Capítulo 8: "Virtud"

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Ryuunosuke se quedó allí de pie, con la vista al suelo, hasta que Sorata regresó a su habitación. Las lágrimas no dejaban de correr por sus mejillas, y luego de suspirar con un poco de angustia y de secar sus lágrimas con sus manos, volvió a encerrarse en su cuarto y se recostó sobre la cama.

Haber llorado logró liberarlo de algo que no podía comprender. Pero todavía sentía esa dolorosa sensación de angustia; sentía aún más culpa que antes.

Estaba seguro de que era su culpa que Rita hubiese optado por permanecer en el anonimato... ¿será que ella había dejado de contactarlo porque se había aburrido de su fría actitud? Esa era la opción más obvia. Quizás había decidido olvidarse de él, pero no lo había conseguido y por eso tuvo que pedirle a Shiina que se dedicara a cuidarlo. Probablemente ya no quería involucrarse más con él, pero todavía seguía amándolo.

¿Cómo podía ser que le hiciera tanto daño a la mujer que amaba?

Sujetó una almohada con fuerza y comenzó a llorar con más intensidad que antes mientras cubría su rostro. Lloró durante largos minutos, como no lo hacía desde hace muchos años. Maid-chan lo vio en este estado, pero prefirió no intervenir.

El chico lloró hasta que ya no le salieran las lágrimas, y tras terminar de llorar, se quedó tendido en ese estado, todavía cubriendo su rostro con la almohada; intentando calmarse durante unos minutos hasta que finalmente se quedó dormido, probablemente por el cansancio.

Cuando volvió a despertar, ya habían pasado varias horas. Se quitó la almohada de encima y sentía en su rostro las marcas secas de las lágrimas que habían brotado por sus ojos durante toda la mañana.

Se sentía menos angustiado, como si hubiera estado conteniendo todo ese llanto desde hacía tiempo. Sin embargo, todavía sentía aquel calor y la energía de hace un rato atrás, pero era una sensación más bien positiva. Ahora al menos, estaba seguro de que tendría una segunda oportunidad para corregir su relación con Rita.

Sacó su celular del bolsillo y lo observó durante algún instante. Al percatarse de la hora quedó completamente impresionado. Eran casi las ocho de la tarde... Había dormido unas doce horas, pero al menos se sentía menos cansado que otros días, en que había pasado largos períodos sin dormir.

Continuó observando su celular y cuando vio el nombre de la "Ex-aprovechadora", sintió su corazón latir con fuerza. Editó el nombre y lo cambió a "Rita". Ya no se sentía cómodo llamándola de la otra forma... Observó el nombre de Rita escrito en su celular y comenzó a sentirse nervioso... Se sintió un cobarde. No era capaz de hacer nada más que ver su nombre escrito en el celular... ¿la llamaría? No, eso sería demasiado.

Dejó el celular a un costado, pero luego volvió a cogerlo. Quizás no era capaz de llamarla, pero sí podría escribirle un email. Abrió su correo y se dispuso a enviarle un mensaje a Rita, pero una vez se preparó para hacerlo, simplemente no lograba escribir nada, y una vez más se quedó contemplando la pantalla de su celular sin tomar acción alguna.

De pronto, tras algunos minutos, la imagen de Maid-chan se apareció sorpresivamente en la pantalla de su celular. Lo pilló tan desprevenido, que no pudo evitar soltar su teléfono como acto reflejo, y éste cayó sobre sí, golpeando su rostro.

— ¡Auch! — volvió a tomar su celular y lo observó.

— Ryuunosuke-sama está preocupado... — dijo Maid-chan — Quizás lo que Ryuunosuke-sama necesita, es relajarse un poco y no pensar tanto las cosas antes de actuar — Ryuunosuke exhaló un suspiro.

— Como si fuera tan fácil...

— Es simple... Si lo prefiere, yo puedo enviarle un mensaje a Rita Ainsworth-sama.

— ¡No! — exclamó Ryuunosuke un poco nervioso y sumamente sonrojado — y-yo le escribiré a Ri... ¡A esa ex-aprovechadora! — se sonrojó un poco al notar que en su mente ahora la procesaba como "Rita" y ya sin ese injusto apodo que le había puesto —... solo... n-necesito un poco de tiempo... mejor déjame solo.

— Está bien — respondió Maid-chan — lo dejaré solo por ahora para que pueda disponer del tiempo que necesita — dicho esto desapareció de la pantalla.

Ryuunosuke suspiró e intentó volver a concentrarse en el mensaje que pretendía enviarle a Rita, pero era inútil. Ahora era otra cosa la que ocupaba su cabeza... ¿Es que acaso ya todos sabían lo importante que Rita era para él? Tanto Sorata como Maid, habían parecido notarlo. Le daba demasiada vergüenza pensar en esa opción. Odiaba tener que ser tan cobarde y orgulloso.

De pronto, le llegó un mensaje de Sorata que decía: "Akasaka, ¿ya hablaste con Rita?". Ryuunosuke se sintió un poco incómodo y acosado, pero decidió responderle de todos modos.

— No... ¿por qué lo haría? — en su mensaje una vez más, se veía reflejado lo orgulloso y terco que era. Sorata se tardó unos dos minutos en responder.

— Akasaka, estás siendo demasiado orgulloso... ¿Amas a Rita, verdad?

Ryuunosuke sintió su corazón latir con fuerza. Evidentemente la amaba, pero no. No se lo diría a Sorata, no podría aceptarlo en ese momento, no de forma pública.

— No sé de qué estás hablando... — respondió y luego continuó escribiendo — De todas formas, supongo que hablaré con ella. No me gustó nada que involucrara a Shiina en mis asuntos.

— Está bien.

Ryuunosuke pensó que eso era todo. Volvió a abrir el mail de Rita, pero le llegó otro mensaje de Sorata que le impactó de sobremanera al leerlo.

— Akasaka, una última cosa... "Ser capaz de darte cuenta de tus propios errores, es una virtud".

Lo reconocía. Esas habían sido sus propias palabras cuando Rita le agradeció que se atreviera a decirle de frente, que no estaba considerando sus propios deseos... ¿Cómo era posible que Sorata lo supiera? No... Sí era posible. Ahora que lo recordaba, Kanda también estuvo presente en ese momento. Seguramente todavía lo recordaba.

Cerró el chat de conversación y lo pensó un momento...

Rita, gracias a él había podido concentrarse en sus propios deseos, sin importarle las expectativas que los demás pusieran en ella. Había logrado ser honesta con sí misma sin importarle lo que los demás pensaran; había logrado hacer algo para contrarrestar sus errores cuando se dio cuenta de ellos... Pero él, ¿estaba haciendo lo mismo?

Sólo se excusaba en más, y más razones para no enfrentar sus temores. Estaba siendo orgulloso, cobarde, terco, arrogante... y falso.

De pronto, le pareció completamente injusto que se estuviera quejando siempre de las sonrisas falsas de Rita. Al menos ella era valiente e intentaba tomar una actitud positiva cuando las cosas no resultaban como ella deseaba.

Entonces lo supo. Ahora estaba siendo consciente de sus propios errores... Pero no sería una virtud a menos que se hiciera responsable de aquello. Ahora era tiempo de enfrentarlo.

Esbozó una leve sonrisa. Sorata le había ayudado a comprender algo realmente valioso.

Sin siquiera pensarlo, marcó el número de Rita y esperó a que ella contestara. Una parte de sí, deseaba que por favor ella no se encontrara en ese momento, o que no se percatara de la llamada. Estuvo a punto de arrepentirse y colgar el teléfono, pero se mantuvo expectante, impaciente.

La decisión ya estaba tomada. Aunque sus manos sudaran temblorosas, su respiración se agitara, y su corazón latiera con fuerza, esperó hasta que finalmente, escuchó desde el otro lado de la línea aquella voz femenina que se le hacía tan familiar; pronunciando su nombre: "¿Ryuunosuke?". 

I Miss You (Rita x Ryuunosuke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora