21| Una despedida diferente.

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—¿Cuánto? — pregunto casi inaudible.

—Poco.

Asiento a la vez que comienzo a llorar. ¿Cómo me siento? Quizás como si me estuviera ahogando en un lugar donde no tuviera la oportunidad de respirar y que no me quede más opción que morir. Pero debo ser fuerte, cada situación tiene un propósito, igual que la vida. Lo único que necesito hacer es recordarlo como fue. Un hombre fuerte que lucho por cada cosa que quiso en la vida. Nunca se permitió rendirse, él mismo se superaba de cualquier manera. Eso fue una de las cosas que aprendí de él, lo fuerte que puedo llegar a ser y nunca rendirme ante algún obstáculo. Mi padre fue una de las mejores personas que pudo haber existido en mi vida. Me regañaba siempre, pero era por mi bien y para poder ser una mujer de bien. Me negaba las cosas, pero era por mi seguridad. Me aconsejaba para que tuviera una mente más abierta y pudiera ver la vida y cosas desde todas las perspectivas que pudiera. Nunca lo vi demostrarme cosas negativas, al contrario. Siempre que llegaba a casa luego de un día duro de trabajo, me mostraba su hermosa sonrisa y aunque tuviera unas grandes bolsas debajo de sus ojos por el cansancio.

Sé que él irá a morar al cielo, que es en el lugar que debe de estar luego de su muerte. Él lo merece, ha sido muy justo y la vida lo ha sido con él.

Abrazo a mi madre quien me consuela y no ha llorado porque sabe que debe de ser fuerte, lo veo en esos ojos que siempre tienen un caparazón ante todo. Es una mujer que ha sabido lo que es pasar lo peor en la vida. Ni vino de una familia adinerada, pero el destino o la suerte hicieron que se encontrara con mi padre, que pudo ayudarla de todas las maneras que se le permitió la vida, hasta que pudo llegar a lo que es ahora mismo. Un empresaria y modista, lo que nunca pensó que pudiera ser. Todo uno lo puede y si tienes la paciencia, dedicación y perseverancia, veras el fruto de tu sacrificio.

—¿Por qué no lo dijiste antes? — sollozo con el nudo en mi garganta.

—Él no quería que lo supieras, le duele más el verte sufrir que saber que morirá pronto.

—Lo siento, mamá. Me duele, — tengo un nudo en mi garganta — pero estoy prepara. Sé que, en cualquier momento, fuera tarde o temprano, iba a suceder.

—Yo sé que lo estás.

—Quiero ir contigo a casa. Quiero verlo y pasar lo ultimo que queda junto a él.

—No — me contesta y al instante le miro confundida.

—¿Cómo que no?

—Me pidió que le escribieras una carta — frunzo mi ceño.

—¿Cómo no voy a verlo? Necesito despedirme de él, mamá.

—Rose, entiende. Haz su último deseo realidad, entiende que no quiere que vea cómo se desvanece frente a ti.

Me levanto del sillón dándole la espalda a ella. Aprieto nuevamente mis manos en busca de consuelo.

—Pero  yo necesito verlo — susurro —, pero si es lo que quiere, lo entenderé por completo aunque me duela demasiado no despedirme como quiero de él.

Me abraza desde atrás. Escucho como limpia su nariz y solloza silenciosamente. Tapo mi rostro mientras sollozo girándome y abrazándola de frente.

—Siento que mi corazón es presionado. Me siento morir, ¿es normal eso?

—Supongo que lo es. — acaricia mi cabello para tranquilizarme.

—Tengo que escribir esa carta — me levanto decidida sollozando y agarrándome de todo lo que veo, camino hasta mi habitación. Muerdo fuertemente mis labios intentando no sollozar más, pero es inevitable.

Busco un bolígrafo y un papel, el más hermoso y caro que tenga guardado. Me siento en mi escritorio pensando qué escribir. Las lágrimas acompañan cada acción y pensamiento que tengo. Realmente me hace falta llorar. Escribo lo primero que llega a mis pensamientos, tratando de escribir algo bonito y que se lo lleve tatuado en su corazón completamente.

