Capitulo 7- Parte 1

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Samuel me tendió mi gerséi, esbozando una sonrisa; bajo la atenta mirada de Dereck. Lo acepté, sin embargo, se quedó alli de pie.. esperando a que me cambiara ante los ojos de todos.

Noté una risa burlona de fondo. De Hucha-Collins que opté por ignorar. Aun asi, no podía cambiarme alli. La camiseta de tiras de debajo dejaría al descubierto las muñecas y seguramente los moratones de anoche.

-Vente.-Susurré, y tras cogerle del brazo salimos del comedor.

No sabía donde íbamos, ya que aquel lugar era nuevo para mí. Asique apenas salimos, Samuel me arrastró a su casa. Apenas entramos cerró la puerta tras nosotros.

Y nos sumimos en un silencio tenso. Ninguno sabiamos bien que decir. Personalmente, no quería que viera los posibles moratones que Hucha-Collins pudo dejar en mi cuerpo. Me avergonzaba no haber cambiado tanto como para suprimir aquellos golpes.

-Alex..-susurró, posando su mano en mi hombro.- ¿Estás bien?

-No.

Me llevé la mano a la boca, sorprendida. Aquella negación habia escapado de mis labios mucho antes de poder neutralizarla.

Samuel se quedó varios minutos mirándome con aquellos ojos azules tan.. No sabría encontrar una palabra concreta para definirlos. Tranquilos.. tal vez.

-Puedes usar la habitación para cambiarte.-Añadió, tragando saliba.- Sabes donde está.

Podría usarla. Y negar lo que el ya sabe. O podría demostrarle que me daba igual su opinión y aquel no era su problema. Eso último era lo mejor. Lo que me faltaba era al nieto de mi vecina entrometiendose en mi vida.

Aparté su mano de mi hombro. Y me quité el gerséi temblando. ¿De que tenía miedo? Con o sin moratones, era yo.

Ví sus ojos posarse en mi barriga. Y bajé la vista para comprobarlo por mi misma. Tenía manchas rojizas, y otras moradas. En conjunto con las muñecas.. estaba hecha un cristo.

-Me encantan los campamentos.-Me burlé quitandole mi gerséi de la mano.-¿Que miras?

-Como.. te han dejado.-Murmuró con apenas voz.- ¿Cuanto llevas aguantando esto?

-Desde que mi madre murió soy su saco de boxeo. Alguien que desprecian y odian.. Y me da igual, en verdad. Odiame como lo hace todo el mundo.. no es muy difícil.

Samuel se quedó en silencio, observándome. Y aquella expectación solo hizo que me enfureciera aun mas. ¿Porque no me odiaba?

Dí un paso hacia él y cogí su mano entre las mias, pasando sus dedos por encima de mis moratones.

-Esto es lo que es la chica que salvaste del bosque. Tengo que aprender a valerme sola.

Subió la mano en un ágil movimiento, atrayendome hacia él; uniendo nuestros labios.

Lo empujé atónita por aquel acto y salí de alli. Poniéndome el gerséi. ¿Que demonios acababa de hacer?

Genial. Sin música no soy la misma. De eso ya no me cabia duda alguna.

Quiero un beso bajo la lluviaWhere stories live. Discover now