13| Necesito hablar contigo.

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En la hora libre me quedo en los asientos que están en el campo mientras leo

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En la hora libre me quedo en los asientos que están en el campo mientras leo. Algunos chicos juegan Fútbol Americano, pero no presto atención ya que estoy concentrada leyendo mi libro nuevo.

Últimamente los días pasan volando como si fuera abrir mis ojos, ir al colegio, llegar a casa y ya, ha pasado mi día. Estar en mi casa encerrada los siete días de la semana y las veinticuatro horas de mi día no es tan emocionante como creía. No tengo compañía alguna y creo que a eso se debe todo.

El párrafo que leo del libro es algo... lindo. Él chico besa a la chica bajo la luz de la luna, algo muy romántico y único. Es algo tan cliché como probablemente sea mi vida. La típica chica modelo que tiene todo a sus píes.

Un golpetazo interrumpe mi lectura. Levanto mi vista viendo como todos los que están en el campo ríen. Me han dado un bolazo.

—¿Puedes darme el balón? — pregunta Liam reprimiendo una risa.

Qué humillante puede llegar a ser estas escenas. Acomodo mis espejuelos y cabello para así darle el balón.

—Gracias. — agradece y le sonrío falsamente tomando mis cosas y largándome de ahí.

Es lunes y todavía tengo la cabeza que me da vueltas desde el viernes. Me sigo preguntando cómo llegué a mi casa. Desperté el sábado muy mal, me dolía la cabeza y todo el cuerpo sin añadir que me ardía la nariz. No debí de haberme exagerado oliendo esa droga. Lo único que sé y recuerdo por fragmentos es la bañera, el agua caer y muchos vidrios en el suelo. Nada más de eso. Todavía llevo mi estomago con algo de ardor a pesar de que he bebido alka seltzer y tomado sopas para aligerar el ardor.

Vuelvo a mirar a mí alrededor viendo a todos seguir con lo suyo luego de reírse de mí. Ni un libro puedo llegar a leer en paz en esta ya no tan nueva faceta. El sol azota mi rostro mientras camino por el patio de la escuela para llegar al edificio escolar. El mes de noviembre va pasando más rápido de lo habitual y el frío, a pesar de que el sol está presente, se cola por mi piel.

—Hola Azul. — Meredith hace un acto de presencia — Desde el viernes en la fiesta no te veía, ¿te encuentras bien?

La chica iba caminando con un grupo de chicas con piercing en sus rostros y maquilladas de negro hasta los labios.

—Intento estarlo.

—Mmhm. ¿Qué te sucede?

—Nada y por favor no preguntes más sobre algo que tenga que ver con el viernes.

—Bien, ¿qué clase tienes ahora?

—Tengo historia.

—¡Excelente! Paso por ese salón, te doy aventón para que no vayas sola. —sonríe y comienza a caminar.

—Puedo ir sola, gracias. — todavía pienso que Meredith es buena persona, pero a veces hace cosas que me hace dudar. Como por ejemplo, obligarme a oler cocaína y fumar marihuana.

Una nerd con doble identidad.Where stories live. Discover now