Capítulo Dos. Problemas de Clase Alta.

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Tom me presentó a su novia, Leah, unos meses después de que nos conocimos en el gimnasio, cuando se dio cuenta de que no me portaba rara con él. Más o menos en esa época me presentó a Bill y luego conocí a Georg y Gustav durante una de sus visitas para trabajar en el álbum. Había pasado bastante tiempo desde entonces, acababan de regresar de su gira y ahora estaban ansiosos por ir a Coachella.

- Dice que fue porque "ya no sentía lo mismo", pero la verdad creo que lo fastidió. – Bill se inclinó hacia adelante entre los asientos delanteros. – Te conozco, ¿qué pasó?

Tom se lamió los labios y nos miró por un segundo antes de volver a prestarle atención al camino.

- No la quiero, ¿por qué es eso tan difícil de creer? – Nos dijo con fastidio.

Bill alzó una ceja y se dirigió a mí.

- Una vez me dijiste que podría ser la indicada. – Lo presioné, alentada por la mirada de Bill.

- Pues no lo es. – Tom admitió. – Si quieren la verdad... - Hizo una larga pausa antes de hablar, - estaba enojada porque la gira fue muy larga y no nos pudimos ver... pensé que tal vez si la llevaba a cenar se relajaría, pero empezó a hacerme preguntas de si había visto a otras chicas y... ¡llevamos años juntos! ¿Por qué haría algo así? Me aburrió y... rompí con ella.

Me quedé con la boca abierta. Mientras estuvieron de gira yo había visto al menos cuatro de sus conciertos y los había visitado en sus días libres un par de veces. Si mi trabajo no se hubiera metido en el camino, los hubiera ido a ver a Alemania, pero además no tenía el dinero.

- Incluso dejó el dinero en la mesa y se fue. – Bill agregó. – Cuánta clase.

- ¡Tom! – Desvié la mirada y noté que estábamos cerca de su club favorito. – Eso solo lo hacen los idiotas. - Seña–é. - ¿Al menos le pediste una disculpa?

- No contestó el teléfono. – Encogió los hombros. – Han pasado meses, ¿Cómo es que apenas ahora te das cuenta?

- Yo... no sé, apenas lo noté. – Admití.

Después de solo unos minutos más Tom estacionó el auto en alguna parte cerca del club y caminamos hasta la entrada; una fila de gente esperaba para entrar, pero los ignoramos y fuimos directamente hacia el hombre cuidando la entrada, inmediatamente nos dejó entrar.

Yo no llevaba lentes de sol como, a diferencia de Tom y Bill, no tuve que quitarme nada al entrar al oscuro pasillo que llevaba al club. Escuchamos el sonido fuerte de la música y podía ver que Bill estaba empezando a sentir la música. Odiaba ir de fiesta con ellos: era como la universidad otra vez, pero estaba más grande y era más barato, nunca me dejaban pagar.

Entramos a un club grande con brillantes luces verdes delimitando la barra a la derecha y luces rosadas, amarillas y azules decorando el resto del lugar. Había unas escaleras hacía abajo a la pista, nosotros iríamos a la izquierda, hacía el área VIP; solo que debíamos atravesar todo el club para llegar hasta allá. Bill se movió al ritmo de la música y lo seguí de inmediato, su sonrisa alegre me facilitaba seguirlo. Tom estaba caminando detrás de mí, pero no bailaba. Jalé de su brazo hasta que llegamos al área VIP con las luces blancas bajo las mesas.

Nos dieron una mesa con estilo lounge y una maravillosa vista de la pista, había luces de colores en el techo que se apuntaban hacia todas partes. Me senté frente a Tom en el pequeño sofá. Bill se sentó a nuestro lado y en cuestión de segundos ya había pedido algo.

Les sonreí y pensé qué demonios estábamos haciendo en una mesa tan grande. En un minuto apareció Mike con más amigos de los chicos. Les dije hola a todos y los vi empezar a gritar en alemán sobre el sonido de la música, estaba más o menos familiarizada con Mike porque siempre que Tom tenía que hacer terapia en casa me encontraba pidiéndole favores; era un chico agradable y siempre estaba con los chicos, más que nada ayudándole a Bill a tomarse fotos.

Kings Of Suburbia (Tom Kaulitz FF) *En Español*Where stories live. Discover now