Solamente quería tirar mi birrete al aire cómo cualquier persona normal lo haría. Nunca pensé que eso conllevaba tener que soportar cosas que jamás imaginé. Todo era mágico en mis pensamientos, pero ¿realmente iba a serlo en verdad?
No me pasó por...
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La profesora de actividad física me tiene harta. No se cansa de decir que debemos de hacer ejercicios, que tenemos que correr, estirar. ¿No puede mandar a escribir sobre un papacito como Javier Báez el pelotero? Nos informa que debemos de hacer algunas sesiones de ejercicios y al instante bufo. No entiende que no estoy de humor para sudar, no quiero hacer nada de lo que dice. Por un segundo, solo por uno, es más por un milisegundo envidio a la reina de la hipocresía. Está sentada en los bancos presumiendo lo último que se ha comprado y hablando de algunas artistas femeninas. ¡Está sin hacer nada y yo no quiero hacer nada hoy!
A lo lejos veo a los chicos chocar sus hombros con rudeza. Gritan cosas que para mí no son entendibles, no sé lo que hablan. Todos llevan el uniforme, casco, protección con anchura en los hombros. Los miro firmemente pensando cómo sería jugar junto a ellos, eso sería fabuloso. Eso sí me gustaría hacer.
Dejo de correr y me doblo un poco presionando mi abdomen, me duele debajo de las costillas. Es modesto eso, es sinónimo de que debo de hacer ejercicio.
La profesora silba el silbato que tiene en su cuello haciendo que me sobresalte de inmediato. No esperaba que se acercara tan rápido.
—¡Clintfort! ¡Una vuelta más debes de dar por detenerte!
Me incorporo mientras aparto algo de cabello de mi rostro. Estoy muy cansada.
—Señora solo me detuve porque me duele debajo de la costilla y también porque quiero preguntarle algo.
Ella alza una ceja y me mira seria, sin expresión alguna. Inclina su cabeza un poco hacia el lado y procede a habar.
—No te da derecho a detenerte, tenías que seguir corriendo hasta terminar. Las preguntas son para después de las sesiones de ejercicios.
—Pero necesitaba aire, no estaba respirando bien.
—Ya que se detuvo, ¿qué es lo que desea preguntar?
Comienza a caminar anotando algo en una tabla para escribir que siempre lleva en sus manos.
—Quisiera saber qué sucedería si quiero jugar con los chicos futbol.
Ella se detiene y se echa a reír. La miro sin entender por qué reacciona así. Quizás y esta es peor que la anormal de Kelly.
—¿Tú? — bufa con gracia — Mira niña, si no quieres terminar como un estampado en la grama mejor ni lo pienses. No aguantarías ni siquiera el peso del uniforme de protección.
Miro al campo de futbol y solamente me centro en un solo jugador. No sé como sé que es él, solo llama mi atención como le queda el uniforme. Está sudado hasta la medula y va caminando hablando con otro del equipo. Se ve tan rudo con ese uniforme, sus marcados músculos se ven el doble de lo que realmente son. A veces me pregunto si es hijo de Dwayne Johnson y es solo porque esos brazos deben de tener alguna herencia de su padre.
