8. Elijah

6.2K 320 39
                                    

—¡Elijah! —pronuncie con entusiasmó y una notable felicidad.

—Anabella —pronuncio.

Corrí hacia él abrazándolo por el cuello, aquel hombre me sujeto fuertemente por la cintura levantándome unos cuantos centímetros del suelo.

—Dios mío ¿qué haces aquí? —pregunte al tocar tierra nuevamente.

—¿Tú que crees?

—Elena —pronuncie con fastidio. 

^^^

—¿Entonces ellos son tus hermanos? —pregunto con su linda y tranquila voz de siempre. 

—Si —asentí—. ¿Bonita presentación, no? —sonreí.

—¿Sabías de la Doppelganger? —curioseó

—¿Qué? ¿Acaso me matarás por no decírtelo? —cuestione alzando un ceja ante su pregunta.

—¿Me crees capaz? —preguntó indignado.

—Ahora creo a todo el mundo capaz de todo —afirme sin mucho ímpetu.

—¿Pasa algo, verdad? —me observo buscando mi mirada que termino encontrando.

—¿No lo vistes? —le mencione con un nudo en la garganta—. Ellos darían la vida por ella, Elijah. Por alguien que acaban de conocer. Sin embargo me abandonaron cuando yo no sabía nada sobre ser vampiro, cuando estaba en mi etapa de...

—Bebedora compulsiva —termino por mi.

—Nadie me ayudo. Nadie me dijo que tenía que hacer o cómo hacerlo, como controlarme, y ellos morirían por ella.

—Conocí a alguien igual —comentó él llamando mi atención—. Alguien que moriría por su amada sobre su familia.

—Era diferente —asegure—: tu hermano era un mundo de sentimientos, a veces me odiaba, después me amaba y después me quería con una estaca en el corazón. Era obvio él que reaccionara así. ¿Qué quieren con Elena? —cambie de tema.

—¿Cómo es que existe? —pregunto Elijah.

—No lo sé —mire un punto fijo—. Bueno de hecho si lo sé —Elijah me dio una mirada esperando mi respuesta—. Por favor Elijah. No hay que ser muy inteligente para saber cómo se hacen los bebés —sonríe.

—Mencionó que era virgen —solté una carcajada ante el comentario de Elijah.

—Perdón —me disculpe entre risas al verlo seriamente como de costumbre—. ¿Hablas en serio? —su silencio otorgó—. ¿Y ustedes lo creyeron? –—nuevamente un silencio—. Y dicen ser los vampiros más antiguos y astutos. Vaya vampiros —comente para mi misma aquel último comentario—. ¿Quieres romper la maldición?

—No —respondió—: O al menos no por ahora.

—¿La quieres muerta? —indague—. ¿La mataras?

—Es igual a Katherine —comentó en un pequeño trance.

—Otro enamorado —me recargue en el sillón poniendo los ojos en blanco.

—A mi no me haces esos ojos así, señorita —regaño—. No la quiero muerta —informó—, pero la necesitare algún día.

—Espero lo logren entender a mis hermanos —suspire pesadamente—. Eso ya no importa —me encogí de hombros sin importancia—. Mucho Elena por ahora ¿Cómo has estado Elijah? —pregunte intrigadamente curiosa—. Ya te conté mucho de mi, ahora es tu turno.

—¿Qué quieres que te cuente? —pidió saber.

—No lo sé, lo que sea. Viniendo de ti siempre es interesante.

La Tercera Salvatore - Libro I [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora