I Miss You (Rita x Ryuunosuke)

Capítulo 30: "Casi perfecto"

Ryuunosuke se sorprendió al escuchar las palabras de Rita, y se sonrojó todavía más, mientras miraba hacia abajo tímidamente, hasta que llegaron a la cafetería. Las palabras de Rita lo habían dejado mudo. Miró la hora, y ya eran casi las diez de la mañana... ¿En qué momento había avanzado tan rápido el tiempo?

Entró en la cafetería junto a Rita, y aproximó la silla de la chica hasta una mesa, colocándola a un lado de ésta, y se sentó frente a ella, todavía sonrojado. No podía ocultar su nerviosismo. Por alguna razón, esa situación lo ponía sumamente nervioso. No podía quitarse de la cabeza que aquello era una cita.

Tomó la carta, y comenzó a observar las opciones.

— ¿Qué te vas a servir? — preguntó él, mientras revisaba la carta. Los precios, lamentablemente, eran más elevados de lo que acostumbraba a pagar en Japón.

— Yo pagaré — mencionó Rita tranquilamente ¿Acaso habría notado alguna expresión de disgusto en él?

— No te preocupes — dijo Ryuunosuke intentando rebatirle — yo pagaré.

— No necesitas hacerlo — dijo ella con una sonrisa en su rostro — ya invertiste suficiente por mí viniendo hasta acá.

— Pero...

— Es cierto — Rita sujetó su rostro con su mano izquierda, cubriéndolo un poco — había olvidado lo machista que eres.

— No me gusta cómo suenan esas palabras — mencionó Ryuunosuke levemente molesto — No es exactamente eso, pero...

— ¿Cómo se supone que se le diga a un hombre que dice odiar a las mujeres? — preguntó ella con seguridad. Parecía haber ganado en la discusión.

— Bien, como sea — Ryuunosuke esquivó levemente la vista — ¿entonces me permites pagar? — Rita exhaló un suspiro de decepción.

— Eres tan orgulloso... — Ryuunosuke comenzó a sonrojarse un poco, todavía sin darle la vista, avergonzado por verse obligado a aceptar la proposición de Rita.

— E-está bien... como sea, tú pagas esta vez.

— Gracias — dijo Rita, y volvió la vista a la carta.

— Soy yo quien debe agradecerte — comentó Ryuunosuke, devolviendo la vista también a la carta.

— Pide lo que quieras — comentó Rita sonriendo de buen humor.

— En realidad me da igual, pediré lo que sea más barato...

— Lamento informarte que aquí no te venderán tomates — mencionó Rita riendo levemente. Ryuunosuke la miró un poco molesto y sonrojado.

— Tonta, ¡eso ya lo sé! — volvió la vista a la carta — de todos modos, no es como que entienda absolutamente todo lo que ofrece el menú... hay nombres muy extraños.

— Yo pediré por los dos entonces — comentó Rita sonriendo — ¿te gustan las cosas dulces?

— Por mí no hay problema — respondió Ryuunosuke dejando a un lado el menú — en realidad, me molestaba tener que escoger entre tanta cosa que no entiendo.

— Entonces, pediré trifle para ambos — mencionó ella.

— ¿Trifle? ¿Qué es eso?

— Oh, ya lo verás — ella se veía feliz de su decisión — es un postre típico de mi país.

— Comprendo, entonces... me gustaría probarlo.