Capítulo 44: "Días sin Rita"

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Finalmente, aquellos días de exámenes terminaron. Ryuunosuke había logrado aprobar, luego de esforzarse y estudiar más de lo que nunca imaginó (pero con el tiempo en su contra). Por fortuna, aquel esfuerzo que antes hubiese considerado sobrehumano, se le hizo mucho más grato de lo que hubiese pensado. Esto gracias a que era algo que no hacía sólo por él... sino por Rita. Sentía que ella se encontraba presente en todo momento. Cada acto que realizaba, lo hacía pensando en ella.

Fue tanto así, que se sentía incapaz de defraudarla. Y a pesar de que no salía mucho de su habitación, sí se había preocupado de estudiar, de reinsertarse un poco más en la escuela, y de al menos comer junto a los demás miembros de Sakurasou. Incluso, estaba diseñando un nuevo proyecto de videojuego en el que quería contar con la participación de Rita como dibujante... Podría decirse que se sentía más motivado. Aunque paradójicamente, una incertidumbre continuaba acompañándole en forma constante. Rita estaba siempre presente, pero principalmente en forma simbólica; en su mente... y aquello le resultaba todavía más doloroso. No había forma de quitársela de la cabeza.

Las horas de diferencia entre Inglaterra y Japón, le hacían difícil coordinarse lo suficiente con Rita para charlar. Antes de viajar a Londres no le resultaba insuficiente el tiempo que compartían, pero ahora extrañaba su compañía en forma constante... nunca pensó que se haría tan dependiente de la presencia física de otra persona. No le bastaba con que se escribieran, o realizaran videollamadas, pero aquello lograba calmar en gran parte su angustia.

Tampoco era capaz de confesarle esos sentimientos a Rita. Y no sólo debido al temor o a la vergüenza que le invadía cuando intentaba manifestar sus emociones, sino también porque pensaba que eso sólo haría que Rita se preocupara y se sintiera peor en forma innecesaria.

Pero todo eso no importaba, ¿verdad? Después de todo, en algún momento volverían a verse. Aquella idea lograba calmar su ansiedad. Pero con el paso de los días, y más aún cuando se acabaron los exámenes, el chico comenzó a sentir cada vez más angustia. No tenía claras las razones del por qué, pero sus conversaciones con la chica comenzaron a ser cada vez más cortas y desfasadas.

Aunque todavía hablaban cada día sin excepción, la espontaneidad de los escritos comenzó a perderse en forma progresiva, y aquello se apoderó de su mente en su totalidad... a tal punto, que antes de siquiera notarlo, se pasó durante varias noches, largas horas desvelado; esperando que Rita leyera alguno de sus mensajes o le escribiera... pero sus respuestas, aunque tiernas y expresivas, eran cortas en muchas ocasiones. Y esto, poco a poco comenzó a molestarlo. Ella no parecía necesitarlo tanto como él a ella... ¿Por qué debía sentirse tan dependiente? ¿Qué acaso ella ya no lo necesitaba con tanta intensidad?... ¿Y por qué no podía dedicarle más tiempo? ¿Tan ocupada estaba?

Intentó olvidarse de ese asunto, pensando que de todos modos ella lo amaba... pero de pronto, la situación no pudo volverse más extraña, y Rita un día simplemente no le contestó. El chico se pasó el día completo esperando a que la inglesa le escribiera, pero eso no ocurrió. Sintió un poco de rabia, tanto contra sí por parecer un idiota posesivo, como contra Rita por verse tan fría y desinteresada... Entonces no dio más y decidió llamarla... pero su teléfono sonaba apagado.

¿Qué estaba ocurriendo? Un mal presentimiento se apoderó de él. Su disgusto se convirtió pronto en preocupación, y en decenas de preguntas que se le pasaron por la cabeza.

— Ryuunosuke-sama... — Maid lo miró desde el celular con mucha preocupación al notar la angustia del chico.

Desde hace varios días, Maid-chan lo había visto con aquel estado de ánimo fluctuante e inestable. Incluso estuvo a punto de contarle a Rita cuánto él la extrañaba y necesitaba, pero al imaginarse los retos de Ryuunosuke, desistió de esa idea... aunque ahora se arrepentía de no habérselo dicho. Ella tampoco sabía qué había ocurrido con Rita, y le parecía un misterio su actitud esquiva.

El chico se mantuvo en silencio durante un largo rato, intentando procesar las ideas que se le venían a la mente mientras sostenía su móvil entre sus manos, sin siquiera notar que su programa le había hablado.

— ¡Shiina debe saber! — exclamó de pronto, y salió de su habitación rápidamente para subir al segundo piso y golpear la puerta de Mashiro — ¡Shiina! Abre, por favor...

La chica se tardaba en abrir, por lo que Ryuunosuke apegó su oído a la puerta sin escuchar movimiento alguno. Tuvo el impulso de abrir la puerta, pero en su lugar volvió a insistir un par de veces.

— ¡Shiina! — exclamó mientras continuó golpeando la puerta con fuerza.

— ¿Qué es ese escándalo? — escuchó a sus espaldas. Al voltear observó a Chihiro-sensei, caminando en dirección a él, con una expresión de indiferencia, mientras bebía una lata de cerveza.

— B-bueno... yo...

— No sabía que habías vuelto, y ¿por qué estás en el segundo piso? Los chicos no deberían subir... ¿O es que en tu visita a Londres te volviste un pervertido?

— ¡Claro que no! ¡Sólo estoy buscando a Shiina! — exclamó molesto y sonrojado.

— Es una pérdida de tiempo. Todos han salido.

— ¿Eh? ¿Todos? — Ryuunosuke la miró sorprendido.

— ¿No lo sabes? — lo miró un momento, y luego simplemente sonrió — ya veo... — se dio media vuelta y comenzó a caminar en dirección contraria al chico — Bueno, es mejor que la encuentres por tu cuenta.

— ¡¿Qué?! ¿E-entonces no me dirás dónde andan todos?

Pero su pregunta fue inútil, y la profesora simplemente se marchó. Ryuunosuke suspiró y cogió su teléfono, para contactarse con su programa.

— Necesito que me des las coordenadas de Shiina — se visualizó en la pantalla un mapa de la ciudad, y Maid-chan señaló un centro comercial que se encontraba no muy lejos de allí.

— El celular de Mashiro-san indica este punto — mencionó Maid-chan.

— Bien... iré para allá — respondió saliendo de la residencia en dirección al centro comercial.

Tras salir de Sakurasou, comenzó a correr hacia el centro comercial, mientras miraba a ratos la dirección que indicaba el GPS.

— ¿No habría sido más fácil llamarla? — preguntó Maid, mientras veía correr a su creador.

— No — respondió con la respiración agitada mientras corría — prefiero verificar en qué anda... Podría tener relación con Rita.

Finalmente, ingresó al centro sumamente cansado. Tomó un respiro en la entrada, y volvió a tomar su celular para ver la tienda en la que se encontraba, pero... sus ojos se abrieron al ver que se encontraba en una tienda de tecnología, incluso... en su tienda preferida.

— ¿Eh? Qué haría Shiina en un lugar como ése...

— Vayamos a averiguarlo.

Ryuunosuke asintió con la cabeza, guardó su móvil y caminó en dirección a la tienda de tecnología.

I Miss You (Rita x Ryuunosuke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora