「No la dejaré」

VI

Después de pensarlo no mas allá de un minuto, decidió decirle su nombre.

¿Qué podría salir mal?

—Soy Sakamaki Subaru, un gusto —dijo intentando no sonar como que estaba coqueteando con ella.

Irelia lo miró al instante detenidamente, era una versión adulta del niño de sus sueños*. Un recuerdo efímero de él abriendo una puerta con mirada preocupada y ella cerrando los ojos.

Dio un paso atrás intentando calmarse.

—I... igualmente, Subaru —dijo con algo de suerte.

Subaru se cuestionó si aquello de decirle su nombre habría sido un error al verla así.

—¿Estás bien? —preguntó sin acercarse.

—Sí... solo iré... a enfermería —respondió dandose la vuelta y caminando lentamente por el pasillo.

—Menudo idiota resultaste ser —se escuchó detrás de él a la vez del sonido de un libro cerrarse con fuerza.

Ruki.

El albino se volteó rápido y controló su impulso de golpearlo al cruzarle por la mente la imagen de él besando a su hermana.

—¿Con qué derecho le dices eso a mi hermano? —se escuchó, nuevamente, detrás, Subaru no se dio la vuelta para ver quién era, obvio que era el pelirrojo molesto que tenía como hermano mayor.

—Agradecería que alguien con el coeficiente intelectual que tienes tú, no me defienda —pidió hiriendo de sobremanera el orgullo de Ayato, Ruki soltó una risa, bastante amarga—. ¿Soy yo el idiota? Desde mi punto de vista, eres tú.

—Oh, ¿Y por qué yo?

—Por llevártela en primer lugar, esto tarde o temprano iba a pasar... ¿A caso querías hacer algo con ella?

—No creo que te importe lo que yo quiera, yo solo seguí ordenes —respondió algo fastidiado con el tono en el que Subaru había dicho lo último.

—¿De Karl, acaso? ¿Sigues siendo su marioneta? —preguntó Ayato luego de haberse repuesto de su orgullo.

—Que gracioso que lo digas así cuando tú también fuiste una marioneta de él —se burló con algo de diversión en su voz—. Como sea, si siguiera siendo una marioneta de él, la habría mandado a hablar con él, pero no lo hice y la mantuve alejada. ¿De qué sirvió si lo primero que hiciste fue mandarla con él? Pedazo de idiota.

Ruki se refería a que, probablemente Irelia iría a enfermería por el dolor de cabeza.

—¿Estás diciendo que ya no eres parte de los planes de él?

—Algo así.

El timbre que indicaba que tenían que ir a sus aulas sonó, por lo que los tres vampiros dejaron la charla y cada uno se fue por su lado.

•• 

Irelia

Subí todas las escaleras hasta llegar al último piso; la azotea.

Abrí la puerta no sin antes resoplar, nada más caminé un poco, la imagen de mi tirándome de ahí con los brazos extendidos y con alguien asustado mirándome caer.

Giré mi cabeza algo asustada.

Me apoyé en la pared y fui bajando hasta quedar sentada, puse mis brazos sobre mis rodillas doblados y escondí mi cara.

¿Por qué están pasando tantas cosas?

¿Qué relación tenían Woods y Sakamaki conmigo? ¿Por qué me recordaban cosas?