"Siempre supe del ciclo de la vida, pero saber que estás en la última etapa tan pronto me rompe el corazón por completo. Saber que ya no estarás conmigo en carne y hueso, es tan triste como una melodía corta vena. No sé por qué tu tiempo se ha reducido tanto, pero entiendo que no puedo hacer nada en contra de la voluntad de la vida. Intento explicarme por qué me duele tanto si sé que debo de estar preparada, pero estar pasando por esto me hace darme cuenta que no lo estoy en lo absoluto. Te pido perdón si en algún momento te fallé como hija y persona; perdóname por cada mal rato que te hice pasar en algún momento. Te prometo mejorar cada día como persona y superarme, como también prometo el ser feliz en algún momento. Quiero decirte que tu labor como padre fue excelente. Me enseñaste tantas cosas que no soy capaz de terminar si me pongo a enumerar. No sé cómo agradecer cada lección que me diste; recuerdo a cada instante cómo me ayudabas a levantarme cada vez que me caía; como me corregías cada vez que decía una palabra mal. Y a pesar de que en ese momento no lo veía, esos son los sucesos que llevaré siempre en mi corazón y mente para recordarte; esos pequeños detalles que parecen insignificantes, pero que ahora que tienes que irte, son mi todo. No sabes cómo lamento el no poder despedirme como deseo, pero quiero cumplir tus requisitos al pie de la letra. Te amo con todo mi corazón que no sería capaz de llevarte la contraria en un momento como este. Sé lo difícil que ha de ser esto para ti, pero tengo un atisbo de esperanza que en algún momento nos encontraremos y te abrazaré nuevamente y sentiré tus labios besar mi frente. Ahora solo necesito un poco de fuerzas que espero me atribuyas porque eres fuerte, eres un hombre vivo, feliz y así te recordaré por siempre.

Me duele decir que me despido de ti, pero debo hacerlo. Te amo tanto que no tengo palabras para expresar mi amor por ti. Gracias por haber sido mi padre, por haberme motivado en cada instante.

Recuerda que eres un excelente padre, esposo, persona y por eso eres mi mejor ejemplo a seguir.

Xx, Rosebeth ♥ "

Termino por doblar el papel en tres pedazos y de inmediato comienzo a sollozar nuevamente. Me levanto hasta el balcón y miro al cielo buscando cuál sería la estrella que ocupe mi padre.

Duele como los mil demonios el tener que despedirme así de mi padre, pero no puedo hacer nada que vaya en contra de su voluntad. Continúo sollozando hasta introducir el papel dentro del sobre. Beso el cierre y de inmediato lo coloco en mi pecho. Necesito pegamento para pegar mi corazón y es de inmediato.

—Gracias Dios por haberme permitido al mejor padre de la vida. — limpio mis lagrimas y me adentro a casa. Bajo las escaleras para ir a dónde está mi madre. Ella sonríe tristona mientras toma el sobre en sus manos. Asiente sin decir nada para levantarse y dar algunos pasos. Tomo su ante brazo para detenerla, no puedo dejarla ir.

—No te vayas, por favor. Te lo suplico. — sonríe y luego me abraza besando mi cabeza.

—No lo haré si es lo que deseas — susurra sin soltarme.

—Te amo, mami. Gracias por todo — doy un beso en su mejilla —Veamos una película. Hay palomitas y si quieres podemos pedir comida. No sé, pizza, comida china. También podemos pedir tacos mexicanos.

—Lo que quieras Rosebeth.

Sonrío satisfecha. Me emociona saber que dormiré con mi madre en mi cama, no es que sea una niña pequeña, pero en estos momentos necesito dormir con alguien que me ame de verdad. Necesito algo de compañía.

 Necesito algo de compañía

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Una nerd con doble identidad.Where stories live. Discover now