-Camila Cabello.-Dijo asintiendo pensativa su hermana.-¿Por qué siento que la conozco? ¡Oh! Ella es amiga de Jansen, ¿no?-Le preguntó la menor y esta asintió.-Es sexy.

-Lo es.-Asintió la ojiverde con un suspiro y miró a su hermana.-Entonces yo...¿Tengo tu apoyo?

-¿Te hace feliz?-Le preguntó seriamente la menor, causando una sonrisa por parte de la ojiverde.

-Lo hace, en verdad.-Admitió sin borrar la sonrisa.

-Entonces está bien para mi, Lauren.-Confesó Taylor encogiéndose de hombros.-No soy quién para decirte qué hacer, así que...Sólo quiero que seas feliz, y quiero conocerla.-Le dijo golpeando suavemente el hombro de su hermana.

-La conocerás en algún momento, no lo dudes.-Confirmó la ojiverde contenta.-Eres la mejor, Tay, de verdad.

-Lo sé, es bueno que lo admitas de vez en cuando.-Bromeó la menor ganándose un golpe por parte de su hermana.-¡Hey!

-Deja de ser tan idiota, y dejaré de golpearte.

-Bien, ya. Lo siento. -Se rindió la menor con una gran sonrisa.-¿Hoy no es viernes?

-Si, ¿Por qué preguntas?-Habló confundida la ojiverde y la sonrisa de su hermana se extendió aún más.

-¿No tiene que venir a recogerte tu noviecita acaso?-Bromeó la menor haciendo que la ojiverde se sonrojara y una bocina que indicaba que la morena había llegado en la puerta de su casa la salvó. Taylor en ningún momento había dejado de sonreír.-Y hablando de Roma....

-Adiós, perdedora.-Dijo parándose la más vieja y dándole un suave golpe a la cabeza de su hermana.-Diviértete, hay dinero en la cocina, no la incendies y no traigas a ningún chico mientras no esté, ¿me captas?

-¿Qué tal una chica?-Bromeó su hermana y se ganó otro golpe por parte de la de los ojos esmeralda.-¡Hey! ¿Tú puedes y yo no? ¡No es justo!

-Uno, soy mayor. Dos, jamás ha venido. Así que, la que estrenará esta puta casa con sexo seré yo, tengo mis derechos como hermana mayor.-Habló la ojiverde, dejando a su hermana con la boca abierta, completamente sorprendida.-Hasta luego, Taytay.

Caminó con una sonrisa de satisfacción hasta la entrada de su casa, en la cual se encontró con la latina que se encontraba con las manos en su espalda. En cuanto la puerta se abrió, Camila observó de cabeza a pies a la ojiverde, causando que se sonrojara.

-Hola.-Saludó suavemente la ojiverde. Por su parte, la morena sacó las manos de detrás de su espalda y le tendió una rosa blanca, ganándose una gran sonrisa por parte de la más vieja.

-Hey.-Le contestó Camila con una sonrisa de lado. Lauren tomó la rosa y aspiró su aroma, suspirando con una sonrisa de idiota.-Sé que no es necesario pero, de camino hacia aquí hay una florería y pensé en ti.-Confesó tímidamente la morena.

Las cosas entre ellas iban geniales, habían vuelto a ser las de antes y su relación iba aún más enserio que cuando empezaron. Camila se estaba esforzando por conquistar por completo el corazón de la chica más vieja, y lo estaba logrando.

-Eres tan preciosa y ni siquiera lo notas.-Dijo negando Lauren con una gran sonrisa y la morena la imitó, dejó un suave beso en su mejilla y se alejó unos centímetros para que ambas se mirasen.-¿Vamos? Llegaremos tarde si no nos apuramos.

-Por supuesto.-Asintió la latina tomando la mano de la ojiverde para llevarla hasta su auto. Ambas se subieron dentro del coche y tuvieron una conversación fluida sobre los sucesos del día, ya que Lauren no había asistido ese día a la escuela porque no hubo ensayos de su obra.

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