese día. Él cree que soy gay y por eso quiere que viva con él.- me tapé la ara con las manos y di un fuerte suspiro.

-¡Carajo!- pasó una mano a su boca tratando de no burlarse de mí.- Qué imbécil es ese tipo.

-¿Lo crees?

-Por supuesto, cree que eres gay.-planteó.- pero no se da la idea de que tú, mi queridísima Bayley, estás jodidamente enamorada de él.

-Yo no...-mi voz tembló- Quiero decir... él no me gusta.

-Sí, lo haces, lo amas.- me sonrió.

-Yo no lo amo.-aseguré.- es atractivo, pero para nada lo amo.

-Claro, ¿sabes una cosa? Yo creía que tu abuela me aborrecía, pero ya puedes ver cómo son las cosas.- se acercó a mí y me pasó uno de sus brazos por mi hombro.- Un par de palabras bonitas y la tenía bajo mis sábanas.

-¡Abuelo, qué asco!- comencé a reír.- Ahora llevaré la imagen de mi abuela teniendo un orgasmo.

-Sí, lo harás.

Un mensaje de texto llamó mi atención, al ver de quién se trataba mi corazón dio un brinco.

De: Cameron.

La fiera está calmada ¿Tienes tu pasaporte listo?

No podía creer lo que estaba leyendo, a caso Cameron...

De: Bayley

Le acabas de decir fuera a mi madre... ¿Cameron?

De: Cameron

Sí, te dije somos inseparables. Te quiero

Asdfghjklñ felices fiestas chic@s, los amo 💕
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Gay por conveniencia [ SIN EDITAR ] Where stories live. Discover now