Solamente quería tirar mi birrete al aire cómo cualquier persona normal lo haría. Nunca pensé que eso conllevaba tener que soportar cosas que jamás imaginé. Todo era mágico en mis pensamientos, pero ¿realmente iba a serlo en verdad?
No me pasó por...
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Dos semanas.
Exactamente es eso lo que ha pasado desde que me he estado escondiendo más de lo normal. ¡Me tienen harta con las miradas extrañas y los murmullos acerca de mí! ¿Qué no entienden que no quiero que Kelly aborte el bebé? Eso es algo que va en contra de mis principios, odio los abortos planificados. ¿Por qué hostia piensan eso? Me hace sentir tan mal que me traten como un monstruo, no lo soy. El trato hacia mí como una nerd, lo puedo aguantar, pero esto no. No puedo aguantar que me empujen, que me encierren horas en un salón vacío, que me echen comida en mi bulto y tampoco que rompan mis espejuelos como han hecho en las últimas dos semanas.
Limpio mi boca y salgo del cubículo. Miro mi reflejo en el espejo del baño y lo único que encuentro es a una chica con expresión triste y sin ganas de seguir viviendo. La compañía de Meredith y Jake es grata y me ayuda a no sentirme tan mal mientras estoy en estos pasillos del infierno, pero a pesar de todo, ellos no son un escudo. No pueden protegerme como lo haría Súper Man o Capitán América, si así lo necesito o incluso como lo haría el hombre araña. No puedo pedirles que estén todo el tiempo espantando a las horribles personas que habitan en esta escuela, que no tienen corazón porque quizás ha sido robado por Regina.
—Te he estado buscando, Aru.
Meredith me hizo un tipo de sobrenombre para no decirme ni Rose, ni Azul. Ella cree que es lo mejor. La miro mientras termino de lavar mis manos.
—¿A qué huele aquí? — dice frunciendo su nariz — Apesta a vomito. ¡Qué asco wey! ¿Quién podría vomitar aquí?
—No lo sé, quizás alguien que esté enfermo — contesto sin decir mucho. No quiero indagar mucho en el teman, no me gusta hablar de eso. No cuando he estado vomitando todo este tiempo todo lo que como, induciéndome el vómito. Había dejado de hacer eso hace mucho tiempo, pero el estrés y mi estado tan bajo de ánimo me ha llevado al borde del barranco. Últimamente no he estado bien psicológicamente y lo admito.
—¿Te sientes bien? — pregunta tomando mis manos — Estás helada, pareces una muerta — me río asintiendo con la cabeza. — Ven vámonos de aquí, tenemos que ir al salón de actividades, hoy nos van a despedir.
Por fin veo luz al final del túnel. Hoy acaban las clases, es el último día de clases y aunque no lo parezca, estoy muy, pero muy feliz.
—Vamos. — toma mi mano y me empuja a caminar. Mientras lo hacemos, ella habla de qué hará mientras esté de vacaciones. Sinceramente no me interesa en lo más absoluto el itinerario de ella y por esa razón dejo de escuchar lo que habla.
Los pasillos están vacíos, no más de cuatro personas son las que habitan por aquí y entre ellos está el grupo inseparable de Jake. Me pregunto cómo Ub tiene el descaro de estar con su "mejor amigo" después de haber hecho lo que hizo. No logro comprender tampoco lo que piensa Kelly al respecto, esa es la más jodida de todos. Ella no tiene perdón ni del mismísimo Satanás.
