II

2.1K 206 26
                                    

Y aquí volví, con un capítulo cortisimo, pero eh, que os lo advertí, KSKSKS. Me queda poco para salir de vacaciones, así que le seguiré escribiendo, por mientras os dejo esto.

•••

Omnisciente

Aquella era la misma mansión, ellos eran los mismos hermanos, pero faltaba ella, su hermana, faltaba esa copia exacta a él, versión mujer; y en su reemplazo, llegó la niña más linda que él había visto.

La niña tenía los ojos de su hermano, Ayato, y sus cabellos eran rubios, cortesía de su madre. Él la consideraba la "mocosa más linda que haya visto, sin superar a su hermana".

—¡Jodida mocosa de...! —exclamó con dolor, la niña le había mordido un dedo, lo retiró rápidamente de la boca de la niña y miró su dedo, tenía dos pequeños hoyos con sangre, miró a la niña, tenía una sonrisa inocente y un hilo de sangre en su labio inferior.

—Como terminabas esa oración, te mataba —habló su hermano, padre de la niña, apareciendo en la sala de estar; giró los ojos al escuchar la voz del padre de la linda mocosa.

Hizo un sonido con su lengua denotando fastidio y bajó a la niña de la mesa, limpió la sangre de su labio y la dejó sentada en el sillón, a un lado de él, y revolvió su cabello.

—No hagas eso —pidió Ayato, él lo ignoró—. Es lo mismo que hacías con Irelia.

Al mencionar el nombre de su hermana, el de ojos rojos se levantó al instante. No había olvidado cuando la vio en el hospital, tan diferente, tan llena de vida... tan feliz cuando llegaron los otros.

Bufó molesto y sin mirar a su hermano, salió de la mansión subiéndose a la limusina con sus otros hermanos, cinco minutos tarde.

••

Sentado en uno de los escalones de la escalera principal, por la que todos pasan corriendo para llegar a las aulas; estaba el albino mirando su reloj cada un minuto.

—Mínimo sé puntual, desconsiderada —gruñó molesto. Esperaba a una chica de la clase de al lado, ella le había hablado y le había pedido que se juntaran al inicio de clases. Ni siquiera sabía porque había ido.

Sintió un leve peso en su espalda justo después de sentir que le ponían algo en la cabeza.

—¡Subaru! —gritó la chica a su lado que había hecho todo eso, rodando hacia el lado de una manera extraordinaria, sin caerse por las escaleras, él la miró al tiempo que era cegado por el flash de su celular.

—¿Pero qué mierda? —preguntó desorientado y mirando hacia el frente, quedándose pegado en una chica en especial. Iba de la mano de alguien al quien no alcanzó a ver. Lo que lo dejo mirándola fijamente era el hecho de que era ella, su hermana; La estaba viendo allí, en la escuela, después de tanto tiempo, la última vez que la había visto en la escuela había sido hacía mucho tiempo, ella estaba peleando con un grupo de chicas.

Se levantó de golpe justo cuando la chica desapareció de su vista.

—¿Subaru?

Cayó en cuenta de la chica que estaba a su lado, la miró al instante.

—¿Qué? —preguntó rápidamente.

Al estar un poco ido, se fijó completamente en la chica que tenía en frente. Era condenadamente hermosa, se sintió raro, últimamente encontraba todo lindo, cuando él solo quería ver el mundo arder.

A diferencia de su antiguo interés amoroso, cierta rubia que terminó embarazada de su hermano, ella tenía el cabello gris junto con unos hermosos ojos azules.

—Eh, nada, simplemente quería regalarte el gorro de lana que no te has quitado —rió tímida—, en fin, tengo inglés, nos vemos luego.

Y antes de que reaccionase, la chica besó su mejilla y trotó escaleras arriba.

Él aterrizó en la Tierra y corrió por donde había pasado su hermana, sin preocuparse de si la otra chica había ido a su aula o no.

No tuvo que correr mucho, la encontró rápidamente en uno de los pasillos, se ocultó rápidamente detrás de una de las paredes y miró la escena.

Su hermana se estaba riendo, no muy fuerte, llevaba guantes negros sin dedos, por lo que se suponía que tenía frío, pero no llevaba ni el chaleco negro ni la chaqueta negra, y tenía la camisa con las mangas arremangadas -lógica nivel Irelia-. Él rió bajó al recordar que así mismo iba a la escuela años antes, seguía siendo la misma de antes, o eso quería hacerse creer.

Pero su cara de incredulidad era digna de un retrato cuando vio al chico que estaba con ella, a quien reconoció como el Mukami mayor, acercarse y besar a su hermana.

Dispuesto a interrumpir tal osadía, se vio interrumpido por...

—Subaru~ —se asustó, en serio lo hizo, pero no lo demostró. En cambio, se volteó decidido a golpear al rubio hermano del chico que estaba besando a su hermana—. Es malo espiar a los demás.

El chico esquivó su ataque con una sonrisa, él se cruzó de brazos molestó.

—¿Hace cuánto lleva saliendo con ella? —preguntó sin esperanza de que el otro respondiera, después de todo, no tenía por qué hacerlo.

—Respondo porque la apreció mucho —respondió leyendo su pensamiento—, desde que ella confió en él, de hecho, ella fue la que hizo la pregunta.

"Ella tomó la iniciativa, no esperaba menos de mi hermana", pensó.

—Y, ¿Desde cuando está con ustedes?

—Seis meses.

Se volteó sorprendido. Algo le decía que podría confiar en él, después de todo, él estaba al tanto de que era el mejor amigo de su hermana antes, y probablemente ahora también.

—¿Desde su supuesta muerte? ¿Por qué mierda la tenían ustedes?

El rubio rió.

—Te haré yo una pregunta; ¿Soportarías ver a tu hermana morir frente a tus ojos? Ella no sabe nada de ustedes, si hubieras sido tú quien la hubiera sacado, le habrías dicho todo de una, y eso, amigo mío, la habría hecho sufrir una descompensación.

「No la dejaré」Where stories live. Discover now