#32: The Holder of the Speed

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a una institución mental o centro de reinserción social donde puedas ir por ti mismo. Cuando llegues al escritorio del frente, pregunta por algo llamado The Holder of the Speed. El trabajador debería quedarse sin movimiento. Mira a tu alrededor; si todo lo demás se queda sin movimiento, estás en buen camino. Si no es así, nadie sabría de tu fallecimiento. Esto será todo lo peor.

Te darás cuenta de que el movimiento alrededor y la respiración se vuelven gradual, pero mayormente dificultosos; esto es de esperarse, ya que el aire lentamente se queda sin movimiento. Deberás explorar cuidadosamente los pasillos a tu alrededor, pensando sobre tu primer gran fallo; pero estás advertido de que, si te tomas demasiado tiempo, te sofocarás.

Tu objetivo es encontrar a un niño que aún se mueve, entre todas las figuras como estatuas alrededor tuyo. El niño se te acercará con una bola, entregándotela. Pon atención a la forma en la que la bola es entregada. El niño te dirá: “Tú lo eres”, y entonces correrá fuera del cuarto, siempre riendo.

Lo que tienes que hacer es regresar esa bola. Ten cuidado de no ser engañado por el eco de la voz en las paredes, el tiempo desperdiciado significa que estarás más cerca de una muerte por asfixia. Como el tiempo pase, el aire será más difícil de cortar, requiriendo una fuerza más grande; el calor lentamente abandonará tu cuerpo, gotas de agua perforarán tu piel. Más bien, serás cegado, ensordecido y similarmente mutilado durante esta persecución. Tu visión será dañada como todo lentamente en sombras, e incluso la luz misma eventualmente estará llegando a detenerse.

Si ciertamente encontraste al niño en uno de los pasillos, bajo un rayo de luz (Puede venir desde una ventana, una lámpara, o alguna fuente de luz similar), deberás regresarle la bola de la misma forma en la que se te fue entregada, e intentar escapar, dando continuidad al juego.

Si has pasado, el aire ya no será pesado. Te darás cuenta de que en cada lugar por el que corriste estará dañado en algún grado. Dependiendo de donde encontraste tu prueba, tendrás que dar muchas explicaciones a la administración del edificio, y de alguna forma evitar ser encarcelado.

Si fallas, el niño una vez más te regresará la bola tan pronto la hayas entregado. Te declarará otra vez: “Tú lo eres” y correrá por los pasillos. Probablemente morirás perforado esta vez por la humedad del aire y sofocado antes de llegar al infante una segunda vez.

Tu nueva agilidad es el Objeto 32 de 538. Mencionar al niño a otros al principio creará desdén y ridiculización. Mencionarlo una segunda vez es invitar a tu fallecimiento en las manos de cualquiera que pueda oírte. Si tienes suerte.

The Holders  Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin