"Nada en Común 2"

Dos tontos enamorados

"El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen." De "El mercader de Venecia" – W. Shakespeare

—¡Ya regresé! Ahora sí, ¿en dónde quedamos? Eeeehh... ¿Estás molesto conmigo, Emi?

—¡No! ¡No estoy molesto contigo! ¡Quiero es matarte!

¡Creo que mejor corro! ε=ε=(っ*'□')っ

—¡Eres un idiota! ¿Cómo se te ocurre dejarme de esta forma! ¡Voy alcanzarte y cuando lo haga voy a matarte!

Tengo la ligera impresión que Emi ha vuelto a enfadarse conmigo.

—¡Emi! ¡Emi! ¡Cálmate! No te enojes, ya regresé...

—¡Ven acá! ¡No huyas como un cobarde!

¡Ni loco que fuera para acercarme a ese gatito enfurecido! Yo amo a Emi pero cuando está enojado es mucho más seguro correr que intentar tranquilizarlo. Así que salí de su apartamento y me encerré en el mío...Lo bueno, es que Emi es explosivo y malhumorado...pero de a ratico. Sólo tenía que relajarme y esperar que se le pasara la rabieta, volvería a ser un gatito tierno nuevamente dentro de unas horas. Mientras, lo escuchaba golpear la puerta furioso e insultarme... ¡Sencillamente adorable!

—¡Oli! ¡Abre la maldita puerta! ¿Me oyes? ¡NO me vas a dejar así!

—Emi, no te voy abrir mientras tengas esa actitud. Deja el enojo, tranquilízate. A ver, respira profundo...

—¡No voy a respirar una mierda, hijo de puta! ¡Abre esa maldita puerta ya!

Así que ahí lo dejé. Monté a hervir agua para hacer algo de Té Verde, arreglé la cama, me di un baño rápido; me tomé mi infusión leyendo la página de economía del diario...al rato ya Emi no gritaba y dejó de golpear mi puerta, aunque esperé un poco más...sólo por precaución.

Luego de un buen rato, tocaron la puerta. Cuando abrí, Emi estaba más tranquilo.

—¿Tienes el colchón ortopédico ese enorme que tenías en el otro departamento?

—Sí. Le acabo de poner un cubrecama que es muy acolchadito. Y puse todos los cojines encima.

—¿Tienes lubricante o traigo el mío?

—Tengo de sabores...

—¿De cereza...?

—Sí.

—¿Y condones?

—También.

—¿Me llevas cargadito?

¿No les dije que era un gatito adorable? ¡Claro que me lo llevé a mi cama!

Teníamos un buen tiempo que no estábamos juntos, así que las ganas contenidas eran tan intensas que no hallábamos ni cómo sacarnos la ropa, hasta que al fin sólo nos quedamos con la piel encima.

Emi es apasionado y desenfrenado, eso realmente me enloquece, porque creo que en el sexo no hay que poner límites si ambas almas están en un mismo sentir...pero aún tengo que acostumbrarme a mantener a este gatito controlado ya que es realmente inquieto.

—¡Aauuoowww!

—Lo siento...

—Está bien, Emi, sólo que me tienes la espalda como "crucigrama".