Capítulo 15

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— Tienes 5 segundos para explicar por qué estás aquí. — Dijo Jungkook cerrando la puerta del gimnasio a sus espaldas, luego de que todos hubieran salido. Veía al castaño caminando distraídamente mientras murmuraba en voz muy baja, como si estuviera repasando líneas. Frunció el ceño.
¿Qué diablos hacía?

— Oh, ya estás aquí. — Taehyung detuvo todos sus movimientos y lo miró muy atentamente. Jungkook hizo lo mismo.

Kim Taehyung, aquel chico al que había considerado una vez como su mejor amigo; ese activo consejero que siempre estaba a disposición, y al mismo tiempo… el más rastrero traidor. Jungkook no podía perdonarlo, no podía. El chico no se dio cuenta cuando su expresión, de a poco se iba comprimiendo por el asco que sentía hacia él, y no lo hubiera notado de no ser por la lastimera y  brillosa capa que cubrió los ojos del contrario.

— Deja de mirarme así. — Su voz se entrecortó. Jungkook pensó que aquel chico castaño que estaba hablando en ese momento era él, un par de años atrás, cuando la mirada de su padre aún le afectaba y no podía soportar la vergüenza y la deshonra que en ellos se presentaban.

— Es inevitable. — Respondió fríamente, pero enseguida se detuvo al saber que aquellas habían sido las misma secas palabras de Jeon Sungjin. — U — un minuto. Te doy un minuto, sólo eso.
Taehyung negó, mordiendo su labio inferior. No quería llorar, pero no podía alejar el punzante dolor de su pecho al ver como lo que había sido la amistad de ambos se le escurría entre los dedos, incapaz de poder retenerlo.
— Necesito más que eso. Vayamos…vayamos a tu casa. — Intentó acercarse, pero el menor dio múltiples pasos hacia atrás.

— ¡No, Taehyung!

— ¡Antes me llamabas hyung! — Gritó él.

— ¡Eso ya pasó! — Sentenció Jungkook con la voz aún más alta, casi desgarrando su garganta. — Eso era antes… — Luego de aquello ninguno de los dos habló, sólo se mantuvieron en silencio, dejando que la última luz del atardecer se escondiera entre la distancia que guardaban y diera paso a la noche. — Te quiero lejos, no quiero volverte a ver nunca más. — Jungkook quien había mantenido la mirada fija en el piso hasta ese momento, lo miró con determinación. Pero grande fue su sorpresa al ver que el chico lo miraba con una aún más grande.

— De acuerdo. Desde mañana, jamás volverás a verme.

— …

— ¡Pero! Si quieres poner fin a esta amistad, será con mis condiciones. — Estuvo a punto de recriminarle, pero decidió mantenerse callado, ya que de igual manera Taehyung parecía que no iba a dejarle hablar. — Te quedarás conmigo en lo que queda del día.
Jungkook lo miró incrédulo. ¿Justo tenía que ser ese mismo día? Él tenía cosas que hacer, debía ir con Jimin; a practicar, a disfrutar del tiempo con él. No quería malgastar su día en alguien que ni siquiera valía la pena y que no quería ver ni en pintura. Sin embargo, Taehyung ya había comenzado a caminar y Jungkook concluyó que sería única manera de deshacerse de él. Soltó un largo suspiro y caminó algunos pasos detrás de él.

Aquella noche sería larga.

Olympics (五輪) ʲⁱᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora