Capítulo 48

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Taehyung siempre pensó que Jeon Sungjin era un buen hombre.

Y Jungkook nunca, jamás había querido cambiarle esa imagen. Antes, para él Taehyung era tan importante que sentía que no dejaría que nada de lo que dijera le molestase, ni siquiera algo tan banal y normal como lo era ser maltratado por su padre, así como éste también golpeaba a su madre. Pero ahora las cosas eran diferentes, y ahora era Taehyung la última persona a la que podría confiarle sus problemas. Pero por respeto a su amistad o lo que quedaba de ella, Jungkook sentía que ya iba siendo hora de contarle.

O eso pensaba. Ni muy bien había terminado el tema de la hipocondría y las inyecciones de Propanolol cuando el chico enseguida había entrado en negación. El menor podía entender cómo se sentía. Hasta no verlo con sus propios ojos, Taehyung no le hubiera creído todo lo que le decía. Pero ya tenía una de las pruebas; Jungkook acababa de tener un ataque hace tan sólo unos minutos atrás. Y si la hipocondría era cierto, las dosis también lo eran, así como los abusos, la crueldad y todo lo que venía después.

El pelinegro no omitió ningún detalle, desde cómo se había enterado hasta lo vivido con Hyungseok. Vio desde primera fila cómo, al llegar a la mitad de su relato, el castaño parecía ya no escucharle. Tal vez lo hacía, pero se veía lo suficientemente aturdido como para preocupar a Jungkook. Su expresión fue quedando en neutro poco a poco. El mayor no preguntaba nada, no decía nada siquiera. Apenas terminó, Jungkook quiso recordarle que ya no estaba enojado y que estaba dispuesto a escuchar cualquier duda o cosa que tuviera que decir. Pero no obtuvo nada de él. De hecho, no esperaba siquiera la siguiente reacción. En los ojos de Taehyung....justo como la primera vez que le había presentado a Halla, justo como la primera vez que había visto a Jimin, en sus ojos...

Había algo terrorífico.

El brillo en la vista del chico a su lado era simplemente siniestro.

Cuando estuvo otra vez en el aeropuerto de Seúl, Jungkook no podía evitar pensar en ello. En ese momento Taehyung se había levantado del piso — en donde el menor había decidido dejar todo salir —  y había caminado fuera de los vestidores. Sin decir nada. Sin mirar atrás. Sólo se había ido, dejándolo ahí. Quiso pensar en que tal vez no estaba sorprendido, pues esa era la parte interior de su examigo que causaba que le recorriera un escalofrío desde los pies a la cabeza, pero lo había estado. Al menos estaba seguro de que no estuvo tan consternado cuando el mensaje de su entrenador actual había llegado a su teléfono celular. Simples palabras...

"Estás fuera.", era todo lo que decía. Jungkook supo de inmediato qué significaba. Kim Daehyun le había amenazado con volver a Jeju en ese mismo instante, pero él definitivamente no quería eso. No sabía cómo decirle que no volvería porque su propio hijo había intentado violarle. Todo lo que pudo decir fue "No lo haré, cuídese entrenador.", cosa que había sido la causa de su completa expulsión.

Sólo se preguntaba qué demonios haría ahora con las nacionales acercándose cuando él era un gimnasta sin gimnasio. Pedir ayuda a sus nuevos promotores no era una opción. Si se enteraban de que no tenía en donde entrenar lo más seguro es que le llevarían a algún lugar ostentoso fuera del país o algo parecido. Las marcas promotoras que había adquirido no eran una broma. Pero él no quería irse aún más lejos y aunque sabía que apenas era una opción — no lo era, no se lo permitirían — , su nombre no tardó nada en aparecer en su mente.

Jimin.

Viéndose desde otros ojos, Jungkook se veía como un perro volviendo a su dueño. No importaba que tan lejos fuera, que tan cansado estuviera, él regresaría a Jimin de una manera u otra. Tal vez se daba un poco de pena, no tenía a dónde ir en lo absoluto. Ni siquiera podía ir a su propia casa.

Olympics (五輪) ʲⁱᵏᵒᵒᵏHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin