#92: The Holder of Salmacis

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En la mitología griega, Salmacis o Salmácide era una ninfa de Frigia que amaba a Hermafrodito.
Salmacis era una de las ninfas de Frigia que habían criado a Hermafrodito. Salmacis, quien vivía en un lago se enamoró de él; sin embargo, él la rechazó.
Un día Hermafrodito se desvistió y se lanzó a nadar al lago donde vivía Salmacis, que se abrazó a él forcejeando mientras rogaba que nunca se separaran. Los dioses le concedieron su deseo y ambos cuerpos se fusionaron en uno solo.
Hermafrodito por su parte suplicó que el lago arrebatara la virilidad a todo el que se bañara en él. Este deseo también le fue concedido.


En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución de salud mental o centro de rehabilitación. Diríjete inmediatamente a la recepción y pide al empleado por visitar a The Holder of Salmacis. En caso de que te mire de arriba a abajo, como juzgándote, has llegado al lugar correcto. Presionará un botón oculto. Mantente inmóvil. El conserje llegará y te acompañará en un pasillo adyacente a través de una puerta. Una vez que hayas entrado, te tomará por los hombros y te preguntará si has obtenido el objeto del Holdre de la pasión. Contesta con sinceridad. Si tu respuesta es no, te empujará hacia la puerta. Corre rápido y sin detenerte. No pares hasta que el sol se ponga dos veces

Si tu respuesta fue afirmativa, te llevará más adentro, en el complejo. Escucharás una serie de gritos, tanto de hombres como de mujeres. Si abres y miras el origen de los gritos, verás que hay hombres y mujeres, cosidas entre sí en todas las formas grotescas posibles. Evita mirar esto, pues si miras, tu destino será el de ellos y te coserán a otra persona sin anestesia, y la persona con la que te cosan, siempre luchará para arrancarse de ti.

Si evitaste ver, el conserje te llevará hasta el final del pasillo, a través de otra puerta, luego te tomará de la mano. Te preguntará si has cumplido la tarea del Holder de la inocencia  Contesta con sinceridad. Si tu respuesta es no, se reflejará la ira en su mirada y golpeará tu cabeza contra la puerta hasta que la sustancia de tu cerebro te cubra enteramente. Y debes saber que en ésta sala no puedes morir, así que te quedarás así por toda la eternidad, sin la capacidad de moverte o pensar, nada más sentir el dolor.

Si tu respuesta es afirmativa., te llevará hasta un nuevo pasillo. El camino parecerá girar y encorvarse, como una serpiente enroscada alrededor de un cilindro. No te dejes engañar. Este pasillo es más recto que una flecha. Y si te sales del verdadero camino, caerás por toda la eternidad. Al llegar al final, el conserje te hará una última pregunta. “¿Has visitado al Holder de Triskelion?” No contestes. Es un truco, que te costará la vida a menos que descubras su secreto. No existe el Holder de Triskelion. En su lugar, debes levantar el Objeto 5, El Ojo de la luz o el objeto 13 ,el reloj de arena roto . Si dices algo o muestras cualquier otro objeto, incluso aquel del más profundo abismo del infierno… lloraré por ti.

Te llevará a una última puerta y te encerrará. La sala estará muy oscura y vacía, salvo por la puerta, una silla y un reloj antiguo. Siéntate en la silla y acaricia tus muslos tres veces. Gira la silla para hacer frente al reloj, y luego ponte de pie, mueve las manecillas del reloj de vuelta, cuatro minutos y trece segundos. La puerta se deslizará y revelará un pasillo diferente al de antes.

Este pasillo olvidado aparecerá en decadencia, a excepción de unas estatuas de marfil de hombres y mujeres a lo largo de las paredes. Aunque bellamente talladas, estas estatuas tienen el rostro atormentado por un dolor de parto. Sí, incluso las estatuas masculinas tienen el vientre hinchado por un niño que sus cuerpos nunca serán capaces de traer al mundo, y no podrán sacarlos de sus cuerpos. No toques estas estatuas.

Corre ahora, hasta el final del pasillo. Hazlo rápidamente, porque el tiempo ha empezado a correr y te queda muy poco. Al final, encontrarás una motosierra con motor a diesel. Ponla en marcha. Corta y destruye todas las estatuas. no dejes ni una sola intacta, tampoco dejes que ningún fragmento te toque. Si fallas, las estatuas crecerán a la altura de un ser humano completo y se irán contra ti, haciéndote toda clase de actos impuros. Cuando hayan terminado, te convertirás en uno de ellos. Siempre dando a luz, siempre profanado, nunca libre. Ora para que éste no sea tu destino y tengas tiempo para volver a la habitación del reloj.

Siéntate en la silla de cara al reloj. Sus engranajes caerán, formando una boca llena de dientes de engranajes. Esta boca se fruncirá. Inclínate y bésala. Asegúrate que tus ojos estén bien cerrados y que el beso sea apasionado. Acepta la lengua de porcelana en tu boca como si fuera la de una amante. Si lo haces mal, los engranajes te pulverizarán lentamente. No dejes de besar, te envolverá con sus brazos alrededor de tus hombros o sus piernas de porcelana alrededor de tu cintura. Éste es el Holder de Salmacis.

Aparecerá como una muñeca perfecta, un maniquí correcto en su anatomía hasta el último centímetro. Con excepción de un soporte en su vientre. No fijes tu vista en este soporte. Sólo mira sus ojos. “Sólo el Buscador de los Holders puede llegar hasta aquí”, ella dirá, “¿Eres tú El Buscador?” Dile la verdad. Pues los siete infiernos no son nada comparados con tu castigo, si mientes.

Si eres el Buscador, ella comenzará a hablar. Te hablará de su hermana gemela, la novia del holder del buscador. Te hablará de sus muchas cirugías. Te dirá con todo detalle como fue su lenta transformación en una muñeca viviente. Cada corte y costura hecha sin anestesia. No le prestes atención, pues tu cuerpo podría sufrir la misma cirugía de la que ella habla. En su lugar, ponte en cuclillas y acaricia el interior de tus muslos una vez por segundo, 253 veces. Cuando hayas hecho esto, ella terminará de hablar. Pregúntale: ¿Cómo puedo ofrecer nuestra última esperanza?

Ella sonreirá y alzará las manos, agarrando unas manijas invisibles en el techo. Se levantará en el aire, pero sus piernas y cintura no se irán con ella. Ahora debes completar su cuerpo. Pon, en la pelvis, el objeto 18, el útero de la pasiones. Luego pon en el soporte, el objeto 19,  el daño de la inocencia. Ella descenderá y se volverá a conectar. Rápidamente, mantente cerca de ella, pues un círculo de cuchillas afiladas se dispara desde el suelo, llevando con ella una seda carmesí.

No te sueltes de ella. Ignora el dolor abrasador, producido por el corte en tus piernas y abdomen. Mantenla cerca. No hagas caso de las salpicaduras de sangre que salen de ti. Si te alejas de ella, aquel dolor permanecerá eternamente. A continuación, dará un paso atrás, y caerá al suelo. Su pelvis y pecho, habrán desaparecido. Ella estará muerta. El agudo dolor que sientes, va a disminuir, pero no mires hacia abajo. Si lo haces, una locura más allá de todo te invadirá.

El círculo de seda se torcerá y girará, apretándote. No entres en pánico. No luches. Cuando parezca que serás aplastado, la seda se deslizará. Te encuentras de pie frente a tres puertas. Dos serán puertas de baños. Una tendrá una extraña marca.

Toma la puerta del centro con la marca. Te encontrarás en un baño, igual que un baño de hombres, pero de olor dulce, y con un dispensador de productos de higiene femenina. Entra en uno de los compartimentos y mira hacia abajo. La pelvis que construiste del Holder de Salmacis, así como sus pechos, ahora son tuyos. Familiarízate con tu nuevo cuerpo. Cuando hayas terminado, deja el baño, te encontrarás en el vestíbulo de la institución mental.

La pelvis del Holder de Salmacis, es el Objeto 92 de 538. Con él, puedes llevar al niño de las pasiones y la inocencia. Si lo manchas con luz u oscuridad depende de ti.

The Holders  Where stories live. Discover now