Quiero un beso bajo la lluvia

Capitulo 5- Parte 1

-¿Novio nuevo?- escupió Samantha, con una sonrisa.- ¿No es un poco madurito?

-Creo que la muerta se asusta del degollado, ¿no?- Ironicé, sentandome en la cama.- Cuantos años tenía aquel tipo.. que te ayudo hace dos años. ¿25? ¿35?

Ví como su expresión se tornaba algo dura. Sin lugar a dudas, le habia dado donde le dolia.

-Perdona por no ir mendigando cariño como una zorra en celo. Pena le debiste dar al guía. ¿Sino como iba a estar con un adefesio como tú..

-..Habiendo putillas como yo?- la interrumpí imitando su voz.

En cuestión de segundos la ví abalanzarse sobre mí. Noté dolor en la cabeza, para luego sentir el choque del suelo; contra mí. Reprimí un gemido de dolor. No le iba a dar ese gusto. Jamás suplicaria que parara.

-¿Es que no te valio aquella vez?- dijo, poniendo su pie sobre mi cabeza.- Vamos a ver lo que aguantas.

Tensé la mandíbula de dolor. Y miré de reojo a Sophia, que parecía muy impactada con la situación. Recordé un documental donde todo el grupo se sometía al macho alfa. Y ahora sucedía lo mismo.

No me molestaba. Tampoco necesitaba que ellas, componentes del vulgo, se dignaran a ayudarme. Ahora ya no lo necesitaba. Hace dos años.. si. Pero ya habia aprendido la lección.

Depender de alguien era malo. Y esperar algo de alguién, aun peor.

-¿No gritas?- preguntó, haciendo mas presión sobre mi cabeza.

-Vas tibia si piensas...-susurré.- Que gritaré.

-Ya lo veremos. Tenemos todo un fin de semana, ¿recuerdas?

Sentí una ligera sensación de impotencia. Aquel pelo no era solo un cambio físico. Debía cambiar mi forma de ser. Comenzando ahora.

-¿Álvaro te contó lo mucho que deseaba meterse en mis piernas cuando entre al instituto no?

Samantha dejó de apretarme la cabeza contra el suelo. Aproveché la oportunidad para hacerla caer al suelo, estirando de su pierna.

Acepté su gemido de dolor de buen grado.

Sentía calor y temblaba. Y la cabeza aun me daba vueltas. Aun asi, pude sujetarla por el pelo, manteniendola cerca de mí... Antes de que dijera..

-Sujetadla.

Lo último que ví, fué su sonrisa. Una sonrisa venenosa. Que me inspiró un miedo paralizador.