Capítulo veinticuatro

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✖NO DIGAS NADA✖
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Hace un año...

Acaricio el marco de la puerta de madera mientras respiro hondo, absorbiendo el olor del mar. Ian me sobresalta con un abrazo por detrás, sonrio al saber que es él.

- ¿No es hermoso?- pregunta depositando un beso en mi mejilla. Sonrío.

- El mar es precioso.

- Amor, me gusta el mar, esa es una de las razones por las que nos mudamos aquí pero, lo que digo que es hermoso es esto.

Respiro profundo y me volteo para mirarlo a los ojos. Le doy un beso corto en la boca.

- Estamos construyendo una vida juntos y eso me encanta. Me encanta poder saber que cada vez que despierte te tendré ahí, conmigo. Te podré llevar el desayuno a la cama, podremos ver cada vez que querramos una película hasta quedarnos dormidos...- suspira.- te podré hacer el amor siempre. Cada mañana. Siempre.

Suspiro con las mejillas sonrojadas. Lo beso, esta vez con intensidad. Mis labios rozan con los suyos y su lengua no pierde el tiempo al introducirse en mi boca. Él me hace retroceder hasta toparme con el muro pequeño que divide el mar de la casa.

Es el último roce de lenguas cuando ya se nos dificulta la respiración y nos despegamos con ésta alterada. Él recuesta su frente de la mía.

- Te amo, te amo, te amo, ¡te amo!- termina gritando una y otra vez.

Río y tomo su rostro entre mis manos y lo beso nuevamente, ya que ni se que decirle.

Mi plan de no ser egoísta sigue en pie.

Él me carga entre sus brazos de manera que pueda seguir besandome. Nos guía tambaleandose hasta la puerta de la habitación pero no puede abrirla debido a que sigue besandome. Lucha contra la perilla y río soltandome y terminando por abrirla yo.

La cierra con el pié y me coloca en la cama sin despegar nuestras frentes. Agarra mis mejillas con sus manos y me da un beso corto en los labios para luego despegarse y comenzar a quitarse la ropa.



***
- Vamos amor, no seas aburrida, hasta Alondra y el enclenque estarán allá.- dice Ian acariciando mi cabeza.

- No se... No tengo un buen presentimiento y prefiero celebrar esto tranquila, en nuestra casa, solos los dos.

Termino en un susurro acurrucando mi cuerpo en el de él.

- Mmm... Esa idea me encanta, señorita Sparrons.

- ¿Más que la idea de la fiesta?

- ¿Qué fiesta?- pregunta haciéndose él que no sabe. Río y comienzo a besarlo, me encanta hacerlo.

Las cosas se van saliendo de control cuando ya me encuentro encima de él besándolo con todas mis fuerzas al igual que él a mi.

Y entonces... Suena el timbre.

No le prestamos atención hasta que se oye bastante insistente. Resoplo al igual que Ian y me paro. Me enrollo una toalla ya que estaba en todo mi resplandor y salgo de la habitación dispuesta a darle una gran charla a la persona tan desesperada que nos interrumpió.

Cuando abro me encuentro con la cara de Alondra y atrás de ella a Eliezer (enclenque) con quién lleva saliendo una semana.

Los dos me sonrien y yo solo los quiero ahorcar. Me controlo y les abro el camino para que pasen.

- Pensé que ya estaban listos.- dice Alon.

- Y yo pensé que no íbamos.- digo con sinceridad.

- ¿¡Perdón!? Ayleen, no se pueden perder esto. Esta fiesta es como la mejor fiesta del año. Además, piensa en que puedes celebrar por su progreso en su relación.

- Ya tenía una forma mejor para celebrar.

-Entonces, ¿vamos amor?- pregunta Ian saliendo de no-se-donde.

Suspiro derrotada.

- Vamos.

No Digas NadaWhere stories live. Discover now