Ya No Soy Aquella - CDM

Capítulo 5: Folletos.

—¿Cómo se llamaba? -Me susurraba Armin mientras jugaba a escondidas un juego de gachapon en su celular.

—¿No vas a escribir lo que está en la pizarra?

—¿Por qué lo haría? -Sonrió.

—¿Cómo vas a estudiar después?

—No necesito estudiar -murmuró volviendo a tirar una racha de deseos.

—¿Te va bien en historia? Que genial, yo odio historia.

—El año pasado reprobé con nota general dos, no creo que eso sea irme bien.

Sorprendida, no pude evitar soltar una risa.

—¿Estás hablando en serio?

Él asintió con su cabeza.

—¡Mira, tengo un personaje exclusivo! -Me mostró su celular.

Yo estaba demasiado asombrada como para poder reaccionar..

—No me digas que tú si estudias.

—¿Por qué no lo haria? -Susurré.

—Dijiste que te iba mal en Historia, ¿Por qué vas a estudiar si de todas formas te irá mal?

Iba a contestar, cuando el ruido de una nueva tirada en el celular hizo que ambos nos sobresaltarmos. Alexy rápidamente le bajó el sonido a su celular y volteó hacía mí.

Una vez más, solté una risa que tuve que ahogar cubriéndome la boca con mi muñeca.

—Deja de reír, nos van a retar -Me susurró riendo.

Ambos nos tiramos sobre el escritorio para contener nuestras risas, ni siquiera era tan graciosa la situación, pero tras verlo, no podía evitar reírme.

—¿Estan bien? -Se volteó Nath apenas acabó la clase. —Sus risas se escucharon toda la hora.

Armin finalmente levantó su cabeza y asintió riendo.

—Creo que ambos comparten la misma y única neurona -Se acercó a nosotros Alexy, quien estaba sentado junto a Priya al lado de nosotros.

—¿Pero de qué se reían?

Armin mostró su cartuchera revelando el escondite de su celular.

—¿No escucharon el sonido? -Les pregunté riendo.

Todos negaron con la cabeza, a lo que junto a Armin, volvimos a reír.

—¿Puedo hablar contigo, Nathaniel? –Apareció Lysandro por el marco de la puerta.

Nath rápidamente se levantó de su asiento y caminó hasta Lyss.

—¿Y quién deja su celular en silencio? –Reía Priya.

—Pues solo Armin –Se burlaba Alexy.

Yo rápidamente perdí el hilo de la conversación, pues logré notar como el par de enfrente estaban hablando de mí.

Lysandro le enseñó un folleto de tamaño carta a Nath y este llevo rápidamente las manos a su cabeza. Algo malo había pasado.

—Ya vuelvo –Les hablé a los chicos mientras me levantaba.

Sin que ninguno de los dos lo notara, me acerqué hasta quedar frente a ambos.

—¿E-Están hablando de mi?

Lysandro rápidamente escondió el papel detrás de su espalda. Tenía al menos unos diez más detrás.

—¿Qué pasó? –Balbuceé asustada.