"Rechazados" podría tomarse como sinónimo de excluidos, descartados, eliminados, aborrecidos, cambiados, friendzoneados, marginados, nerds, homosexuales, bravucones, ignorantes e ignorados, relaciones prohibidas y personajes de fondo.
Así que aq...
"Zack Miles es sinónimo de friendzone, torpe, promedio, lector, personaje secundario o de fondo, común, perezoso, gracioso, extrovertido, ojeroso, romántico empedernido, cliché andante y rechazado.
¿Por qué ha de ser así? Debemos volver al encabezado de la lista para dar la respuesta determinada.
Friendzone.
También conocida como la zona fría, la zona de amigos o la zona de: «eres muy lindo pero solo te quiero como amigo porque el capitán del equipo de soccer está mucho más bueno».
En fin. Zack y las palabras salir de la friendzone jamás van en la misma oración. Para colmo, se trata de un grave caso de mejores amigos desde la infancia. ¿Existe un cliché más grande que ese? Puesto que para su suerte no era el típico que terminaba con los dos juntos.
Después de todo no es el personaje principal.
Y las cosas nunca se dan a su favor."
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Si lo pienso ahora, podría ser incluso gracioso.
Esa extraña y revolucionaria idea que se veía solo en las películas, dónde los marginados terminaban tomando el control de la escuela y los "destacados" se veían obligados a ser "destronados" quedando a la misma altura que todos los demás. De manera que se crea una equitativa convivencia que en la vida real tristemente no llegaba a ser más que otro cuento de hadas susurrado en los pasillos para generar una chispa de esperanza que era rápidamente pisoteada por los tacones de la cabeza de la cadena alimenticia.
Actuar como si el mundo te perteneciera y pisotear a otros hasta hacerles creer que sí te pertenecía. Aunque de igual manera, siempre habrá algo encima de ti.
—¡Zack! —exclamó Raquel con su usual tono autoritario—. No sé qué mierda estás pensando, pero somos dos para alzar un cuerpo y estoy muy segura de que... ¡No querrás que alguien nos encuentre, zopenco!
No, entre más lo pienso, menos le encuentro la gracia... Pero antes de que tome una decisión por ustedes, empecemos por el principio.
Cliché.
Una simple palabra de seis letras que describía a la perfección el primero de mis más grandes fracasos amorosos. La típica historia en donde te enamoras hasta las trancas de tu amigo de la infancia, pero una de esas tantas que no termina muy bien porque ella siempre me verá solo como su queridísimo mejor amigo.
Ella, tan simple como podía serlo. Cada parte de su personalidad me hacía caer a sus pies, cada detalle en su rostro me hacía perderme con locura. Sus labios con ese tono rosáceo de labial que usaba siempre, sus ojos que brillaban con ternura cada vez que nos veíamos, sus delicadas manos que lucían tan pequeñas entre las mías. Completamente toda ella. Cada diminuta fracción de su cuerpo me había hecho caer en el sentimiento más hermoso e irónicamente autodestructivo que podría sentirse jamás.
