Capítulo veintiséis

32 3 3
                                    

✖NO DIGAS NADA✖
___________________________________

Hace un año...

- Amor, ¿te falta mucho? Se nos está haciendo tarde.- grita Ian desde un lado de la casa. Resoplo.

- Cariño a esas fiestas se puede llegar a cualquier hora, no te ponen una hora exacta.- digo rodando los ojos aunque sé que no me está viendo.

Logro escuchar como suspira y termino de ponerme el último tacón.

Es una fiesta semi-formal por lo que llevo un pantalón alto señido al cuerpo y negro, con un top en cuello v que hace algo bueno por mis cenos. Unos tacones de 6cm también negros y en punta. Llevo el pelo ondulado, pero al natural; y mi maquillaje consiste en polvo, rimel, lápiz y un labial rojo.

Me doy el último vistazo en el espejo y decido que ya es hora de salir.

Cuando lo hago me encuentro con un Ian de espaldas totalmente desesperado. Apresurandome para que no se de la vuelta tapo sus ojos, siento como sonríe con mis manos.

- Mmm... ¿Quién podría ser?- pregunta siguiendome el juego. Río un poco.

Lentamente quito mis manos mientras le doy media vuelta para que quede al frente mío.

Y ahí está el efecto que quería causar en él. Su sonrisa y sus pupilas dilatadas me avisan que lo logré.

- Mierda...- susurra. Sonrio como niña mientras aprovecho para darle un vistazo a él también.

- ¿Nos vamos?- pregunta Alon llegando de no-se-donde.

- Yo estoy lista, ¿tú estás listo amor?

- E-estoy... Mierda si... Mierda..- murmura dándose la vuelta para comenzar a caminar.

- Te entiendo amigo, cuando vi a Alondra... Mierda.- le dice Eliezer llegando hasta él.

- Si, mierda.- dice Ian a lo que Alondra y yo reímos.

Bien, la noche comenzó perfecta.

***
- ¡SI LA VEZ CAMINANDO POR AHÍ, PENSARAS QUE ELLA ES FELIZ, PERO, PREGÚNTALE Y TE VA A DECIR QUE NO ES ASÍ, TE VA A DECIR QUE NO PUEDE VIVIR SIN MI!- cantamos al unísono Alondra y yo una canción en español que suena en la radio, mientras Ian conduce y Eliezer quiere entrar su mano en la falda del vestido de Alondra pero ella se aleja. Ya no me agrada este sujeto.

Cuando la canción termina hacemos como que estamos exahustas exageradamente a lo que Ian rueda los ojos pero luego ríe.

- Llegamos.- dice Ian.

- ¡Por fin!- grita Alon. Río bajando del auto al igual que el resto.

Veo el ambiente y vuelve el mal presentimiento.

He venido a fiestas y me gustan, pero esta no me agrada. No quiero ni entrar pero ya estamos aquí, no puedo echarme para atrás.

Ian encuentra mi mano y la aprieta, tranquilizandome.

- Si quieres podemos irnos, en la casa nos espera algo mejor.

- Ya estamos aquí, no te haré venir en vano.

- Eso es lo que menos me importa si estamos los dos, juntos.

Le sonrio. ¡Dios, cada vez me enamora más!

Miro a los chicos y logró traducir las señas que Alon me hace como: ¿entramos o no?

Suspiro.

- Vamos amor, los chicos nos esperan.

Digo antes de que comencemos a caminar en dirección a la entrada.

Mierda, yo de verdad no quiero estar aquí.




***
- Vamos amor, ya casi, ya casi llegamos.- repite Ian una y otra vez mientras yo me balanceo sobre mis pies. Con un brazo me sostiene y con la otra mano sostiene mis tacones.

Si, se me pasaron los tragos y aquí estoy, borracha y sin juicio.

Siento unas inmensas ganas de reír y... realmente no sé ni por qué, sólo quiero reír y punto ¿hay algún problema con eso?

Río descontroladamente lo que causa que nos caigamos al césped.

Ian me mira, pero luego su vista se enfoca en otra parte.

- ¿Marie?- pregunta él viendo a supongo que Marie, medio sorprendido con... ¿emoción?

- Ian... ¿qué haces aquí?- dice ignorando por completo mi presencia.

- Te preguntaría lo mismo pero los dos sabemos que es una fiesta reconocida, tiene lógica encontrarnos aquí.- dice él y ella ríe un poco, siento como paso a ser la tercera en este momento.

Mierda, no sé si es el alcohol pero estoy sintiendo algo en mi pecho que tengo hasta ganas de llorar. Incluso, creo que se me acaban de salir dos lágrimas.

- Tienes mucha razón, es sólo una típica pregunta que se hacen las personas que se reencuentran.

Bien, algo que le hacen llamar dignidad me impulsa a pararme y comenzar a caminar como puedo, con esto siento como si se me fue todo tipo de alcohol de mi cerebro.

- Mierda... ¡Ayleen!

- ¡No me llames! ¡No me busques! ¡No te quiero cerca de mi!- grito a pesar de que ya está bastante cerca.

-Amor...

- No...

- Te...

- Idiota.

- Amo.

- ¡Agsh! No lo hagas de nuevo Ian.- digo rodeando mis brazos de su cuello.

- No prometo nada.

Río y acaricio su nariz con la mía antes de depositar un beso en su boca.

- ¿Quién era ella?

- Una prima lejana, te la quería presentar pero luego te fuiste y así...

- Oh, pensé...

- Si, sé que pensaste eso. Lo supuse.

Suspiro.

- ¿Nos vamos?

- Sería bueno. Toma, entra al carro y espérame ahí para avisarles a Alondra y el encleque que ya nos vamos.- dice pasandome las llaves.

- Bien.

Comienzo a caminar hasta el carro pero antes volteo.

- Por cierto, ya no me agrada el enclenque.

- Ni a mi.

Reímos antes de voltear y seguir nuestros caminos.

Entonces pasa...

Un cuerpo estrellandose contra un vehículo...

Gritos...

Personas hablando sin parar...

No...

Esto no puede estar pasando...

Mierda, no.

No Digas NadaWhere stories live. Discover now