No Digas Nada

Capítulo once

✖NO DIGAS NADA✖
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Una vez dentro de nuestra casa dejo caer mi cartera en la entrada y comienzo a caminar mientras observo todo vacío.

Recuerdo que cuando él me pidió que nos mudaramos juntos lo hizo como si me estuviera pidiendo matrimonio, con él anillo que tengo en mi dedo acariciando en este instante. Primero pensé que estaba realmente loco, pero después me di cuenta con él transcurso de los días que lo amaba y estaba preparada para vivir con él toda mi vida.

Observo un papel sucio y desgastado en el suelo, me inclino y lo cojo. Está roto, por lo tanto lo único que alcancé leer fue un "¡Te amo!" con su hermosa letra, la cuál tanto envidiaba. Río un poco.

- Te encantaba escribir delante de mi sólo para echarme en cara que escribías mejor que yo..- abrazo el papel y lo observo de nuevo.- Te amo más, cariño.

Suspiro y guardo el trozo de papel en mis bolsillos para luego continuar.

Llego hasta la habitación y cojo lo que estaba buscando de un pequeño cajón que hay en el armario: cartas y notas.

Había encontrado estas cartas y notas hace ya un tiempo pero las había dejado aquí para tratar de "olvidarme" de lo sucedido. ¿Que si funcionó? Si lo hubiera hecho no estuviera acá recuperandolas.

Voy a salir de la habitación pero comienzo a recordar todo.

Estábamos recién mudados, era nuestro primer y único día juntos en nuestra casa, era algo nuevo para nosotros, una nueva etapa que estábamos deseosos por vivir. Y entonces en la noche nos vamos a festejar, porque dijimos que teníamos que celebrar nuestro crecimiento como pareja, o simplemente, nuestro amor. Y un idiota no supo mover un poco el pie... Oh, Dios..

Vuelve el nudo en mi garganta pero no salen las lágrimas. Salgo de la habitación para no seguirme torturando, cojo mi bolso y cierro la puerta con llave.

Volveré a esta casa porque no la puedo vender, sería como estar vendiendo nuestro amor. Volveré con mis cosas, pero no ahora, no estoy lista.

***
-Ally, te ves pálida ¿te pasa algo?

Pregunta mi madre al abrirme la puerta de casa.

¿Que si me pasa algo? No, es sólo que siento como si estuviera muerta en vida porque mi amor se murió hace un año y unos meses, nada grave-pensé en decirle-.

- No, todo está bien.

Es lo que digo subiendo las escaleras para llegar a mi pieza.

- Tu papá me dijo que ibas a la biblioteca, ¿segura estas bien?- pregunta nuevamente.

Me paro en seco y trago saliva. Me volteo y ahí está ella observandome con cara de "yo sé que estas mal".

- Me fue mejor de lo que todos esperábamos.- le digo con una sonrisa para que se tranquilice y ella asiente con su cabeza antes de que yo comienza a subir las escaleras.

Cuando estoy dentro de mi pieza, cierro la puerta detrás de mi y busco las cartas en él bolso. Cuando las obtengo las tiro en la cama y me siento en la misma.

- Una por día, amor.

Cojo la primera que veo y la abro rápidamente.

Un te amo es muy poco para lo que siento por ti, amor.

¿Cómo explicar lo que siento si rebasa todo?

No quiero ser cliché porque sé que odias eso, pero desde el primer día que tus ojos se cruzaron con los míos sentí algo extraño, algo inexplicable, algo que quise sentir siempre, algo hermoso, lo mismo que me haces sentir cada vez que te veo.

Te amo demasiado, espero que no se te olvide.

Tu ladrón favorito de libros.

- ¡Te amo Ian Levnin y nunca dejaré de hacerlo!- grito tirandome en la cama con la carta en mis brazos.- Me sigues enamorando incluso cuando no estas..