Bienvenida a mi vida

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El característico olor a smog me recibió una vez que baje del autobús

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El característico olor a smog me recibió una vez que baje del autobús. Aunque México estaba lleno de estados maravillosos, la capital era la única que me llenaba. Todo lo que cabía en la segunda ciudad mas grande del mundo era todo lo que necesitaba para vivir y ahora estaba ahí.

Había logrado pagar el alquiler mensual cerca de la universidad y aunque estaba llegando unos días antes, esperaba que mi compañera comprendiera.

Cuando llegue al departamento toque el timbre. Del otro lado se escucho el ladrido de un perro y pasos que se acercaban. Al abrirse la puerta un pequeño pomerian se abalanzo sobre mi. Pronto mi rostro estaba cubierto de baba de perro.

-Estrella, deja a la chica en paz- dijo la voz de un chico.

Cuando por fin tomo al perro observe al chico.

En el momento que nuestros ojos se encontraron sorpresa cruzo por su mirada al igual que en la mía. Ambos teníamos los ojos del mismo color gris platinado. Era muy extraño encontrar a alguien con ese tono, pero lo mas extraño es que ahí no terminaba el  parecido, las facciones de su rostro eran muy similares a las mías. Teníamos el mismo tono de piel y el mismo tono de cabello.

-Hola... ¿Esta Andrea?- corte el silencio que nos envolvía.

-Vaya- se rasco la nuca y después soltó al perro para dejarme pasar- No hay ninguna Andrea. Soy Andres. Soy tu compañero de cuarto.

-¡Que!- conteste sorprendida- Pero... pero, ¿como?

-Creo que tuve un error de dedo- dijo despreocupado- Tu seguías escribiendo a Andrea, pero creí que estaba claro que era un él. Pero por tu cara puedo ver que no.

Negué con la cabeza.

-¿Vas a pasar?- pregunta.

No me queda de otra. El dinero del alquiler ya lo deposite y no tengo otro sitio a cual ir.

-¿Tienes algún problema con compartir el departamento con un chico? De ante mano prometo ser respetuoso de tu espacio.

Toma mi maleta y me ayuda a meterla en mi habitación. Es bastante amplia y tiene un baño propio como indicaba en la publicacion.

-No es que tenga problema. Solo que es inesperado... Yo esperaba encontrar una Andrea- digo sonriendo por la situación.

-Vale si necesitas ayuda estaré en mi habitación-dice mientras se dirige a la puerta.

-Espera, me gustaría que nos conociéramos. Claro, si tienes tiempo- digo mientras me siento en la cama.

-Me agrada esa idea. ¿Quieres ir a la sala? Pongo algo de música para que estar mas relajados- dice Andres.

Lo sigo y nos acomodamos en los sillones.

-Y bien ¿Es tu primer año en la universidad?- pregunta mientras conecta su celular a un minicomponente.

-Si, voy a entrar a mi primer año como fisioterapeuta.

Una canción de mi grupo favorito comienza a reproducirse.

-¿te gusta ese grupo?- pregunto intrigada por que conozca ese genero. Físicamente no se ve del tipo que guste de esa música, pero con Alberto comprendí que no puedes juzgar a alguien por su apariencia.

-Es uno de mis grupos preferidos.

-Woow- digo mientras unos escalofríos me recorren.

Andres me observa y se nota titubeante con lo que va a decir.

-No te espantes por lo que te voy a decir ¿esta bien?- dice mientras recibe a Estrella en sus brazos- Pero creo que nos parecemos un poco, mas bien diría demasiado. Y no estoy hablando por nuestro gusto en la música.

-Si, también lo note- digo intentando sonreír.

-¿No seras una hermana perdida?- dice bromeando, pero cuando lo escucho decirlo otro escalofríos me recorre el cuerpo.

Andres al ver mi reacción, toma mi mano y la aprieta.

-Oye, tranquila. Era una broma.

-Estoy bien. Solo pensaba que siempre quise un hermano mayor.

-Bueno, puesto que nuestro parecido es impresionante ¿que te parece si te adopto?- dice sonriendo.

Estrella ladra en ese momento y ambos reímos por la reacción del perro.

-Vez, Estrella aprueba a su nueva tía.

Ambos comenzamos a platicar un poco de nuestra vida. Andres me explica que el departamento se lo regalo su papá al entrar a la universidad. También trabaja con el por las tardes en un bar que esta cerca de la universidad. Estudia el segundo año de la carrera de Mercadotecnia y es un año mas grande que yo.

Por mi parte le explico un poco la difícil situación con mi madre y de mi reciente ruptura con Leonardo.

-Vaya, que bastardo. No te preocupes, aquí cuidare que ninguno de esa calaña se acerque a ti. Cualquier chico que quiera algo con mi nueva hermana, tendrá que pasar un filtro conmigo.

Ambos comenzamos a reír.

Se nos va el tiempo hablando y cuando dan las seis tiene que irse para ayudar a su papá.

-Ponte cómoda y toma lo que quieras de la cocina. Si tienes algún problema llama a mi celular y vendré en cualquier momento ¿ok?

-Ok- contesto mientras lo miro tomar sus cosas.

-Regresare como a las dos de la mañana para que no te espantes si escuchas ruido.

Asiento y el se va.

Cuando me quedo sola en la casa me relajo y pienso que el cambio me sentó bien. Quizá no había sido buena idea irme sin avisar a nadie a que sitio me dirigía con exactitud. Pero gracias a mi buena fortuna había encontrado un lugar adecuado para vivir.

Y quizá en este lugar iba a ser capaz de olvidar a Alberto.

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