I Miss You (Rita x Ryuunosuke)

Capítulo 28: "Abrazo"

Esa noche, los tres chicos se quedaron a dormir en un cuarto de hotel, que Mashiro se ofreció a pagar. Al parecer, ella no tenía problema alguno con el dinero, a diferencia de los otros dos chicos, que en ese momento se encontraban casi sin nada. Por suerte, ya tenían comprados los pasajes de vuelta.

Debido a la cantidad de horas de diferencia que había entre Japón e Inglaterra, y considerando que el viaje tardaba alrededor de trece horas, desde que tomaran el vuelo, hasta llegar a Japón, habría casi un día entero de diferencia. Es por esto, que los pasajes habían sido comprados para el día sábado en la noche, pensando en llegar a Japón el domingo en la noche y así, volver el lunes a clases.

Ryuunosuke, no dejaba de pensar en esto mientras estuvo en su cama, intentando dormir... Acaso, ¿era eso todo lo que quedaba entre ambos? ¿Sólo un día para estar juntos? Incluso, quedaban menos de 24 horas para tomar el vuelo.

No pensó que eso ocurriría, pero comenzó a sentirse ansioso... No quería volver a Japón.

En realidad, haber visto a Rita ese día había sido algo increíble. Abrazarla, consolarla, desahogarse con ella... intentar besarla... ¡Fueron tantas sensaciones que no pensaba experimentar! Y sin embargo, se acabarían tan rápido... Volvería a su rutinaria vida, sin sentido, sin novedades, sin Rita.

Era cierto, siempre tendrían el chat, los mensajes, las llamadas... Pero se sentía tan lejano, tan frío, tan incomparable con haberla visto ese día... Con haber escuchado su voz, con haber sentido su calor, con haber rozado sus labios. Con verla en ese estado, y con tener la posibilidad de ayudar a salir adelante...

Pese a lo mucho que le costó conciliar el sueño, a la mañana siguiente, Ryuunosuke despertó temprano. Un mensaje en su celular le despertó por impulso. Quizás, una parte inaccesible de su ser, sabía que se trataba de Rita. Observó su celular, y esbozó una leve sonrisa al ver que se trataba de un mensaje de Rita.

— El horario de visita comienza a las ocho de la mañana — decía — es sólo para que lo sepan. Pueden venir a verme desde ese horario. Te quiero mucho, te estaré esperando... y, hay algo que quedó pendiente (tú ya sabes qué).

Ryuunosuke se puso nervioso con ese último mensaje, le recordó el beso, y le dio un poco de temor recordarlo, e imaginarse nuevamente en una situación similar. Sin embargo, esto también le dio ánimos, y sintió una alegría que no sabía describir.

— Estaré allá a las ocho — le confirmó el chico.

— Te estaré esperando entonces — respondió ella.

Ryuunosuke se levantó de la cama de muy buen humor, y observó de reojo la cama de al lado en que se encontraba Sorata. Pensó primero en avisarle que iría a ver a Rita, pero luego notó que se encontraba durmiendo profundamente, y pasó de la idea.

Tomó una ducha, y se arregló para ir a verla. A esa altura, había decidido ir solo. Salió del hotel, y comenzó a caminar en dirección a la clínica. A decir verdad, se podía llegar caminando sin problemas a la clínica, pero estaba a varias cuadras del hotel. Pero a pesar de que no era muy amigo de las largas caminatas, en esta ocasión se sentía animado y con mucha energía. Además, pese a que era la primera vez que se encontraba en Londres, estaba seguro de cómo llegar caminando hasta donde estaba Rita. Tenía una excelente memoria cuando de orientación espacial se trataba.

Al llegar, subió hasta el piso 5 y comenzó a caminar de inmediato hasta la habitación de Rita, pero fue interceptado por la recepcionista. Esta vez, era una diferente a la de ayer; se notaba una mujer más madura y seria.