Capítulo veintidós

43 2 0
                                    

✖NO DIGAS NADA✖
____________________________________

Hace un año y dos semanas...

Esto es hermoso.

Después de ir a cenar en la terraza de un restaurante Ian me trajo a un lugar de la ciudad donde se pueden ver todas las luces de ésta.

Estamos sentados en una especie de manta acolchada que trajo Ian, supongo que todo era planeado.

Estoy deslumbrada con todo esto, no sé que decir.

Ian sostiene mi mano y le da suaves caricias a los nudillos, caricias que son como corrientasos que llegan hasta mi vientre.

- Esto es hermoso, amor.

- Lo más hermoso para la novia más hermosa.- dice y me volteo para mirarlo.

Tiene esa hermosa sonrisa con hoyuelos acompañados que me hacen querer besarlo sin parar.

Él se acerca a mi y presiona sus labios como si estuviera leyendo mi mente.

Mueve sus labios lentamente sobre los míos, es un beso delicado y dulce.

Mierda, esto es tan hermoso que tengo miedo. Tengo miedo porque sé que va a acabar y no de una manera muy linda.

No puedo hacerle esto a Ian, no puedo simplemente aparecer en su vida para luego morir, él no se lo merece.

Una lágrima corre por mi mejilla y me separo del beso, él me mira confundido y luego se percata de que se me escapó una lágrima.

La limpia y me ve con añoranza. Deja un beso en mi mejilla y hace que recueste mi cabeza sobre sus piernas.

- No quiero hacerte esto, amor.

- ¿Qué? ¿No quieres darme la oportunidad de ser el hombre más feliz contigo? Quiero ser feliz a tu lado, Ayleen. Quiero que tú seas feliz. Quiero que cada momento de tu vida te la pases riendo. Quiero hacerte lo más feliz posible, porque si tú eres feliz yo lo seré al doble. ¿Me dejaras ser feliz a tú lado Ayleen?

Suspiro.

- Te quiero.

- Yo te amo, Ayleen.

Un nudo en mi garganta aparece, ¿que si lo amo? Claro que lo amo con todas mis fuerzas, pero yo no soy lo suficiente egoísta como para decírselo y luego morir. No quiero que sufra más.

Me acomodo más en sus piernas y él pasa un brazo por mi abdomen.

- Di que sí.- dice de repente y lo miro con él ceño frunsido, confundida.

- ¿Si a qué?

- Sólo dilo.

- No tendré sexo contigo aquí.

Digo y él no aguanta la risa y se echa a reír. Sonrio.

- Bueno, tendré que tachar eso de mi lista.- dice haciendo un mohin con sus labios. Ruedo los ojos con una sonrisa.- Pero siempre existe mi apartamento...

- ¡Ian!- grito sonrojada y riendo, él también ríe un poco.

- Ayleen...- dice sacando algo de sus bolsillos.- ¿Quieres..- lo interrumpo cuando veo qué es.

- Oh, mierda...- levanto mi cabeza hasta quedar sentada.- Mierda Ian, no nos hagas esto.. No, no, no..

- Déjame terminar.- dice rodando los ojos.- ¿Quieres mudarte conmigo?

Pregunta y dejo escapar el aire retenido. Oh, era eso.

- ¡Idiota! Pensé que era matrimonio..

- Bueno, si estas dispuesta a casarte con éste idiota...

- Dejemoslo así.- ríe.

- ¿Entonces...? Esta es la parte donde dice un ruidoso "¡sí!", te tiras a mis brazos y te hago el amor como sólo yo te lo podría hacer..- lo último lo dijo en un susurro y con voz ronca.

Mierda, Ian hace estas cosas en mi cuerpo que no tengo ni palabras para explicar.

- Si, acepto mudarme contigo, señor Levnin.

- Uff... Que suerte, ahora dormire tranquilo.- río y me corta con un beso apasionado que hace que tenga que recostar mis codos hacia atrás.- ¿Nos vamos?

- Nos vamos.


A penas comienza la noche..

No Digas NadaWhere stories live. Discover now