Capítulo dieciocho

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✖NO DIGAS NADA✖
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Hace un año y un mes...

El nudo en mi garganta sé hace presente mientras mantengo la vista abajo. Mis ojos se llenan de lágrimas y trato de asimilar la noticia.

Siento que Ian pasa su brazo por mis hombros atrayendo mi cuerpo a él. Un cuerpo que dejará de funcionar...

Él sube mi vista con su mano en mi barbilla para darme un beso en mis labios, un beso corto.

- Todo va a estar bien, amor. Te lo prometo.

- Nunca rompes tus promesas, ¿verdad?

- Soy un hombre de palabra.- alzo la comisura de mi boca.

El doctor se para de su asiento y lo veo movilizarse, buscando algunos que otros papeles.

- Bien, señorita Sparrons. Como toda enfermedad hay una cura o un aplazamiento.- dice volviendo a su asiento, pero esta vez con unos papeles.

- Hábleme de la cura.- dice Ian antes de depositar un beso en la coronilla de mi cabeza.

- Una operación. Necesitamos sacarle el cáncer antes de que se termine expandiendo en todo su cuerpo.

- ¿Tiene mucho riesgo?- pregunto asustada.

- No les puedo mentir, hay un 85% que funcione.- trago en seco, siento mi corazón latir a millón.- Porque tú tipo de cáncer se expande muy rápido.

- ¿Cuál es la otra opción?- no puedo evitar preguntar. Ian me aprieta más fuerte porque supongo que el también sé imagina cuál es.

- Hacer tratamientos para que el cáncer no se expanda tan rápido.

- O sea, aplazar mi muerte...- susurro.

- ¡Tiene que haber otra solución!- grita Ian, me sobresalta y cuando miro su cara, tiene lágrimas derramadas, silenciosas.- ¡Tiene que haber otra maldita solución doctor!- grita aún más fuerte, esta vez da contra el escritorio.- ¡Busque una maldita solución! ¡¿No se hace usted llamar doctor?! Entonces ¡curela!

Ian se para y pasa sus manos por su cabello y comienza a darse contra la pared.

Lágrimas caen por mis mejillas y me siento pésimo, pero no puedo dejar que Ian también se sienta así. Yo lo metí en esto, yo insistí en conocerlo sabiendo que mi situación podría empeorar, sabiendo que él podría terminar sufriendo si me llegara a querer.

Me pongo de pie y lo abrazo por detrás, calmandolo.

- Hace unos minutos me dijiste que todo saldrá bien. Yo creo en ti pero necesito que ahora tú creas en mi. Te prometo..- respiro hondo.- estarás bien.

Él se gira hasta terminar de frente mío y me atrapa en sus brazos.

No le pude prometer que todo saldría bien porque no sé si pasará. Lo que sé es que él no se estancara, lo espero.

- Estaremos bien.- dice.



***
Salgo del consultorio para dirigirme al baño y vaciar mi vejiga. Lavo mis manos y las seco para luego salir a buscar a Ian para por fin irnos.

- Nos podemos ir.- digo al llegar a su lado.

- Bien.

Salimos de la clínica y nos dirigimos al auto de él. Me abre la puerta y yo entro. Lo veo rodear el carro para él entrar.

- Quiero que mañana estés lista a las siete de la noche. Te pasare a buscar.

- Que manera más original de invitarme a salir. ¿A dónde me llevaras novio?

- Eso no lo tienes que saber.

- Tú y tu misterio...

- Te encanto y te fascina mi misterio.

- Uff... Ese ego..

Ríe y luego yo lo acompaño. Es bueno saber que después de esto él no me trate como enferma o simplemente sé aleje de mi.

No Digas NadaWhere stories live. Discover now