Los "Niños Malos" también reciben regalo en Navidad

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La vida es simplemente maravillosa. Todos los días tenemos la oportunidad de empezar de nuevo. Sin importar cuán tontos hayamos sido el día anterior, siempre existe la posibilidad de reinventarnos al día siguiente y continuar adelante. 

Una vez aprendí que mientras el sol saliera e iluminara mi mundo, Dios me estaba enseñando que también debía salir ese día y dar lo mejor de mi. Ningún ser humano está exento de cometer errores, de tomar malas decisiones y de hacerle daño a las personas que ama, después de todo somos eso: Humanos. Pero también tenemos la misma capacidad  para enmendar nuestras equivocaciones, para luchar por lo que amamos y para sanar las heridas que hubiéramos provocado. Por eso tomé la decisión hace algún tiempo de no volver a rendirme ni permitir que nadie me desviara del camino que yo había escogido recorrer. No volvería a caminar por otra senda que no fuera aquella que yo mismo me hubiera trazado.

Claro que eso significa que debía enfrentarme a los retos y adversidades que siempre están allí, como crueles y obstinados enemigos, intentando desviarnos de nuestro camino. ¡Y muchas veces esos "enemigos" son las personas que están más cerca de nosotros! Son la gente que amamos. Es muy triste cuando es tu propia pareja, tu familia y tus amigos los que no te comprenden, los que quieren desviarte de tus sueños y los que mucha veces te rechazan y maltratan porque no aceptan lo que eres. Pero entendí que no es su culpa, simplemente hay  caminos que debemos transitar solos y sueños que únicamente nosotros podemos ver y alcanzar.

 Con todo, mi sol seguía saliendo cada mañana y con él la alegría de haber encontrado a mi alma gemela. El amor era la mayor fuente de inspiración que hubiera tenido alguna vez, si antes estaba decidido a salir adelante, ahora era inevitable que lo hiciera. Aunque "Mi amor" en estos momentos me odiaba y quería matarme...

Esa mañana me quedé esperando escondido en las escaleras del pequeño edificio. Mi corazón latía muy aprisa y me sentía muy asustado.  Si Emi me descubría allí volvería a golpearme o algo peor...pero lo que más necesitaba era que él se quedara con el oso. Lo dejé en su puerta con la esperanza de que lo aceptara y me diera esa pequeña luz de que aún me quería y debía seguir luchando por nuestro amor. Pero si lo rechazaba y lanzaba al aseo, también arrojaría mi corazón a la basura con él.

Estuve allí mucho rato luego que vi que su hermana lo tomó y entró con él al departamento. No sé cuánto tiempo esperé, me daba temor hasta ver la hora. Me sentía muy ansioso...así que salí de mi escondite y me dirigí de nuevo a la puerta. Pegué mi oído a ella para intentar escuchar algo. Al menos no lo habían sacado para echarlo al aseo hasta ese momento, así que ya casi estaba a punto de cantar victoria...

¡Hasta que la puerta se abrió de repente y me topé de frente con la hermana de Emi!

¡Por poco y no gritamos ambos del susto! Ella me miró horrorizada y yo me le arrodillé y le hice mil señas para que no le dijera a Emi que estaba allí...Entonces me sonrió y aparentó no haber visto a nadie...

—Emi...¡Sólo piénsalo mejor! Sabes que te amamos y estamos allí para apoyarte.  

—Recuerda que no vas a decirle nada a mamá... ¿Está claro?

—Sí. Pero aún tengo esperanzas que cambies de opinión más tarde... ¡Feliz Navidad, Emi!

—¡Esa mierda no existe! ¡Largo de aquí!

Su hermana salió del departamento y cerró la puerta tras sí. Entonces me jaló del brazo y me sacó del edificio.

—¿Se puedes saber qué mierdas haces espiando a mi hermano?

"Nada en Común 2"Where stories live. Discover now