#137: The Holder of Submission

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o centro de reinserción social donde puedas ir. Cuando alcances el escritorio principal, pregunta por visitar a quién se hace llamar The Holder of Submission. En caso que el trabajador se burle de ti en absoluto desprecio, habrás llegado al lugar indicado.

El trabajador te llevará por una serie de pasillos. Si intentas mantener cualquier conversación, invariablemente serás interrumpido por un comentario grosero o un insulto. No hables, y no trates de discutir. Es mejor permanecer callado.

Eventualmente, el trabajador te indicará una puerta que no se verá diferente a ninguna otra por la que hayas pasado antes. Él continuará caminando por la institución sin decir nada. Ya no hay vuelta atrás; abre la puerta y lánzate antes que tus ojos te permitan saber qué hay allí dentro.

Caerás casi tres metros antes de aterrizar sobre una piscina de bolas en un inmenso salón del trono. Si te quiebras un hueso debido a la caída, no hay nada que pueda ayudarte. El salón del trono no sólo es enorme, sino lujoso, con pesados pilares de obsidiana que guían hacia un gran trono cubierto con prendas negras, con diseños de oro fino. El trono será tan grande que podrá acomodar a las varias docenas de mujeres, vestidas con ropas ligeras, todas encadenadas por los tobillos al piso, sentadas junto al rey guerrero.

Él será un imponente y musculoso hombre con el semblante de un orgulloso, confidente y depredador guerrero. No viste más que un taparrabos, exponiendo sus ondulantes músculos e incontables cicatrices de batalla. Su fuerza de voluntad es tan grande que parece físicamente palpable. Este rey guerrero claramente ha tenido muchas batallas y posee la fuerza suficiente para matar a mil hombres con facilidad. Él se fijará en ti con una mirada pétrea de absoluto desprecio. Sé rápido, ya que tiene poca paciencia. Pregúntale: ¿A qué poder Ellos se someterán?

El rey guerrero bramará de risa, no de alegría, sino de condescendencia dirigida a ti. Él se jactará de que no hay entidad más poderosa que él, y que no importa si son los Holders, los Objetos o Él. Te dirá que ceses con tu búsqueda y te vuelvas uno de sus tenientes, que él te proveerá de todo lo que necesites, sin importar qué tan indignante sea el pedido, con la condición de que nunca abandones el palacio ni pienses o hables de tu búsqueda por los Objetos otra vez.

El poder del rey guerrero es tan grande que incluso el más acérrimo, el más determinado adversario podría ser convencido a someterse a él. Sin embargo, si estás realmente decidido a recoger los Objetos, debes mantenerte firme y no ceder ante su presencia inmensa. En cambio, con firmeza, repite la pregunta.

Esta vez, el rey guerrero bramará enojado. Sus concubinas serán dispersas y golpeadas contra los pilares de obsidiana por la fuerza de su ataque de furia, y los cimientos del salón de trono temblarán con su ira. Seguramente serás tumbado, pero no te dejes intimidar por su enojo. Esta vez, te llamará como un tonto entre plebeyos, y que tu única esperanza es abandonar tu búsqueda para volverte su sirviente, limpiando cualquier desorden que él deje luego de sus violentas batallas y grandes orgías cada día. Una vez más, lucha contra su aura gritando la pregunta por última vez.

Ahora él permanecerá en silencio y te mirará a los ojos. Si te considera indigno de su respuesta, te paralizará en el acto y te etiquetará como su limpiador de residuos por toda la eternidad.

Si eres digno, sin embargo, el rey guerrero te contará, suavemente, porqué le teme, y porqué él teme su Reunión. Lo que te diga te llenará de terror hasta el núcleo de tu ser, pues todo lo que teme incluso este poderoso guerrero está más allá de la comprensión humana. Muchos caen en la demencia al escuchar la respuesta del rey guerrero, y otros ruegan por una muerte rápida. Si mantienes tu cordura y tu voluntad de vida, una repentina ráfaga de viento soplará a través del salón, disolviendo el salón del trono en la nada. Caerás en el vacío por un corto momento antes de encontrarte en frente del escritorio principal de la institución. El visiblemente irritado trabajador estará sosteniendo uno de las cadenas que mantenían a las concubinas del rey guerrero en su trono.

Esas cadenas para los tobillos son el Objeto 137 de 538. No te rindas ante nadie, pues Ellos encontrarán una manera de hundirte.

The Holders  Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon