Arañando el destino

Capitulo 2

Capítulo 2

-Dentro de un rato llamaré a Alba...

Entramos en la oficina, saludamos a Montse, la chica de los recados, y alguno más que estaba por ahí y nos dirigimos al despacho de Ana.

-No hace falta que la llames.

Le contesté antes de dejar nuestras cosas en la mesa.

-La discográfica no le ha contado cosas, es necesario que hable con ella Vane.
-No, yo me encargo. Así la conozco un poquito más...
-¿Estás segura?

Asentí, Alba no sabía muchas cosas de mí. Quizás al ser fan se hace una idea de porque 'La voz' no está dentro de mis planes. Aun así, es necesario para el equipo que sepa algo más de todo esto, poco, porque no me gusta que me guíen, ni me juzguen y mucho menos alguien que apenas hace unas horas que conozco. Aun así, debo hacerlo. Cogí el teléfono decidida y salí al pasillo, miré hacia los lados para que no hubiera nadie, después del segundo tono me contestó.

-¿Si?
-Hola Alba...
-Ho...la... ¿Quién es?
-¿Cómo? (Me reí) Soy Vanesa.
-¿Vanesa?
-(Volví a reír) Vanesa Martín.
-¡Hola! Perdona... no tengo tu móvil...
-¿No lo has pedido? (Pregunté algo extrañada)
-Pues no... No creo que sea normal que yo tenga tu móvil... (Sonreí) Tengo el de Ana, los productores...
-Entiendo, y me gusta que seas así. Pero, tranquila, puedes tenerlo sin ningún problema.


Noté como se relajaba, y sonreí. Me estaba gustando como había entrado en nuestro equipo, a pasito lento, sin ninguna prisa en conocer más o menos de nosotros, directa pero tranquila, así que después de todo esto tenía aún más necesidad de contarle un poco todo lo que había pasado en la reunión.

-¿Te apetece tomar un café?
-¿Yo? Si... bueno... No quiero molestar...
-Alba, tengo que ponerte al día de mil cosas, (reí) necesitamos varios cafés...
-(Se rio) Está bien. ¿Dónde te va bien?
-Al lado de la oficina hay una cafetería librería que me tiene enamorada, quedamos allí en una hora.
-Vale... (Sonreí) No sé dónde está la oficina así que...
-(Volví a reírme) Te paso ubicación, no te preocupes.

Se rio al fin, y definitivamente me gustaba esa chica loca e inocente. Me transmitía buen rollo, seguridad, y creo que si la conocía un poco más acabaría siendo una buena amiga. Aunque he conocido a mucha gente que al principio me pareció genial y luego me han fallado, sigo creyendo en las primeras palpitaciones. Y con ella me había pasado algo que hace mucho que no me pasaba.
La hora pasó volando, teníamos mil cosas que hacer con Ana y al final llegué diez minutos tarde para el café con Alba. La encontré en el fondo del bar, llegué y nos saludamos con un par de besos. Pedí un cortado y me senté en frente de ella, y su Coca-Cola Zero.

-Vaya, veo que no te llevas bien con el café... (Comenté)
-(Sonrió) Solo me tomo uno en el desayuno... No me gusta mucho...

Hablamos de varios temas para conocernos un poquito mejor, era amante de la música y la lectura, le gusta la moda y bailar. Hablamos de mi tierra, había ido de viaje y le había encantado, y tuvimos un pequeño debate entre Málaga y Córdoba, y por supuesto mi ciudad siempre gana... ¡Que voy a decir yo!

-Creo que con el segundo café, llega la hora de hablar de la reunión de esta mañana...

Cuando me oí decir eso la sonrisa y los ojos brillantes de hacia apenas unos segundos antes habían desaparecido. Respiré y sonreí para que volviera a relajarse.

-Lo siento Vanesa... he metido la pata...
-Alba... no te preocupes, no sabes nada de nosotras...
-Bueno... se cosas...
-¿Cosas?
-Soy fan tuya, ¿no? (Asentí) Pues...
-(Reí) Sabes suposiciones que se hacen en los mundos twitteros... Pero no sabes la verdad...
-Ni quiero saberla Vanesa.

Me sorprendió que lo dijera así, después de darle un sorbo a su refresco y mirándome a los ojos.

-¿No tienes curiosidad? (Pregunté)
-La curiosidad mató al gato Vanesa... (Sonrió y yo con ella) Mira, he luchado mucho por conseguir mis sueños, y uno de ellos es estar aquí, a tu vera, trabajando... (Se cogió aire, dejó de sonreír pero no apartó su mirada de mis ojos) Igual que a ti no te gusta que se metan en tu vida privada ni que guíen tu vida, yo voy a pedirte algo... Nunca te mientas Vanesa, no lo hagas, porque después pueden salirte letras maravillosas, sí, pero... ¿es mejor una letra increíble o que el dolor cese un poquito?

Se levantó y no dije nada, me quedé quieta en esa silla, casi sin respirar, noté que quería decir algo más y la miré, sonrió.

-Quizás conozca todo lo que se dice en el mundo twittero... pero también tengo mis suposiciones... Algún día, si quieres, (Dejó unas monedas en la mesa) invitas tú al gin-tonic y te lo cuento.

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Aquí estoy de nuevo, llenita de energía gaditana de mis vacaciones para continuar con nuestra complicidad en esta historia...

Bienvenidos a los nuevos y gracias a los de siempre❤️

Mañana más... 😋

P.D. Alba viene fuerte!